Gracias Livia, escribo convencida de lo que digo, caí en la sanidad por casualidad, en esta comunidad los hospitales públicos funcionan por oposición y bolsa de trabajo. Me llamaron y como estaba en paro dije que si, de eso hace casi cinco años. La verdad es que aunque me gustaba este mundo, nunca me había planteado trabajar en el y cuando lo hice me entusiasmo, soy incapaz de no aprender todo lo que pueda sobre el cuerpo humano y todo lo que le rodea y le afecta. Por eso y animada por mi familia, mas cerca de los cuarenta que de los treinta, he empezado enfermería, con toda la intención, si puede ser, con el tiempo ser matrona. Probablemente si implantan el doble grado en mi facultad, ademas, seré fisioterapeuta. Se que me costara, se que sufriré, porque me parecen aberrantes los protocolos de los hospitales españoles y aunque va en contra de como soy me tendré que morder la lengua muchas veces para conseguir lo que quiero.
Y lo que quiero, no es mas que ayudar a todas las futuras mamas a que traigan al mundo a sus hijos como ellas decidan, con la mínima invasión por mi parte o con un parto medicalizado al uso o porque no con una cesárea absolutamente necesaria por la razón que sea, pero contando con la mujer-paciente que tengo enfrente, porque de lo que se trata es de que madre y niño estén bien porque he realizado bien mi trabajo, porque mi obligación es realizar bien mi trabajo y hacer bien mi trabajo no consiste en otra cosa que en satisfacer las necesidades de salud de mi paciente de la mejor manera posible, eso incluye llevar a cabo los deseos de una mujer de parto siempre que sea posible.
Creo que la diferencia entre los motivos para que yo estudie mi carrera y los de muchos de esos médicos, enfermeras, matronas, auxiliares, etc. es la vocación, cuando no se ha tenido nunca o se ha perdido, no se puede ser un buen profesional y lo mejor seria que dejaran de ejercer. Cualquier otra profesión les iría mejor.
Supongo que al final, todo lo que escribo, solo son reflexiones en voz alta, pero agradezco de corazón que a alguien le gusten.