Angela Mueller
15 Sep 2012
  •  
5 comentarios

No es justo. Sobre la equidad en la atención al nacimiento.

Que vaya por delante que en esta asociación se lucha para que todos los bebés tengan un nacimiento respetado y todas las madres un parto sin intervenciones innecesarias. Y que quede claro que estas líneas no van sobre los deseos de una madre -deseos que son todo menos caprichos, por mucho que se empeñen algunos en intentar hacerlo parecer así-, sino, en primer lugar, sobre las necesidades más básicas de un recién nacido.

Estos últimos días en la lista interna de socias hemos sido testigos casi en directo de la historia de una de nuestras compañeras. Tras romper aguas de forma prematura, justo en la semana 35, casi 36, la mujer acudió al hospital más cercano. Tras muchas horas finalmente el bebé nació por cesárea. No solo nació sano sino también bien de peso, teniendo en cuenta su semana de gestación: 2,450kg. Hasta aquí todo bien, aparte del susto inicial.

Pero resulta que, a pesar del buen peso del niño, de no presentar problemas respiratorios ni precisar tratamiento farmacológico alguno, queda ingresado en la UCI neonatal. No dan muchas explicaciones. ¿Y ahora qué? Tenemos a una madre que quiere estar con su hijo y a un bebé recién nacido al que le niegan el derecho de estar cuidado por su madre y por supuesto, su padre.

A los padres les cierran las puertas.

Pero resulta que estos padres sí conocen sus derechos, saben qué opciones tienen y cuentan con el respaldo de otros profesionales sanitarios que conocen y el apoyo de otras madres de la zona. Se informan, evalúan sus posibilidades y finalmente deciden pedir el alta voluntaria para su hijo porque es la única manera que tienen de poder realmente estar junto a él. En este caso, el bebé pasa a estar en planta con la madre. Tras muchas horas de separación, por fin el bebé llega a la habitación y la madre puede amamantarle y cuidar de su hijo. Bien.

Por muy contenta que esté por esta madre, no puedo evitar pensar a la vez en cualquier otra mujer que no tenga esa información y apoyo de su pareja y otras personas, porque ella seguiría separada de su bebé en la misma situación, por falta de información, por miedo, por falta de apoyo y de concienciación o simplemente porque no domina el idioma... ¡Qué injusto!

Imaginemos por unos momentos a una madre "no informada". Seguro que tiene exactamente las mismas ganas de estar con su hijo que una madre "informada". Pero ella, sin embargo, no puede ejercer su derecho, ni su hijo disfrutará de su madre como este bebé.

Así que nos encontraríamos ante el siguiente panorama (lo he visto tantas veces ya...):

El bebé recién nacido solo en neonatos, la madre tal vez puede acceder a verle, tal vez no, depende de si el centro maneja protocolos obsoletos o actualizados. Luego el bebé comenzará a presentar síntomas físicos por la separación de su madre: empezará a perder peso, y entre que es prematuro y que ha nacido bajo de peso, pues le costará mucho volver a su peso de nacimiento. La falta de contacto corporal, falta de caricias, falta de la voz y del olor de su madre, supondrán más estrés añadido de manera innecesaria. Luego vendrán los biberones y chupetes. Este bebé lo que busca de manera instintiva es el pecho de su madre, no un chupete, y menos un biberón. Más llanto... Peor sueño... En fin, así se puede tirar una semana, tal vez diez días, o incluso dos semanas... Tal vez cogerá una infección de la propia unidad que precise tratamiento con antibióticos, será cosa de suerte.

En cualquier caso el daño está hecho. Este bebé ya se ha perdido estos primeros días tan importantes con su madre, ya le costará el triple comenzar a crear este vínculo vital, ya ha estado expuesto a todo tipo de bacterias y posibles infecciones, y además todo esto sin poder tomar calostro, esa “vacuna” tan esencial. La ansiedad de su madre por la separación también le puede dañar, porque afecta a la subida de la leche y puede causar sentimientos de culpabilidad en ella, entre otras cosas. Tal vez la lactancia se vaya al carajo, quién sabe.

¿Por qué hay unidades neonatales donde los padres pueden acompañar y cuidar a sus hijos prematuros o enfermos las veinticuatro horas, cogerles en brazos y estar con ellos aunque lleven respiración asistida, y a la vez tenemos centros que ingresan bebés sanos y encima les separan de sus madres sin indicación médica?

¿Por qué se siguen sin respetar las primeras necesidades de todo recién nacido?

aida (unverified)
16 Sep 2012
Dónde puedo encontrar información sobre la atención en la unidad de neonatos del Hospital de Cruces (Barakaldo)? En la página del propio centro no he encontrado los protocolos al respecto. Eskerrik asko. Un saludo
Angela Mueller
17 Sep 2012
Aida, en esta sección saldrá en breve información básica sobre este hospital: https://www.elpartoesnuestro.es/informacion/campanas/unidos-en-neonatos-no-nos-separes-es-una-cuestion-de-salud Para más detalles mejor que llames o escribes directamente al hospital, o preguntes a Joana y Edurne del Grupo Local de Vitoria: vitoria@elpartoesnuestro.es. Un saludo, Angela
DUE neonatología (unverified)
17 Sep 2012

Enviado por DUE neonatología (no verificado) el

Enlace permanente
Sinceramente, pienso que lo mejor es un hospital de puertas abiertas donde no haya horarios y los padres puedan estar las 24h del día con su bebé, y es por lo que estamos luchando en nuestro hospital. Así mismo opino que un bebé prematuro, de 35-36 semanas de gestación, esté bien o no de peso, no debe estar en planta sin una vigilancia continua y completa por profesionales, porque como ya sabréis por debajo de las 37 semanas de gestación se trata de bebés pretérmino, sin llegar a ser prematuros, pero tampoco a término (según la jerga médica y todas esas cosas), y son bebés que pueden tener cualquier complicacion en cualquier momento, siendo la más común y la más grave una apnea, no detectable sin un pulsioximetro (minimamente), y cosa que en planta junto a su madre, si el bebé duerme placidamente en su cunita, nadie se da cuenta hasta que tienes que correr con un bebé que tiene un color "raro". Soy totalmente partidaria de la lactancia materna, y lucho en pro de ello, pero por favor no lleguemos a extremos donde nos jugamos la vida de un pequeño por tener un pensamiento y una mentalidad cerrada. Sí a la cohabitacion con el pequeño, aunque pese 1'5kg, que en mi hospital se hace, pero eso sí, en la unidad de neonatología, con un monitor y una vigilancia.
Nuria Martínez Lozano
19 Sep 2012
Un pulsiometro es un aparatito muy útil, que tiene la ventaja de poderse usar en la planta. No creo que una madre ponga en riesgo la vida de su hijo por pura cabezonería o cerrazón. Es maravilloso oír que hay en España unidades con puertas abiertas y cohabitación. Espero que en unos años todos los hospitales entiendan la importancia que tiene la no separación de bebes y mamas.
María (unverified)
21 Sep 2012
Volvamos a darle la vuelta al argumento de quién pone en riesgo la salud: si está archidemostrado que un bebé prematuro está mejor con su madre, por razones objetivas de salud y desarrollo, impedirlo es jugar con la salud de los niños, es ponerles en riesgo. Un bebé solo de 35, 36 semanas en una incubadora, que está bien de peso, está mejor junto a su madre, ese bebé tendrá menos complicaciones, madurará antes. Si no se permite esa oportunidad a madre y bebé, entonces se está negando al bebé la posibilidad de estar más sano, luego se le está poniendo en riesgo. Así que los responsables de los riesgos no son siempre las mamás extremistas, al contrario. Por cierto, ese bebé no durmió en una cunita en la habitación, estuvo pegado al pecho de la mamá todo el rato, así que seguro que en esta posición, una madre nota la apnea. Donde nadie la nota es si el bebé está solo en una caja de plástico.