5 años en búsqueda de un recuerdo
A menudo el duelo tras la muerte intra útero de un bebé se complica cuando no tuvo lugar una despedida, cuando los padres incluso ni llegan a ver a su hija o hijo una vez nacido, cuando no pueden sostenerle, abrazarle y besarle; cuidarle aunque sea por poco tiempo. Entre la falta de preparación del personal sanitario ante estas situación, las fuertes emociones y ciertos condicionantes culturales que persisten todavía, a veces no existen buenas condiciones para iniciar un duelo con el apoyo necesario. Al cabo de unos días, cuando la madre recibe el alta en el hospital, no solo le toca volver a casa con los brazos vacíos, sino además los padres tienen que pasar por un duelo a menudo complicado y sin tener recuerdos de su bebé.
Mientras en otros países es algo común crear una especie de “libro de recuerdos” (se guardan mechones de pelo, fotografías, huellas de pies y manos, etc.) durante la estancia en el hospital para los padres, aquí en España todo esto depende de la iniciativa del profesional sanitario de turno. Hay muchos pequeños proyectos, pero no hay formación general en este tema, ni protocolos nacionales de actuación que tienen en cuenta las necesidades concretas de padres y hermanos en estos momentos, especialmente para evitar un duelo patológico o incluso medicalizado.
Jillian Cassidy, una madre que ha pasado por esta situación en España, nos habla de un recurso poco conocido que puede ayudar en este duelo, y del que, por desgracia, rara vez se informan a los padres cuando inician este duro camino.
Resulta que los hospitales españoles están obligados a guardar las historias clínicas durante 5 años. Esto gana un significado muy especial en el caso de los bebés que mueren antes de tiempo; antes, durante o poco después del parto. Existe un detalle poco conocido, y es que en la anatomía patológica suelen sacar fotografías de todos estos bebés, y que son guardados en la carpeta de la historia clínica y la cual tienen derecho los padres a solicitar. ¡Es decir que sí existen fotos, recuerdos físicos de los bebés fallecidos!
En su blog “white clouds” podéis leer su relato “mil ochocientos setenta y siete días”, para entender mejor lo que significa pasar este duelo tan duro y específico y lo que supuso para ella, que no tuvo la opción de despedirse de su hija, poder ver fotos de ella años más tarde.
Jillian Cassidy es fundadora de la asociación Umamanita. Tienen un grupo presencial llamado GAP (Grupo de Apoyo a la Pérdida).
Para más información:
Umamanita, la página web oficial: http://www.umamanita.es, y también en facebook
Hola Luz Adriana
muchas gracias por compartir la historia de Pablo Antonio. siento mucho que tu hermoso hijo hay atenido una vida tan cortita.
comparto contigo mucho de lo que cuentas. mi hija Luna murió antes de nacer.
entiendo tus ganas de darle a Pablo Antonio hermanitos. entiendo también tu miedo. como tu misma has dicho, otro hijo será eso, otro hijo. nunca una persona puede reemplazar a otra. y el corazón de una madre, y el de un padre, crece con cada hijo. hay lugar para todos.
te mando un fuerte abrazo en este camino de duelo, dolor y sanación que estás recorriendo tan valientemente,
cheli