Gorda: Gordofobia en obstetricia
Gorda. Siempre he estado gorda, y en el embarazo, pues también. Soy médica, sé que no me conviene el sobrepeso, y lucho con él desde hace años (como tantos y tantas personas, sean pacientes o no).
Hace poco se ha desatado en Twitter una batalla campal contra una cómica por hacer un chiste sobre una ginecóloga que la llamaba gorda porque había engordado cuatro kilos...
Aunque es cierto que el sobrepeso no es bueno, ni en el embarazo ni sin estar embarazada, también es cierto que los profesionales sanitarios tenemos que expresarnos adecuadamente y con respeto ante nuestr@s pacientes SIEMPRE.
Durante mi embarazo en todos los informes que recibí, en la exploración ponía: Sobrepeso-Obesidad grado I. NUNCA, ninguna de las ginecólogas que me atendió en el hospital, me llamó gorda. NUNCA, ninguna de las matronas que me atendió en el Centro de Salud, me llamó gorda.
Porque gordo/gorda, es un término despectivo, no es un término médico ni profesional, Y NO SE DEBE UTILIZAR.
No, "gordita" tampoco me vale.
Basta de paternalismo médico, basta de "decir a l@s pacientes lo que tienen que hacer". Está bien exponer los hechos: Has ganado cuatro kilos, ésto te puede afectar de distintas maneras en tu embarazo. El sobrepeso es un riesgo por éstas razones. ¿Qué crees que podemos hacer? ¿Qué has hecho estos meses (o qué no has hecho)? ¿Has tenido algún otro síntoma? (no olvidemos que un aumento de peso sin que haya habido aumento de ingesta o disminución del ejercicio físico puede ser indicativo de una preeclampsia, por ejemplo)...
¿Ven que sencillo? Y sin llamar a nadie gorda...
Foto: La Maternidad - Botero.