Muchas gracias por tu generosidad al compartir el resultado de un proceso tan íntimo como este. Como tu dices, si nadie dice nada se pierden múltiples posibilidades de aprendizaje para todas las partes y por tanto la capacidad de cambiar las cosas. Sueño con un mundo donde la mayoría de las usuarias de los servicios de Sanidad, sean públicos o privados, escribamos cartas como la tuya (inundando los Servicios de Atención al Paciente), expresando lo que sentimos (tanto lo que nos dolió, como lo que nos gustó), de forma asertiva y empoderadora. Hemos de ser conscientes de que las personas que actúan de forma correcta (a veces, a pesar de las presiones de su entorno laboral) recibirán un precioso regalo a su buen hacer con nuestras palabras de agradecimiento y ánimo. Y las personas que cometen errores de trato o de ética profesional tendrán un espejo en el que mirar las consecuencias de sus actos, desde ahí cambiarán o no, pero nunca más podrán alegar ignorancia. Porque los logros van a venir desde la consciencia de nuestros derechos y la capacidad de exigirlos. Una y otra vez. Gracias de corazón por tu contribución al cambio.