Con tasas de intervencionismo del 90% es evidente que no es seguro ni nacer ni parir. Muchos se lucran con esta situación. A veces me pregunto si la sociedad en pleno, incluyéndonos a las mujeres, que deberíamos ser las más interesadas, nos merecemos parir así y que nos traten de esta manera.
Es ignorancia, es sumisión...la ley del silencio... porque habiendo tanta información disponible, la ley y las recomendaciones sanitarias, no sentimos que podemos imponernos nosotras solas a un sistema tan corrupto en el que tememos que si abrimos la boca frente a quien intuimos que nos está vendiendo la burra vieja o simplemente mintiéndonos u ocultando información nos lo hagan pasar peor o le pase algo a nuestr@ hij@.
Tenemos que hablar. Decir NO. Decir BASTA. Salir del miedo, como ante cualquier situación de violencia contra la mujer, porque en este caso, se meten con nuestr@s hij@s, que podrían no llegar a soportarlo.