¡Que ninguna mujer embarazada pase por urgencias generales!
Con tan solo imaginarme la escena me pongo nerviosa. En muchos hospitales las mujeres embarazadas siguen entrando por la puerta de urgencias generales y tienen que pasar por sitios donde coinciden con pacientes de Covid-19, que a su vez ya solo van al hospital cuando están realmente malos. Me imagino a las parturientas en unas esperas de urgencias que están a rebosar, esperando a ser derivadas dentro del hospital.
Ahora se supone que las embarazadas ya llegan en el último momento, con el parto en activo, para pasar el menor tiempo posible en el hospital. Y, aunque les acortan al máximo la espera por urgencias, y las derivan rápido, sigue habiendo centros que no les garantizan que estén lo más separadas posible de los pacientes infecciosos.
¿Pero nadie se ha dado cuenta a lo que exponemos a las embarazadas y parturientas?
No podemos seguir corriendo ese riesgo.
Ahora además quedan patente las faltas de alternativas que tenemos en España las mujeres que buscamos un parto seguro. En la gran mayoría somos mujeres sanas. No tenemos casas de parto, ni de las que funcionan como servicios anexos al hospital ni centros de nacimiento independientes. Las iniciativas existentes se pueden contar con los dedos de una sola mano y ninguna está integrada en el Sistema Nacional de Salud.
Pero, si podemos hacer una cosa ahora, es asegurarnos de que las parturientas entren por otra puerta al hospital y que no tengan que cruzarse con ningún paciente enfermo. Se pueden buscar accesos alternativos para garantizar la seguridad a ellas y a sus bebés, que son nuestro futuro.
[Imagen: Esquema Niveles de Seguridad; Posibilidades de contagio según escenario de parto, en la crisis del Covid-19. Por Parra-Müller Arquitectura de Maternidades]