En mi pueblo se llama violación...
Ella llora. Él sonríe y le dice que no será nada. Ella está desnuda, se siente frágil y vulnerable. Él mete la mano en su vagina a pesar de que ella le pide que no lo haga. Él no la escucha. Sigue su ritmo mientras ella grita. Le duele. Ella le exige que no la toque, que la deje en paz. Que saque la mano de su vagina. Se lo suplica. El no la escucha y le ordena que se calle.
Luego viene otro y hace lo mismo. Y otro... Terminan. La dejan sola. Llora. No es una violación. Está de parto. ¿No es una violación?
Clara
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Carta a mi amiga
Por Paula
Querida amiga:
Necesitaba escribirte, necesitaba tenerte cerca durante este rato y poder desahogarme contigo, como antes, como siempre.
Hoy me siento muy mal. Hoy una amiga me ha contado cómo fue su parto y hemos llorado tanto, las dos...
No consigo alejar de mi cabeza su mirada de pavor cuando me contaba cómo una tras otra las ginecólogas (una titular y dos estudiantes) durante cada exploración le metían la mano en su vagina y cómo ella se partía de dolor. Cómo les pedía, les suplicaba que no le metieran de nuevo la mano, que necesitaba un descanso, que le dolía mucho, pero ellas volvían a hacerlo, una y otra vez...
Y se me queda ese regusto amargo ante la pregunta: ¿Cómo se le llama al hecho de que tú pidas por favor que una mujer (o un hombre) no te metan "por ahora" nada por la vagina y él/ ella haga oídos sordos? ¿eso no se llama violación? ¿y si no lo pides una vez, si no dos o tres y a distintas personas y ellos hacen oídos sordos? ¿eso no se llama violación colectiva? ¿es que cuando lo hace alguien con la bata blanca no se denomina así?
Esta mujer es una mujer informada, que sabía cuales eran sus derechos y los de su hija, que sabía cómo una mujer puede parir si le dejan tranquila y que era consciente de la suerte de parir en un hospital por si alguna cosa mala ocurriese. Lo que no sabía era que la iban a violar. Ella no empleó esa palabra, claro, pero es la única que a mi me sale. Y esta mujer informada no pudo defenderse, ni ante las faltas de respeto verbales ni ante las heridas físicas.
¿De qué vale pues que una mujer se informe, que haga un máster en embarazo, parto y posparto? ¿de que le sirve pasarse su embarazo buscando hospitales más respetuosos? ¿de que sirve tener una matrona de confianza o una doula si cuando tu parto soñado se trunca en cuanto entras a este matadero, a este violadero? Se me encogen las entrañas, amiga mía...esta mujer podía ser yo, o Sara o tú...
Algunos profesionales que en otros momentos hablaban de partos naturales como de una vuelta a las cavernas decían hace días que pedir una cesárea o tratar de adelantar el parto para parir antes del 31 de diciembre y conseguir el cheque era una aberración, y detallaban uno por uno los peligros de las inducciones, las probabilidades de acabar siendo un parto instrumental, episiotomías y cesáreas... y ... ahora que es políticamente correcto no hacer las inducciones, se basan en esos datos... doble rasero. Lo que no dicen es que en casi todos los hospitales españoles se induce de uno u otro modo si el parto no prospera en los tiempos que yo digo... (y estos dependerán de si me toca cambio de turno, si me voy de puente, o sé que tengo otras parturientas esperando...)
En estas manos estamos... menos mal que el personal cada vez está más concienciado, menos mal que cada una de nosotras va poniendo la semilla de esto cada vez que alguien nos pregunta o sale el tema... ¿pero vale de algo si profesionales reconocidos mantienen este doble rasero según sean las madres o los ginecólogos los que quieren adelantar partos por razones que no son médicas?
Ahí dejo estas palabras, querida amiga, y es que no sé porqué me sentí tan violada al escuchar esta historia; tal vez porque simplemente soy mujer y al ponerme en la piel de esa mujer noté todas y cada una de las veces que metían la mano en su vagina y cómo esa vagina, ese cuerpo entero ponía resistencia a esa violación... y cómo te quedas después, al comprobar que de todas maneras te han violado y que nadie te va a creer...
Te abrazo, como abrazo a estas mujeres...
¡Madre mía! pero cómo se puede vivir algo asi en una revisión ginecológica!!. Vergonzoso.