Al foro
SUA (de apoyo a padres y madres que sufren la muerte gestacional y perinatal) llegan a menudo lamentos no sólo por haber perdido al bebé, lo más doloroso, sino además su cuerpo, hecho que produce a las madres y padres una gran angustia y un sufrimiento añadido.
Daniela, la mamá de Sara, nos dice: “el cuerpo del bebé ha sido cremado sin dar mi consentimiento, sin ser informada... Ha sido como perderla de nuevo. Sólo tengo ganas de gritar lo más alto que pueda, para que no se quede nadie sin saber que los bebés que perdemos antes de tiempo siguen siendo nuestros, y nosotras seguimos siendo madres y que los profesionales médicos, en centros privados o públicos, y la administración tienen que tenerlo muy en cuenta. Ya que perder un embarazo es un hecho no tan infrecuente, se debería establecer un protocolo bien claro para que se nos pueda dar apoyo en esos momentos tan críticos. Que se nos informe adecuadamente y participemos activamente en las decisiones que se deban tomar.”
La abogada Francisca Fernández Guillén aclara que los meses de gestación o el peso no son razón suficiente para que un centro decida sobre el destino de un cuerpo que, en su opinión, pertenece a la familia y que tiene un valor espiritual (art. 16.1 de la Constitución española) y cuya disposición afecta a la intimidad personal y familiar (art. 18.1 CE) y que los centros deben informar sobre el destino que quieren dar a los restos y pedir el consentimiento expreso y específico de la familia para disponer de él.
En definitiva, existen argumentos de rango constitucional contrarios a cualquier reglamento u ordenanza que decida el destino de un cuerpo en función de gramos o días de gestación. Cuando una actuación administrativa contraviene la Constitución, se puede reclamar en vía administrativa y posteriormente demandar ante los Tribunales, incluso si existen ordenanzas o reglamentos o leyes que avalan la actuación, "porque la Constitución tiene rango superior y las normas inferiores no pueden contravenir principios constitucionales”.
Pocas familias tienen la capacidad de reacción y la mente clara para pedir el cuerpo del bebé a tiempo en estas circunstancias. Aún es frecuente escuchar que tuvieron que decidir entre recuperar el cuerpo o hacer la autopsia, ya que les decían que una cosa o la otra... Esto es impensable fuera de la muerte intrauterina.
Desde la asociación SUA nos unimos al grito de estas madres y estos padres. Es urgente parar de perder bebés “por segunda vez”.
Qué menos que disponer del cuerpo para proceder según las creencias de cada familia
