Pariremos con placer
De hecho, en la Guía Práctica Clínica de Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad podemos leer:
La analgesia epidural produce un incremento significativo de hipotensión, fiebre materna, retención urinaria (310;341).(p. 230)
Sin hablar de los efectos secundarios en el bebé, como las bradicardias, que en sí mismas no causan morbilidad infantil ya que esto se solventa con una cesárea de urgencia.
- Labour analgesia. A risk-benefit analysis.
- Prolonged fetal bradycardia during epidural analgesia. Incidence, timing and significance.
- Pain management for women in labour: an overview of systematic reviews.
No hay que olvidar además que una mujer comienza con contracciones mucho antes de estar de parto, antes incluso de empezar a dilatar, cuando el cuello del útero empieza a ablandarse y a borrarse, por lo que no se debe engañar a las mujeres: a pesar de la epidural, si las contracciones son dolorosas, habrá que soportar dicho dolor antes de poder tener acceso incluso al hospital.
No quiero dejar de recomendarle que se informe sobre la sexualidad femenina y el proceso fisiológico del parto donde podrá aprender cómo biológicamente el cuerpo de la mujer está preparado para segregar las hormonas necesarias para parir sin necesidad de epidural. Hay mucha bibliografía al respecto de profesionales médicos (como el doctor Michel Odent) que la animo a buscar en cualquier biblioteca o librería.
Aprovecho también para mencionarle, ya que habla de feminismo, que es el patriarcado quien ha hecho a la mujer llegar al desconocimiento total de su cuerpo, quien ha relegado su papel en el parto y en su vida sexual. Hay múltiples escritos feministas sobre este hecho que recomendarle como lectura, pero me voy a quedar con la gran Casilda Rodrigáñez y el libro que da título a este post: Pariremos con placer, con el deseo profundo de que haya llegado a pocas mujeres su tan desinformado artículo.
La epidural, por Ascensión Gómez.
Por no hablar de los muchos otros recursos existentes -farmacológicos y no farmacológicos- para aminorar las molestias o el dolor que se pueda sentir durante la dilatación y que solo se ofrecen en hospitales de vanguardia.
Parece ser que las mujeres solo tienen dos opciones, epidural y no epidural, y no pueden elegir entre otras opciones eficientes y seguras, sencillamente porque no las conocen ni nadie les informa de su existencia.
A quien compara la extracción de una muela con el parir, decirle que, efectivamente la "extracción de un hijo" duele mucho y la epidural se hace imprescindible. El proceso fisiológico de la caída de un diente de leche puede ser molesto e incluso soportablemente doloroso. Cuando el diente está listo para caer, cae sin mayor molestia... La recuperación es prácticamente inmediata. Que si hacemos palanca para extraerlo a destiempo y a la fuerza, sangrará y dolerá más que si hubiéramos dejado que siga su ritmo. A nadie se le ocurre (o en muy pocas ocasiones) pinchar anestesia en la encía del niño que está a punto de perder un diente de leche. Es un proceso fisiológico, normal.
Las cosas cambian cuando se debe extraer una muela permanente. Se debe usar la fuerza y la destreza para causar el mínimo impacto posible. Se hace imprescindible la anestesia porque no es un proceso fisiológico ni normal que nos arranquen una muela...
Esta analogía sirve muy bien para entender el parto. No es lo mismo que te arranquen el hijo usando instrumentos y fuerza, que el bebé haga su camino y tu cuerpo el suyo. Si se respetan los tiempos y se ofrece a la madre varias alternativas además de la epidural, muy probablemente no le haga falta usarla o la usará con total conciencia y en un momento en el que no se entorpecerá el nacimiento del bebé.