¡Anda que hace treinta años las madres recién paridas no estaban siempre con el ay en el corazón de que no le dieran el cambiazo en la nursery! Recuerdo que cuando ibas a ver a alguna era habitual que te expresara ese miedo. Pero no, no hemos de escuchar a las mujeres, hemos de llegar a extremos para que se aplique un protocolo