Que No Os Separen. 10 años después
Han pasado 10 años desde que lanzamos la campaña Que no os Separen, contra la separación madre-bebé. Y aunque ahora estamos acostumbrados a ver a los bebés sobre sus madres según nacen, en el año 2008 estas imágenes eran prácticamente inexistentes.
La campaña marcó un antes y un después y las mujeres de El Parto es Nuestro cedimos el protagonismo del “después”. Comenzó a dar la sensación de que el colectivo médico había tenido la iniciativa de modificar los protocolos de atención al recién nacido porque se habían dado cuenta que la evidencia científica decía que había que dejar al bebé con su madre y no cabe duda que muchos profesionales reaccionaron ante la campaña e hicieron cambios profundos, pero la chispa que encendió la mecha partió de esta asociación de usuarias.
La campaña que empapeló las maternidades y los ambulatorios de España supuso un choque frontal entre lo que se decía que se debía hacer y lo que en realidad se estaba haciendo. Los carteles informaban colgados en los pasillos de los hospitales de los perjuicios de la separación mientras que en los paritorios se seguía separando por rutina. Esto obligó a muchos servicios de maternidad a replantearse su modo de trabajar, tomar conciencia y realizar cambios.
La campaña nacional Que no os Separen se fraguó a partir del lamento de una madre que había sufrido el dolor de la separación de su bebé. Recogimos su grito y nos fuimos informando. Comprendimos que llevábamos muchos años de lucha por el parto pero que nos habíamos olvidado del bebé ¿Cómo siente un recién nacido la ausencia de su madre en los primeros momentos de su vida? Leer los estudios científicos que demostraban el daño que supone para un bebé ser separado de su madre fue especialmente duro. No nos costó empatizar con un bebé aterrorizado y solo, que llora con todas sus fuerzas hasta caer en la extenuación porque necesita encontrar a su madre. Nos pusimos en su lugar y parimos está campaña desde nuestras entrañas.
La campaña Que no os Separen fue el fruto de un grupo de trabajo. Mujeres científicas aportaban información, otras redactábamos los textos para la web y trabajábamos en su diseño, algunas socias consiguieron alianzas como la del SATSE (Sindicato de enfermería) y apoyos como el del IHAN, el de UNICEF y del Ministerio de Sanidad, mientras que otras diseñaron carteles y folletos y consiguieron que fueran distribuidos por los ambulatorios y las maternidades públicas y privadas de España. Algunos no los colgaron, pero el impacto no tuvo marcha atrás. A partir de ahí en este país se comenzó a hablar del contacto piel con piel, del corte tardío del cordón y de respetar las dos horas siguientes al parto como un momento hormonalmente único para el comienzo del vínculo entre el recién nacido y su madre.
No hace falta alargarse hablando de una evidencia científica que ya nadie pone en duda porque es demasiado extensa, pero hay una idea básica con la que debemos quedarnos y en la cual la evidencia es aplastante: El hábitat del bebé es el pecho de su madre y la cualquier separación, corta o larga, supone un daño real.
No nos importó que el sistema absorbiera el mensaje y tomase las riendas para adaptarse a la evidencia científica; es más debía de ser así. Nosotras solo queríamos que dejaran a los bebés con sus madres y lo estábamos consiguiendo.