Esta primera semana es fundamental para la instauración de la lactancia, por la gran cantidad de prolactina circulante. La eyección o bajada de la leche es un reflejo que se inicia sobre todo por la succión, que estimula la neurohipófisis para liberar oxitocina.
Puede ser provocada solamente por el llanto del niño o con el contacto. Y puede ser inhibida por el temor y el estrés, por lo que es fundamental que la madre permanezca tranquila y serena en los momentos del amamantamiento, o cuando tenga que extraerse calostro ya sea manualmente o con el sacaleches.
Es importante que la madre esté bien informada para que, en el caso de que el bebé no pueda estar con ella y producir una estimulación natural de las mamas, se pueda mantener la producción de leche a través de una estimulación artificial con el sacaleches. Es fundamental permitir el acceso lo más frecuente posible al pecho, tanto para calmar al bebé, como para favorecer la producción de leche.
El amamantamiento es lo ideal tanto para la mujer como para el niño por muchas razones:
- Cubre todas las necesidades del recién nacido, tanto físicas como emocionales y afectivas. (Creación del vínculo)
- Acelera involución uterina por el estímulo de la oxitocina que estimula el miometrio.
- Facilita la unión psicológica, la autoestima de la mujer en su papel de madre.
- Disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovario.
- La leche materna es rica en IgA secretora, importante en la defensa antimicrobiana de las mucosas. También en linfocitos T y B.
- Es importante desde el punto de vista alimenticio-nutritivo y protector-defensivo.
Hay diversos estudios que hablan de la importancia de dar toda esta información a las madres durante el embarazo, y también en el posparto inmediato, es bueno reforzarla durante la primera semana y ante cualquier dificultad que pueda surgir con la lactancia.