Me metía a decir justo lo mismo.
Asistí a esta charla con la ilusión de que un hospital abriese sus puertas a las mujeres y una abogada de esta asociación, fui confiada, pensando que aquello sería un paraíso y salí enfadada, triste y muy asustada.
Francista estuvo muy bien, nos informó sobre derechos de la mujeres, la asistencia al parto normal... estuvo genial pero después empezó el turno de preguntas.
Empezó con una matrona diciendo que en ese hospital respetan los planes de parto, piden permiso y "hacen" partos normales pero que claro, todos los partos se tuercen. Me quedé alucinada, se formó un poco de revuelo y entonces modificó la afirmación: "Bueno, todos no, casi todos". Para empezar esta percepción del parto por parte de una matrona me asusta pero me asusta casi más que si mi parto pertenece a la mayoría de los que "se tuercen" deje de tener derecho a decidir. Pasaré a ser una espectadora de lo que pase.
Se habló de que obstetricia es el único servicio de urgencia real (y una uvi?) y se frivolizó preguntando sobre si creíamos que los familiares que esperaban fuera del paritorio tenían flores para enterrar a alguien.
Se habían aprendido muy bien las palabra clave: Respeto, empatía, información, parto natural... pero ni ellos mismo se creían lo que estaban diciendo. Yo quiero un parto NORMAL, no natural y lo quiero porque creo que es más seguro. Esto no es así en este hospital, hablaron de "renunciar a la seguridad". No, no estamos hablando de renunciar a nada! Y ahí, una vez más, sentí que entre risas, me estaban llamando suicida.
El jefe de servicio, también habló de demandas, de la necesidad de sus hijos de tener zapatillas y ropa de marca.... A mi todo me parece estupendo pero qué me dice de mi hijo, que pudo sufrir secuelas graves en su nacimiento? Podría no haber necesita zapatillas de marca sino muchas horas de logopeda y educador especial. ?Qué patraña me está contando usted?. Francisca la aclaró que esto no era así, ¡menos mal!.
Cuando parecía que ya nada podía ir peor, sale el tema de las episiotomías. La matrona le pregunta al jefe de servicio si había evidencia sobre si era mejor no hacer episiotomía. El jefe de servicio responde que no sabe. Sentí mucha vergüenza... no sabía si informar a los profesionales o dejar el tema pasar, contener la respiración y confiar en que nunca toparé con alguien que sabe si existe evidencia sobre las cosas que hace. El tema salió porque la matrona dijo que todas las episiotomías que se hacían eran necesarias "las matronas somos gente muy vaga que no quiere trabajar de más". No me explico porqué en algunos hospitales hay una tasa de episiotomía del 100%, si es que trabajan en ellos matronas trabajadoras o es que tienen la misma información que ella sobre la evidencia que existe de la episiotomía.
Se bromeó sobre una mujer que se había pisado el útero, mientras oía al jefe de servicio hacer este chiste, se me venían a la cabeza las viñetas de la SEGO y rabié... no podía ir peor.
Fue un monólogo sobre ellos, sus ansiedad, sus ganas de que todo acabara, su deseo de ver a la madre con el bebé en brazos y pasar rápido el "trago" del parto.... un resumen excelente de lo que hay en muchos hospitales y una pena enorme para la que vemos la espada de damocles encima de nuestros úteros y vaginas.
Seguro que han mejorado en los últimos años pero les queda muchísimo por mejorar. Espero de corazón que dejen de "hacer" partos y pasen a acompañarlos. Que actúen cuando tengan que hacerlos, que se tuerzan solo algunos partos, que todo el "yo" que oímos pase a centrarse en las necesidades de la mujer de parto y que las mujeres que se pasan por aquí, no piensen como yo que este hospital por hacer esta charlita, es amigo de nadie.
Gracias por abrirnos las puertas, pero por desgracia salí con la sensación de que las puertas no es lo único que nos abren.
Un saludo a todas.