La mayoría de médicos creo que prefieren hacer oidos sordos a este tema. Una vez comenté a una amiga pediatra estas cifras para que estuviera atenta a posibles somatizaciones que son muy frecuentes y que a menudo no parecen tener nada que ver, pero son señales a fin de cuentas. (Las lesiones de los casos más graves sí las tienen en cuenta, pero lo otro, tengo mis dudas) Su respuesta fue que, tras dos años trabajando "afortunadamente no le había llegado ninguno". Soy superviviente de abusos sexuales durante mi infancia, en mi caso "leves", pero sostenidos en el tiempo y con una situación emocional en casa que dejaba mucho que desear, lo que tampoco ayudaba. Ahora miro atrás y veo la cantidad de señales que daba mi cuerpo y que los médicos iban ignorando sistemáticamente, tomándolos como anecdódicos o "mala suerte". Si se conociera este tema un poco más y se tratara a TODAS las mujeres de forma respetuosa, la probabilidad de escarbar en la herida (probablemente reabierta en esos momentos) sería mucho menor. Y como bien dice Maria, cualquier tipo de maltrato, sea o no sexual (el abuso sexual sostenido no suele darse solo; una persona sana en otros aspectos tiene más posibilidades de hablar y frenarlo), lleva consigo unas secuelas muy dificiles de atravesar y toda mujer merece que desde las instituciones se propicie la sanación y no agravar el problema, como suele ocurrir. Mientras se siga mirando para otro lado, esto seguirá siendo un tabú silenciado y poco se podrá hacer por evitar más daño.