No es todo oro que reluce
[Imagen: Unidad de Parto en el Hospital de Manises, búsqueda google imágenes]
España poco a poco está subiéndose al tren para actualizar sus hospitales y clínicas, cada vez más consciente de la importancia del espacio físico dentro de los procesos asistenciales y curativos. Espacios que confortan en vez de agredir, que tranquilizan en vez de contribuir aún más al nerviosismo y la ansiedad.
En el caso de las maternidades, algunos centros ya se han propuesto el reto de proporcionar todo esto, y lo han hecho con Unidades de Parto nuevas.
Hace poco conocí la nueva Unidad de Parto en el Hospital de Manises. Allí se ofrece la “Casa de Partos dentro del hospital” (que, sin duda, ha quedado precioso y parece muy adecuado formalmente, aunque lo conozco solo de fotos) y suena muy bien todo, hasta que llegué a ver el listado de criterios de exclusión y contraindicaciones para poder usar esas habitaciones de parto.
Es muy extraño, porque el listado es mucho más extenso que en otros centros donde en sus Unidades de Parto (o como se llamen…“de Baja Intervención”, o de “Parto Normal” o sencillamente “de Parto”) atienden prácticamente todos los partos vaginales y encima tienen resultados envidiables de parto de las mujeres y sus bebés atendidos allí, aunque siempre sea mejorable, claro que sí.
¿Por qué no eliminar las coletillas, los adjetivos? ¿qué tal con llamarlo tan solo “Parto”, abrir el abanico, y permitir que se beneficien el mayor número de mujeres posible?
Que quede claro que aplaudo al proyecto en sí, el avance… pero animo a que los hospitales eviten hacer Unidades “exclusivas” para un grupo selecto y reducido de mujeres, para unas pocas que tienen la suerte de no ser clasificadas como “de riesgo” en algún momento de su embarazo, que encima según el hospital o profesional el término de riesgo puede variar mucho, por mucho que el Ministerio de Sanidad tenga clasificaciones claras de los factores de riesgo.*
Porque hoy en día no es nada fácil no presentar ningún factor de riesgo al final del embarazo: que si eres primeriza “añosa” con 40 años, o, por lo contrario, tienes una o más cesáreas previas a tu espalda, o una amenaza de parto prematuro, o ingresas con bolsa rota, necesitas una inducción por un CIR (Crecimiento Intrauterino Retardado), etc. He visto hasta “anemia leve” o incluso “estatura baja” como factores de riesgo, en fin.
En una Sala de Parto de una Unidad nueva dentro de un hospital tiene que caber la posibilidad de atender perfectamente cualquier parto vaginal, aunque sea necesario el uso de instrumental, aunque la mujer haya pedido la epidural, aunque el niño sea de 35 semanas, y aunque estamos ante un caso de parto después de cesárea, etc.
Siempre me ha parecido interesante la relación entre el espacio físico y los resultados obstétricos. Cómo influye el hecho de que el profesional tenga un lugar de descanso, la persona acompañante un lugar donde sentarse, la mujer una ducha generosa con una silla para aliviar la fase de dilatación, cómo cambia el ambiente en la sala cuando hay luz natural, aislamiento acústico y no están los cubos de basura a la vista, etc. Diría que una mujer “clasificada de riesgo” tiene derecho a disfrutar de las mismas condiciones ambientales para parir que otra mujer “de bajo riesgo”. Un factor de riesgo requiere cuidados adicionales, no estrés adicional. Es más, cuando una mujer presenta algún factor de riesgo necesita aún más tranquilidad, intimidad, respeto y tiempo y por tanto el espacio adecuado.
La pregunta es, pues, si merece la pena tanta inversión, para que sólo pasen por el filtro una minoría de las mujeres embarazadas.
¿No nos hace pensar el hecho de que se atienden partos después de una o más cesáreas en una Unidad y en la otra no aceptan ni mujeres con rotura de bolsa, teniendo en ambos casos quirófano, anestesista y banco de sangre a mano?
Sigue siendo muy importante informarse previamente de las condiciones y limitaciones de las distintas Unidades de Parto, aun cuando el nombre sugiera que la mujer será tratada de otra manera, para valorar si los criterios de exclusión del centro al que se acude siguen transmitiendo el enfoque de riesgo en los partos, o no.
Quiero reivindicar desde aquí la necesidad de un espacio adecuado para TODAS las mujeres parturientas. Cada mujer se merece lo mejor y si un hospital puede ofrecer espacios actualizados, lo debería hacer para todas las mujeres.
* [Ver Maternidad Hospitalaria Estándares y Recomendaciones/ Anexo 2. Identificación del riesgo, páginas 169-171]
Para leer más:
- Ejemplo de buenas prácticas: transparencia en obstetricia en el Hospital Universitario de Torrejón
- Ejemplos de buenas prácticas en obstetricia: la Unidad de Parto en el Hospital HM Nuevo Belén de Madrid.
Por Mónica S.