Estoy totalmente de acuerdo contigo,Carmen,pero es así,el poder se comporta de manera soberbia y arrogante.Se me ocurre decir,¿quien es el juez para decidir sobre la vida y la muerte?¿Es un enviado de Dios en la tierra?Esto sobrepasa todo lo imaginable y se acerca bastante a la sociedad de 1984 de Orwell.Yo creo que la libertad de la persona está por encima de todo,¡basta ya de paternalismos,no somos niños!