Observatorio de la violencia obstétrica
27 Nov 2017
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6 comentarios

Dónde mueres, por qué mueres

Desde El Parto es Nuestro queremos ofrecer todo nuestro apoyo a la mujer que ha perdido recientemente a su hijo en el hospital de Cruces, Barakaldo, tras recibirlo en casa, en La Rioja.

Así mismo, lamentamos el trato mediático carente de respeto con el que algunos medios locales se han hecho eco de la noticia, enturbiando el proceso de duelo de la familia.

Ante las palabras del presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), Txanton Martínez-Astorquiza, jefe de la misma especialidad del hospital de Cruces, recogidas en el Diario Vasco, El Parto es Nuestro y su Observatorio de la Violencia Obstétrica, nos vemos en la obligación de reclamar rigor informativo, basado en la evidencia científica y la excelencia clínica.

El Parto es Nuestro no defiende ninguna opción de parto respecto a otra. Abogamos por el derecho de toda mujer a decidir la opción de parto que más le convenga, en virtud de la Ley de autonomía del paciente y de los derechos recogidos por Corte Europea de Derechos Humanos.

Declaraciones como las vertidas por el doctor Martínez-Astorquiza, tales como «Dar a luz en tu domicilio es jugártela, hoy en día carece de todo sentido» presentan el fallecimiento del menor no como fruto de unas circunstancias determinadas y excepcionales, sino como consecuencia de la atención domiciliaria en sí.

«No me atrevo a decir que el parto en casa debería estar prohibido, porque vivimos en un país libre. Pero me parece mal, porque no estamos preparados para atender en un domicilio las posibles contingencias sanitarias que pueden darse en una urgencia de este tipo. Ni en Euskadi, ni en España, ni en la mayoría de los países europeos», declara el doctor Martínez-Astorquiza en el Diario Vasco. Sin embargo, que el parto en casa es tan seguro como el parto hospitalario lo avalan todos los estudios que se han hecho al respecto (valgan como muestra los realizados por el Royal College of Obstetricians and Gyneacologists de Reino Unido o The Society of Obstetricians and Gyneacologists of Canadá, por ejemplo).

Dice el doctor Martínez que «uno de los países donde más abortos y muertes de recién nacidos se producen en la UE es Holanda, cuna del parto a domicilio, donde mueren diez de cada mil bebés entre la semana 22 de gestación y la siguiente al nacimiento. En España, como en Suecia, son menos de cinco». Sin embargo, esas cifras no nos hablan de la seguridad del parto hospitalario en contraposición al parto domiciliario, porque se refieren al conjunto de nacimientos sin especificar dónde tienen lugar.

En España no conocemos realmente las tasas de mortalidad perinatal dado que carecemos de un registro hospitalario adecuado (en el INE [Instituto Nacional de Estadística] existe un importante subregistro de muertes fetales y neonatales). A ese desconocimiento contribuye también, en palabras del investigador Paul Cassidy, la inexistencia de un centro dedicado a la epidemiología perinatal a nivel nacional. Tampoco hay acuerdo respecto a qué se considera una “muerte perinatal”, ¿desde la 22 semana de gestación o desde la 28? Si el bebé muere inmediatamente después de haber nacido sí, pero ¿y si muere diez días después por las secuelas del parto? ¿Se contabiliza también como muerte perinatal? Como han señalado diversos estudios, se estima que el infraregistro de las muertes perinatales en España podría ser del 30%. Esto quiere decir que cuando en nuestro país alguien presume de cifras de mortalidad perinatal, sencillamente está hablando de algo que no se conoce.

En el hospital de Cruces, como en cualquier otro hospital español, se producen algunas muertes maternas y fetales al año (pocas, afortunadamente, igual que en el parto domiciliario). Y a ningún periodista o a ningún profesional, se le ocurriría achacarlo al parto hospitalario en sí o culpabilizar a las víctimas por haber elegido parir en un hospital, o por haber dejado que les pongan oxitocina sintética sin necesidad, realizado la maniobra de Kristeller, por haber obligado a la mujer a parir tumbada o por todas esas rutinas hospitalarias que, desde hace años, la evidencia científica viene rechazando.

De la misma manera, las mujeres y familias que eligen la atención al parto en el domicilio, son merecedoras de respeto hacia su decisión y hacia su dolor.

La muerte de un bebé es individual, social y profesionalmente devastadora. Aprovechar la ocasión para hacer manifestaciones que carecen del más mínimo rigor y sólo nacen del prejuicio y la ideología personal está fuera de toda ética. Culpabilizar a una mujer informada de la muerte de su hijo por decidirse por la opción de parto domiciliario, en un momento de máxima vulnerabilidad y dolor, hablando desde la posición privilegiada de presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, supone un ejercicio de violencia institucional contra las mujeres.

Por todo ello, solicitamos al Sr. Txanton Martínez-Astorquiza, presidente de Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, la retractación pública de sus palabras e instamos a los periodistas que redactan este tipo de noticias (como lo ha hecho en este caso concreto al que nos referimos el Sr. Fermín Apezteguia del periódico El Correo), a ofrecer datos objetivos y verídicos y a que, en consecuencia, cumplan con las normas más básicas y elementales del periodismo para informar adecuadamente a sus lectores, evitando crear gratuitamente alarma social por dar una opinión sesgada y sin fundamento, presentada de manera sensacionalista.

Sussana (unverified)
27 Nov 2017
Tienen mucho que callar, éstos de la SEGO, pero perder la oportunidad de abatir moralmente a las madres, eso no lo harán, qué va... Ánimo a la familia, más que esa madre no lo querían al bebé ni Txanton, ni Fermín, ni todos los haters de las decisiones basadas en la evidencia científica del parto.
Maghfud (unverified)
27 Nov 2017
Gracias compañeras por desmentir despropósitos, tenía necesidad de saber y contrastar los datos aportados en el artículo y lo habéis hecho por mi.
Valeria (unverified)
27 Nov 2017
Sin vergüenzas! Solo un ser Tan despreciable como estos podrían abrir fuego contra el dolor de una madre que a perdido a su pequeño. Esta familia lo que merece es paz y respeto...
Manoli (unverified)
28 Nov 2017
El porcentaje de muertes de bebés y partos con secuelas graves es muchísimo mayor en partos domésticos que hospitalarios. Eso es innegable. Y si anteponemos a la salud del neonato la libertad de eleccion de la madre, pues no es un buen asunto.
Ly desde Barcelona (unverified)
1 Dic 2017

Enviado por Ly desde Barcelona (no verificado) el

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Que desafortunadamente hay cada días más prensa sensacionalista enfocada a desinformar deliberadamente para conseguir lectores poco críticos, pero numerosos, es una realidad muy triste. Que encima en su quimera hacia el éxito estxs pseudoprofesionales de la información arrasen con evidencias científicas y atropellen la dignidad humana y el derecho a la privacidad y al respeto del individuo, ya se pasa de castaño a oscuro. Vivimos en una sociedad que está anclada en afirmaciones arcaicas y paternalistas, dónde la salud no se entiende como una práctica consciente y de responsabilidad de cada unx, sino que parte de un sistema sanitario que, demasiado a menudo, encuentra sus bases en el intervencionismo y su estrella del norte en el miedo. Todo mi apoyo a la familia de la Rioja que perdió a su bebé. Que su estrella brille fuerte en el cielo <3