Haciendo tribu
Recuerdo una conversación con una socia y amiga en la que ella comentaba que tendría que haber un grupo local de El Parto es Nuestro en cada pueblo. Y tenía razón, si no en cada pueblo, al menos sí lo suficientemente cerca de cada mujer como para que ésta pueda asistir facilmente a las reuniones siempre que lo necesite. Desde hace un tiempo se habla mucho de la necesidad hacer tribu en la sociedad tan individualista en la que vivimos, y en situaciones tan especiales de la vida como lo es un embarazo o un puerperio aún lo es más.
Es común en todas las culturas, la necesidad de narrar el propio parto una y otra vez, forma parte del proceso integrador de esta experiencia tan intensa y única en la vida como lo es la de traer a tu bebé del "más allá" al "más acá". Tanto si la experiencia ha sido maravillosa como, aún más, si la experiencia ha sido traumática. Por otro lado, las mujeres embarazadas, dado que raramente han presenciado nunca un parto que no haya sido el suyo, necesitan escuchar esas experiencias, aprender de ellas , y también compartir sus miedos, sus dudas y expectativas. Sí, desde luego que la etapa que rodea al parto es una etapa que necesita de tribu.
Reconozco que yo soy muy fan de nuestra tribu virtual, abierta a cualquier hora y en cualquier lugar. Cuántas noches de desvelo habré pasado en ella, resolviendo dudas que me impedían conciliar el sueño, leyendo relatos de parto, siguiendo en vivo esas historias de mujeres que escriben con sus primeras contracciones preguntando si es buen momento para ir al hospital y a las que todas acompañamos hasta la sala de partos emocionadas preguntando de vez en cuando ¿Como vas?... Pero hay algunas cosas que la tribu del grupo de Facebook no puede darte y es eso que implica el cara a cara en si mismo. Coincidir mes tras mes con las mismas mujeres, con las que poco a poco construyes un vínculo, ver como juntas vamos creciendo y nos vamos empoderando con respecto a nuestro parto, ver volver a una mujer que ha estado asistiendo embarazada, ya con su bebé en brazos y escucharla compartir su experiencia de parto. Acompañar en silencio a una mujer que se desahoga sin que nadie la juzgue ni intente minimizar su dolor. La cercanía, ese compartir matrona, preparación al parto u hospital. La intimidad, seguir hablando y hablado en la puerta o en una cafetería después de la reunión, incluso hacer alguna amistad que después vendrá muy bien para compartir la experiencia de la crianza.
Sin duda los grupos presenciales dan para mucho, tanto que después de mi parto he seguido asistiendo a las reuniones del mío, a una hora en coche de mi casa, durante más de un año hasta que movida por la reflexión inicial de que hace falta un grupo local en cada pueblo, me he decidido a poner mi granito de arena y empezar uno donde yo vivo, para que las mujeres de mi zona tengamos ese lugar donde compartir cerca de casa. Y lo hago nerviosa y emocionada, y también muy bien acompañada por la socia que me dio la idea. Con muchas ganas de compartir y de llegar a todas las mujeres que lo necesiten.
¡Así que os esperamos! Podeis encontrarnos desde enero de 2019 en el grupo "Alicante-Marina Baixa". Aunque si no vives en esta zona tienes el listado completo de todos los Grupos Locales aquí. ¡Ah! y si no tienes ninguno cerca de casa, pues ya sabes, a lo mejor es momento de ponerse manos a la obra...
Un abrazo, Mónica.