Quiero felicitar en primer lugar a la asociación “El Parto es Nuestro” por este informe tan rigurosamente elaborado así como por la oportunidad de realizarlo en un momento de profundos cambios en el modelo asistencial pero también de tantos riesgos derivados de la situación actual sobre todo en la sanidad pública.
Los resultados, aún pudiendo resultar poco favorables, muestran el importante cambio que se ha producido en los últimos años en la asistencia a los recién nacidos/as en las unidades neonatales. Quienes conocemos en primera persona la realidad de las últimas décadas no podemos dejar de reconocer los avances que se han realizado. Que hemos llegado tarde en relación con otros sistemas sanitarios de nuestro entorno es evidente. Que todavía queda mucho camino por recorrer lo es más aún.
La evolución de los grandes hitos (fronteras) en la atención neonatal (Kenner C, McGrath JM. Developmental Care of Newborns & Infants. Edited by Kenner C, McGrath JM. Mosby ed. St Louis MO. 63123. 2004.) ha sido efectiva casi de forma inmediata en nuestro sistema de atención y cuidados: maduración pulmonar con corticoides, modelos de ventilación mecánica, uso del surfactante, alimentación parenteral y enteral, etc. No obstante el acceso e implicación en los cuidados de los padres a sus hijos ingresados, la lactancia materna como mejor alternativa nutricional, los cuidados centrados en el neurodesarrollo, el método madre canguro, etc. han encontrado y siguen encontrando resistencias inexplicables en los modelos de cuidados a pesar de la evidencia científica que los sustentan e incluso de la legislación que los protegen.
Lamentablemente los resultados que el informe publica no sorprenden sino que confirman el conocimiento que ya tenemos de la situación actual. Las diferentes evaluaciones realizadas a consecuencia de la Estrategia de Atención al Parto Normal en el Sistema Nacional de Salud y las llevadas a cabo en las comunidades autónomas no difieren de forma sustancial en sus conclusiones.
En el caso concreto de Andalucía, comunidad a la que represento en este entorno, podemos asegurar resultados algo más favorables pero aún a cierta distancia de los objetivos propuestos.
La metodología de los estudios de evaluación realizados va a condicionar sin duda, y de forma importante los resultados. Encuestas y autoevaluaciones realizadas a los centros ofrecen una perspectiva autocomplaciente que difiere sustancialmente en sus resultados cuando se realiza una auditoria presencial e independiente de forma exhaustiva.
En el caso andaluz, las encuestas y autoevaluaciones realizadas muestran que en el 90% de los centros se aplica una política de puertas abiertas en las unidades neonatales. Que el 100% posibilitan la lactancia materna a demanda y que más del 70% realiza de forma reglada los cuidados canguro en sus unidades neonatales. Todo ello está recogido en sus protocolos. No obstante no estaríamos en disposición de asegurar estos resultados en caso de una auditoría presencial e independiente. Por una cuestión de prudencia elemental y de conocimiento de causa. No es oro todo lo que reluce. Las excepciones a lo recogido en los protocolos se convierten en algunos casos en algo más que excepcionalidad.
Espero que nadie piense que estoy tirando piedras a mi propio tejado o que no estoy siendo políticamente correcto. Sin dejar de estar muy satisfecho con lo realizado hasta ahora creo que aún queda un trecho importante por recorrer tanto para consolidar lo conseguido como para cumplir al 100% los objetivos propuestos.
Contamos en Andalucía con una legislación de las más avanzadas no sólo a nivel nacional sino también internacional con decretos como el 101/1995 que determina los derechos de los padres y de los niños en el ámbito sanitario durante el proceso del nacimiento y el 246/2005 por el que se regula el ejercicio del derecho de las personas menores de edad a recibir atención sanitaria en condiciones adaptadas a las necesidades propias de su edad y desarrollo.
Informes independientes, como el que nos ocupa, resultan imprescindibles para una correcta evaluación de situación. A ellos creo que hay que añadir la voz de las madres, los padres y las familias en cuanto a la calidad de la atención recibida y la satisfacción con la misma.
Y no puedo terminar esta nota sin realizar una reflexión acerca del modelo sanitario que puede imponerse si las reformas actuales acaban por consolidarse. Los resultados de las entidades sanitarias de gestión privada parecen estar mucho más lejos de los objetivos que nos proponemos. La medicalización en términos económicos resulta mucho más rentable para los centros que realizan conciertos. Y las alternativas humanizadoras pueden acabar siendo accesibles sólo a aquellos usuarios que puedan pagarlas con recursos propios. La ciencia y los derechos pueden ser utilizados tanto para disminuir desigualdades como para aumentarlas. El parto y el nacimiento no pueden convertirse en un negocio. Garantizar la mejor atención posible en base a la evidencia científica, el reconocimiento de los derechos y autonomía de usuarios/as debe ser prioridad del Sistema Nacional de Salud.
Un parto y nacimiento respetados deben seguir siendo nuestro común objetivo.
Un saludo
Francisco José Pérez Ramos
Coordinador del Proyecto de Humanización de la Atención Perinatal en Andalucía
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