Balance 2021: un antes y un después en la lucha contra la violencia obstétrica
El año 2021 ha estado claramente marcado para El Parto es Nuestro por dos grandes acontecimientos:
- La persistencia de la pandemia y el impacto tan negativo en nuestros derechos sexuales y reproductivos (y hoy en día incluso derechos fundamentales),
- y el reconocimiento de la existencia de violencia obstétrica a raíz de la propuesta de inclusión en nuestro ordenamiento jurídico de este término. Un reconocimiento que avala el dolor y sufrimiento de las mujeres, así como el trabajo realizado por El Parto es Nuestro para su visibilización y erradicación.
La inclusión de este término en la propuesta de reforma de la Ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, ha suscitado un amplio rechazo por diversas entidades: desde la SEGO que ha “debatido en profundidad la injusta situación en la que se encuentran por los ataques recibidos sobre lo que consideramos la mal denominada “violencia obstétrica””, hasta el CGCOM que la ha calificado de “concepto muy desafortunado”, todos sin un ápice de autocrítica y reflexión ante la evidencia de la existencia de este tipo de violencia hacia las mujeres, denunciada incluso por organismos internacionales (OMS, ONU, CEDAW, UE).
Cerramos este año sabiendo que son parte de este problema y no quieren formar parte de la solución.
La Violencia Obstétrica ha alcanzado programas prime time en televisión donde se ha dado voz a cientos de mujeres que han vivido esta violencia en primera persona, así como a aquellas que llevan un largo recorrido luchando por la visibilización y erradicación de esta forma de violencia machista. Diversos medios, periodistas, programas, han contactado con nosotras para solicitar testimonios y voluntarias que sirvieran de reflejo de esta realidad.
Haciendo un balance y repaso de este 2021 nos gustaría resaltar los diferentes hitos que hemos vivido.
La situación pandémica ha seguido marcando muchas de las acciones que hemos llevado a cabo este año, que lejos de mejorar no han hecho más que poner de manifiesto la tremenda vulnerabilidad que sufrimos las mujeres en nuestros procesos de embarazo, parto y postparto ante cualquier crisis, en este caso, sanitaria.
En wnero, el Parlamento Europeo publicó su resolución “sobre la estrategia de la Unión para la igualdad de género” donde marcaba, entre otros, objetivos para la erradicación de la violencia obstétrica. Una declaración de intenciones que esperamos que marque la línea de trabajo a seguir para su erradicación en nuestro país.
A través de la campaña “Haloperidol en el parto NUNCA MÁS” hemos denunciado el uso del Haloperidol, un potente fármaco neuroléptico y antipsicótico, un tranquilizante mayor en nuestros partos. Un ejemplo extremo de violencia obstétrica.
Hemos divulgado, informado, acercado a través de jornadas on line (con más de 2000 visualizaciones), participado en seminarios internacionales, talleres, foros de debate dentro del Instituto de las Mujeres, grupos de trabajo en el Ministerio de Igualdad, sobre las diversas formas y secuelas de la violencia obstétrica.
Volvimos a gritar muy fuerte ¡Que NO os separen!, tampoco con COVID, tampoco en la UCI. La OMS que desde el inicio de la pandemia ya señaló que no había razón para separar a las madres de sus bebés recién nacidos incluso si las madres sufrían COVID-19 , y aún tenemos que seguir recordándolo a día de hoy…
A ritmo de la pandemia trabajamos para que las mujeres embarazadas pudiéramos entrar acompañadas al seguimiento de nuestro embarazo, parto y posparto, preparando la campaña #NoEntresSOla. Situaciones inaceptables que no se ajustaban (ni se siguen ajustando) a las recomendaciones de la OMS, ni a las recomendaciones de las Sociedades Científicas de profesionales que atienden a la maternidad (FAME, SEGO), ni a la Ley General de Sanidad, ni a las leyes sanitarias de las distintas Comunidades Autónomas.
Tras una macroencuesta realizada en nuestras redes sociales, el panorama que pudimos reflejar en “el mapa de la vergüenza” fue desolador. Casi un 90% de los centros sanitarios de este país NO permitían la entrada de un acompañante tras un año de emergencia sanitaria, ni los protocolos ni las medidas se adaptaban para dar respuesta a dicha aberración y vulneración de derechos.
Todas estas prácticas, y otras muchas más, quedaron reflejadas en el informe que presentamos en junio de 2021 sobre Atención al parto en España y Covid-19.
2021 también trajo consigo la creación de una red de apoyo con el objetivo de ayudar a los profesionales de la salud a facilitar una experiencia de maternidad positiva en mujeres diagnosticadas de cáncer para mejorar la experiencia de maternidad de las mujeres afectadas por este diagnóstico.
En el mes de septiembre socias y profesionales de El Parto es Nuestro se reunieron con la Ministra de Igualdad y la directora del Instituto de las Mujeres para pedir que las recomendaciones de la Estrategia de Atención al Parto Normal sean algo más que recomendaciones.
Se habló también de las acciones que proponemos en el marco de la modificación de la Ley 02/2010 sobre salud sexual y reproductiva y sobre la inclusión de la violencia obstétrica dentro de ella.
Un día de reconocimiento al trabajo realizado por años por parte de mujeres, activistas y voluntarias de El Parto es Nuestro, así como a todas las mujeres que han sufrido violencia obstétrica.
Durante este mes, y tras la celebración de la primera Asamblea de socias (ordinaria y extraordinaria) post-pandemia (online), una nueva Junta Directiva comenzó su andadura en nuestra asociación.
En noviembre repetimos una y otra vez “Esto ES violencia Obstétrica”, la campaña enmarcada dentro del 25N de visibilización y denuncia de las situaciones que llegan a nuestra asociación día tras día y que dan cuenta de que la violencia obstétrica sigue muy presente en la atención al parto en nuestro país.
En el año 2021 hemos luchado para que la V.O. deje de estar normalizada y extendida en la preconcepción, concepción, embarazo, parto, postparto (lactancia), puerperio y, en definitiva, en nuestra maternidad.
Este 2022, seguiremos luchando, apoyando y gritando, que El Parto siempre será Nuestro.
PD. Si quieres contribuir a un futuro donde todos los partos y nacimientos sean respetados, asociate a El Parto es Nuestro