Cuánta razón, Susana!
Yo también he sido cabezota. No me ha dado la gana preparar un biberón, que es que yo soy muy vaga, y desde los 4 meses, cuando llego a casa por la tarde, prefiero tumbarme cómodamente en la cama a darle el pecho a mi bebé a prepararle un biberón...
Cuando sólo tenía una hija, una conocida me predijo que cuando tuviera dos niños, me sería imposible amamantar al segundo, pues ya no tendría tiempo.
Querida mía: No sabes lo equivocada que estabas, es precisamente al revés: como no tengo tiempo, me veo obligada a dar el pecho! No me daría tiempo a comprar la leche, hervir el agua, lavar, esterilizar y secar los biberones, preparar la mezcla y esperar a que se enfríe...
A lo tonto llevo "acumulados" entre los dos, 43 meses de lactancia, 35 de ellos simultaneados con el trabajo. Para que veaís que sí es posible.