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4 Mar 2010
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6 comentarios

Impresiones del congreso

“Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos pueden cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado”.

Margaret Mead Por Papá Conejo- Mamá Piojo
Alrededor de 1450 personas, de 34 países diferentes nos reunimos en la ciudad de Las Palmas este último fin de semana. Un poco de caos pero especialmente un cálido ambiente de fiesta fue el factor común en estos maravillosos 4 días. La temperatura, ideal. Nunca llegaron las tormentas anunciadas (o por lo menos, no las vi) y fue tanto así, que el viernes por la noche, tenía a mi acompañante de siempre- La Pioja Mayor- metida en el mar junto a otras amiguitas. --- Estuve en ponencias muy buenas. Otras... menos. Y alguna de la que salí huyendo. Pero es mi apreciación personal, porque hubo gente que huyó de aquellas en las que yo me sentí como pez en el agua. En ponencias y talleres, se reunieron los grandes nombres del parto y la salud primal: Michel Odent, Sheila Kitzinger, Carlos González, Anthony Costello, Mario Merialdi, Marie Claire Busnel, Kertin Uvnas-Moberg, José Mª Paricio, María Jesús Blázquez, Luis Ruiz, Isabel Fernández del Castillo, Isabel Aler.... seguro me dejo a varios. --------- Faltó la voz de las mujeres. La de las usuarias. Hubo mucha técnica, mucha ciencia de vanguardia... pero pocas emociones y poco descubrir que detrás de cada nacimiento hay una historia que contar. Protagonistas eran todos, menos quienes de verdad se convierten en madres o los hijos que han nacido. Tal vez por eso, muchas mujeres fueron "echadas" con sus hijos fuera de las salas; primero de forma discreta y luego abiertamente. Allí no cabían. Algo muy extraño en un Congreso en el que se habla de tratar con respeto a mujeres y niños. Desde mi punto de vista, la mejor intervención fue la de Anthony Costello, que contó de qué manera los grupos de madres, las reuniones entre iguales, estaban logrando bajar los índices de mortalidad materna, los de mortalidad perinatal y neonatal y especialmente los de depresión postparto. El estudio sale en Lancet en marzo. No sé cómo fue la traducción (bastante mala en general), pero luego ningún medio de comunicación dio a conocer con exactitud el mensaje y pusieron cosas como "la mejora en la información baja los índices de mortalidad". Y ese no era el mensaje real. Me encantó S. Kitzinger y su personalidad tan guerrera a pesar de los años. Fue emocionante conocerla y darle dos besos. Es una mujer que desprende energía. Lo mejor fue poder ver, reconocer, besar, abrazar a todas aquellas caras queridas que llegaron al encuentro. Ver a sus hijos, reír, comer, charlar hasta lo interminable. Alguien me dijo que era bastante irresponsable sacar a la niña del cole para llevarla a un congreso. No es la primera vez- desde luego, no será la última- que me acompaña en estos andares. Me gusta llevarla y creo que disfruta de la libertad de sentirse entre gente querida, de conversar con mis amigas, de participar en las actividades para "grandes". Dudo de que en 4 días de cole -tal vez ni siquiera en 4 años- pudiese aprender todo lo que estos viajes le aportan. Mi Pioja asiste en calidad de "hijita" pero alguna azafata nos puso pegas al entrar (está tan mayor!); finalmente entra y escucha. Comenta las idas y venidas, las conferencias, se autocuestiona y me pregunta. ¿Por qué hay una tela en la cesárea? ¿Entonces cómo va a ver nacer a su hijo? Me gustan tus amigas, mami. Qué dulce es Lucy. Qué divertida es Marta. He cuidado mucho a Anna... Ángela me ha dicho que me queda muy bien el bebé. Las hijas de Isabel son estupendas, me caen genial. ---------------------------
Las cosas cambian, lentamente. Nuestra generación todavía contempla asombrada (y la anterior, a veces indignada) de qué forma luchamos por nuestro derecho al buen parir. En muchas ocasiones, pierdo la esperanza y siento que todo esto es arar en el mar; que nuestra lucha es apenas nada y que nuestras voces casi no se oyen. Pero de repente escucho a Michel Odent dando las gracias a las mujeres por ser el motor del cambio. Escucho a Costello decir que las charlas entre mujeres son el bálsamo que repara las heridas y salva personas. Escucho a Rosa Zaragoza cantar su rumba de las madres y a la gente bailar y cantar con ella. Con el rabillo del ojo, veo a mi hija llorar emocionada. Siento que ya es parte de todo esto. Que su generación lo tendrá más fácil... que parirá como una diosa. Me mira y se seca las lágrimas. Sonríe y comenta bajito: "Es que me ha tocado lo que han dicho". Mi amor de madre se desborda cuando me dice: ¿Sabes mamá? quiero me traigas siempre.
Caridad (unverified)
4 Mar 2010
Gracias!!!!
lideazkue (unverified)
5 Mar 2010
Me ha emocionado muchísimo tu relato, muchas gracias. Por otro lado, estoy un poco triste por lo que cuentas sobre la falta de protagonismo de madres y bebés, incluso un poco enfadada por el trato que os dieron. Me pregunto si hubo algún tipo de debate que llevara a sacar conclusiones generales, si todos estos profesionales que te hacían querer huir se han llevado algo a casa, algo que les haya hecho cambiar el rumbo de sus prácticas. Si crees que saldrá algún tipo de estrategia común de todo esto, o qué frutos dará en tu opinión. Gracias Clau, un beso, Lide
claudia (unverified)
5 Mar 2010
Mil gracias Lide. Sí. El domingo hubo una reunión de madres (dentro del fórum de mujeres) en plan reivindicación. No estuve porque mi avión salía antes, pero me contaron que estuvo muy bien y que las mamás hicieron oír su voz. Seguramente publicaremos un resumen en el espacio "estuvimos aquí". Por otro lado, creo que sí... que aquellos de los que huí fueron "interceptados" por mamás que contaron su experiencia. No solamente por nuestras socias, sino por los demás grupos de madres presentes. Se llevaron impresos, folletos y hasta libros nuestros. Creo que fueron bastante receptivos y seguramente se cuestionaron (aunque sea durante 5 minutos) el sentir de las mamás. Nuestra fuerza sorprende. ¿Estrategias comunes? Pienso más bien que es muy complicado mezclar el brazo profesional con el nuestro, pero que el camino se abre. Quizá no en los próximo años inmediatos, pero sí de cara a nuevas generaciones. También hay un ingrediente que creo que no esperaban dentro de los espacios profesionales, y es que hay muchos sanitarios que también son madres/padres y que desde hace tiempo plantean cada vez con más fuerza, formas diferentes de hacer las cosas. Sin embargo, sigo creyendo que somos nosotras, las mujeres, las que tenemos el poder. El cambio está en nuestras manos y si exigimos un trato digno sin cansarnos, si exigimos espacios que nos escuchen, al final así será. Besos, Claudia.
Romiyin (unverified)
5 Mar 2010
Que bonito relato, gracias por compartirlo. Estoy totalmente de acuerdo contigo y me anima mucho lo que comentas de que la fuerza y el motor de cambio está en las madres. Lo creo tanto que he creado un espacio para que nos podamos conectar y formar grupos-tribus allá donde estemos (http://latribudemama.blogspot.com/). Somos las madres las que cotidianamente ya estamos cambiando las cosas. un abrazo Romina
Polilla (unverified)
6 Mar 2010
No conseguría hablar del congreso, sólo de esa maravilla que tienes por pioja, con qué amor coge a mi hijo... la miro y me pregunto, me digo: esta chica, tan joven tan llena de vida, está absorviendo esta energía que se crea cuando las mujeres nos juntamos... esta chica tan joven, tan llena de vida será madre algún día (y te hará abuela) y me emociono pensando en sus hijos, en el parto tan amable que van a tener... Desde aqui un abrazo a todos los hijos que nos acompañan...
melymelhoneymiel (unverified)
9 Mar 2010

Enviado por melymelhoneymiel (no verificado) el

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hola a todas.. yo fui al congreso, creyendo que las protagonistas seríamos las mujeres y nuestros partos. yo fui invitada a irme de la sala sinfónica, estando en ultimísima fila con mi hija y currando como voluntaria, por los "ruidos" (ni que mi hija fuera una máquina) que mi bebita hacía. (por cierto, la invitación provenía de una empática mujer) yo presencié cómo los turnos de palabra y turnos de preguntas pasaban de largo por la extensión (por otro lado, a veces repetitiva) de muchas ponencias. yo vi cómo a Naolí Vinaver, si no hubiera sido por la insistencia de algunas de nosotras, se le hubiera asignado, tan sólo 45 minutos en una ponencia compartida con otras dos personas. (por otro lado su intervención fue de las pocas, por no decir la única, práctica) yo aguanté y respeté hasta el fórum de las mujeres para hacer oír mi voz.. y ahí veo ¡sorpresa! que se usa ese espacio como terapia, autoescucha, se roba el micro, se salta el turno de palabra.. no pude menos que robar yo el micro y exaltarme pidiendo que la maternidad y la infancia fueran visibilizadas en estos círculos, si no, ¿dónde? confío en que mi hija de 10 meses tendrá en su subconsciente algo grabado de este congreso, mientras era porteada por mí, algo sobre retomar el poder sobre su parto y su cuerpo, algo sobre ser apoyada por el padre y el profesional, algo sobre elegir y.. algo sobre ser escuchada y visibilizada. perdón por la extensión y gracias por la entrada!