Despedir a la hija única
23 de Septiembre de 2014
Estoy de 32 semanas y no puedo evitar que, junto con toda la alegría que me trae la cercanía del momento de dar a luz, se me eche encima la sensación de que se me escapa mi hija única, que ya nada volverá a ser como antes, que no le podré prestar la misma atención ni tener el mismo tiempo de calidad con ella. Le debo tanto a mi hija que ya va a cumplir 4 años en diciembre... Pero cuando los cumpla el nuevo bebé estará aquí. Será muy pequeño y... bueno, que se me escapa mi hijita única. Mi niña es muy especial ¿quién no lo es?, ¡pero es que es verdad! Tiene una imaginación desorbitada que vuelve locos a educadores y profesores en el colegio porque apenas son capaces de seguirla, alegre y feliz, que no quita que como esté cansada o de mal humor saque un carácter de mil demonios, y por supuesto tiene unas salidas divertidísimas que me matan de risa. Es muy expresiva, si algo le gusta mucho no puede evitar querer abrazarlo y besarlo, ayer mismo lo hizo con un coche aparcado en la calle porque era de color violeta y le pareció genial, así que le plantó un beso y le dijo que era su coche favorito, es una niña que va arrancando sonrisas por donde pasa.... Hoy mismo al ir al baño en la oficina donde trabajo me ha sacado una sonrisa porque me he encontrado en mi barriga una pegatina azul; se la ha regalado a su hermanita y ahí me la he dejado todo el día. Ella tiene todo lo claro que se puede tener con 3 años que en noviembre su hermanita "se escapa" de la barriga y que la tendremos que cuidar. Hay juguetes que aparta para ella. Cuando algún zapato no le cabe, ya se lo está guardando, la cuna la ha abarrotado de peluches para ella y cuando el bebé llegue "le hago un hueco", y como alguien simplemente la mire en la calle ya se arranca a explicar que mamá tiene un bebé en la barriga y ella es la hermana mayor... lo que me motiva a escribir es que a veces me encuentro pensando: si es que esto se acabó, que yo no sé si voy a cambiar felicidad por estrés, ¿me la voy a perder? Supongo que como siempre todo encontrará su sitio y confío en, de alguna manera, no tenga que bajar todavía de la nube de los preciosos 3 años de mi hija. 9 de marzo de 2015 Nació Lara en noviembre y todavía te observo al detalle para encontrar los temidos celos. Pero sólo veo a una niña feliz con su hermana. Lara nos lo pone facilísimo, es un bebé tranquilo y tan alegre que es difícil ponerle alguna pega. Tú, con tu imaginación siempre desbocada, la arrastras en su hamaca por toda la casa para tener un testigo de tus juegos, oyes frases enteras donde los demás solo oímos gorgoritos, te partes de risa con sus caritas, y a todo el mundo le cuentas que “se llama Lara aunque mejor llamarle 'gurripina'”. Cuando Lara llora, me preguntas si es tu culpa con esos ojos inmensos, cuando meriendas y Lara te mira, le dices “ay no Lara, tú sólo puedes comer pechos”. Lara sólo tiene ojos para mi, hasta que apareces tú en escena. Te mira y te remira y no hay cosa que más le anime a ella que el que te acerques, que sueltes una de esas risotadas desde tu burbuja de juego, el que le metas debajo de la mesa para jugar a las casitas. Has preparado tantas veces su cuna –llenándola de todo tipo de cachivaches - para que la lleve ya a tu habitación contigo... Sí, sí y mil veces sí, a ti, a las dos. Es verdad que te he hecho grande, es inevitable, ¡ cómo has crecido! pero he tenido la grandísima suerte de que me lo pongáis tan fácil las dos, que hoy por hoy hasta puedo decir que todo es más fácil con dos que con una... Porque Lara te ha dado un sentido de utilidad, de cuidadora, de mayor, que antes no tenías y te veo muy volcada en tu papel. Derrochando alegría. No había por qué tener miedo. Soy inmensamente feliz. Por Elena L. Publicado originariamente en el foro ApoyocesáreasSara me alegro mucho que estés tan feliz, las mamás tandem tenéis un mérito especial :)
No entendí lo de ser chicos los dos, sorry.
Muchas gracias!
Sandra, enhorabuena, qué poquito te queda!!!
Espero que tu niño grande te sacuda los miedos igual que hizo mi niña cuando pasamos de ser 3 a ser 4. Confía en él y, fácil o difícil, vais a encontrar el camino.
Un abrazo grande y gracias.
Montse, es de esperar que a lo largo de nuestra vida familiar surjan diferentes retos, conflictos, ... confío en nuestra capacidad para poder pasar por ellos! El espacio y atención que ahora reclama el bebé nuevo (en lo físico y emocional) me parece un reto tremendo para mi hija mayor, y me maravilla ver cómo lo ha integrado. Esto es lo que quise reflejar con esta entrada: el gran alivio que yo he sentido al ver que mi vínculo con la mayor, no sólo no se ha perdido con la llegada del nuevo bebé, si no que se ha visto reforzado.