Atender un parto como quien hace el amor
No siempre hace falta una conversación de horas para revelarse y descubrir al otro. A veces, una frase, un gesto o una expresión delatan intenciones y actitudes que, de otro modo, permanecerían ocultas.
Gabriella nos contó, hace ya algún tiempo, esta anécdota que vivió en primera persona y que a mí me resulta muy representativa del modo en que algunos profesionales sanitarios entienden su trabajo y su relación no solo con el paciente, sino con las mujeres en general, sea en calidad de usuarias o de pareja.
Recuerdo esta conversación de hace tres años, comiendo en un restaurante con unos buenos amigos: ella matrona y el ginecólogo.
Hablábamos -¡cómo no!- de partos, de formas de acompañar en un parto, de partos en casa (oficio de ella) vs. partos hospitalarios (oficio de él)... Yo más bien callaba y me divertía un mundo con estos dos "fenómenos" sentados frente a mí...
- Si es que a mí me gusta hacer partos y, de verdad, las mujeres se quedan muy contentas...- dice él.
Ella deja un silencio prudencial, busca un tomate cóctel entre las hojas de la ensalada que tenía en su plato y se lo lleva muy despacio a la boca, cerrando los ojos… Los abre, levanta una ceja y mira directamente a los de él:
- Dime una cosa... ¿Tú cuanto tiempo necesitas para hacer el amor con una mujer?
Él casi se atraganta con una patata frita demasiado puntiaguda y balbucea:
- Bueno... Depende...
- ¿Depende de qué?
La réplica llega (demasiado) rápido y en tono gracioso:
-¡Depende del tiempo que tenga!
Silencio. Laaargo silencio y patada de ella en mi pierna bajo la mesa...
Ella levanta la mirada del plato y la dirige firmemente a sus ojos:
- El día en que logres hacerle de verdad el Amor a una Mujer, más allá de hurgar en la sacralidad de su Vagina buscando el placer rápido y efímero, te garantizo que te quitarás el reloj y solo así podrás disfrutar del milagro de hacer el Amor. A partir de este día es muy probable que empieces a notar un cambio radical también en la calidad de la atención al parto que brindarás a una Mujer y quedarás extasiado frente al milagro del nacimiento.