Curioso el comportamiento de quienes no respetan ni la condición de mujer ni la de madres (a veces nosotras mismas) y por supuesto de los que convierten una profesión de cuidado en una herramienta de agresión al ser humano. En Brasil, en Perú o en Cáceres.
Aprovecho para agradeceros vuestra labor, en 2010 tenía un bebé precioso y rozagante de 8 meses en brazos y mucho dolor, rabia y confusión en mi alma. Encontré vuestra página y apoyocesáreas. Encontré información y comprensión que no había ni soñado.
Hoy estoy a punto de parir sin miedo y mis sentimientos son de paz y entrega a lo que va a suceder y de apertura al bebé que ha confiado en mí para ser su madre, lo que incluye defenderle como una fiera si fuese necesario.
Ya no soy carne de cañón ni una yegua de vientre gracias a vuestra información, que hace distinguir entre lo que es necesario científicamente y lo que es folclore y malas costumbres respecto al parto, causadas por ignorancia (a veces propia), organización industrial y hasta comodidad ajenas.
Sois un muro fuerte formado por muchas piedras en el que apoyarse quien lo desee y lo necesite.
Algún día espero tener la fuerza para colaborar más con vosotras a que las madres de este pais sepan, decidan en libertad y sin mentiras ni miedos, sólo con amor.
Mil gracias.