Es uno de los públicos de Zaragoza, aunque por la información que tengo tampoco los otros son mejores, ni siquiera los privados. Y hasta ahí puedo leer. Lo comprendáis o no soy contratada y con los tiempos que corren no puedo arriesgarme a que no me contraten.
Tampoco comparto que seamos sus trofeos de caza, mas bien son médicos egocéntricos que creen que son los únicos que están en posesión de la verdad y que los demás, pobres mortales, no podemos decidir nosotros mismos (ni enfermos, ni parturientas) porque no alcanzamos a comprender ni un 5% de lo difícil que es o las complicaciones que pueden surgir en lo que nos pasa.
Lo que no entienden todos esos médicos, bastante cortos de miras y de mente estrecha, es que la sociedad hace algún tiempo que esta cambiando y el personal sanitario (y me incluyo) ya no somos una autoridad; hay que tratar a cada persona que acude a una consulta o a un hospital como un ser único biopsicosocial, que es capaz de decidir por si mismo como quiere ser tratado y el conocimiento que es capaz de asumir sobre la situación de su salud (entendiendo como tal todo aquello que afecta al cuerpo humano, enfermedad , trastorno o porque no, un embarazo). El personal sanitario estamos para ayudar a las personas a que sean independientes en las necesidades que tienen respecto a su salud y cuando no pueden serlo poner los medios para que vuelvan a esa situación en la medida de lo posible, desde luego no estamos para jugar a ser dioses.
En relación directa con las embarazadas, en este país, debemos aprender a respetar a aquellas mujeres que, como mi hermana, por la razón que sea, no quieren saber que es lo que esta pasando en su cuerpo, ni decidir mas allá de la clínica u hospital en el que parir, tanto como a aquellas que a lo largo de su embarazo aprenden sobre todo aquello que cae en sus manos respecto a su estado y quieren decidir hasta el mas mínimo detalle de su parto. Todas las opciones son respetables