Laura Mora
2 Jul 2014
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11 comentarios

Amaestrando embarazadas

Lugar: Madrid, centro de salud en la zona de influencia del Hospital de La Paz.

Ponente: Matrona de turno.

Tema: Primer y segundo trimestre de embarazo.

Público: Grupo de unas 25 embarazadas, algunas acompañadas de sus parejas, no todas primerizas.

Narradora: Embarazada de 4 meses, segundo hijo, cesárea previa, preparándose desde hace un año para un PVDC, bastante informada.

La reunión es distendida gracias a las dotes oradoras de la matrona que habla sin tapujos, con comentarios jocosos (a veces de más). Resulta cercana porque da su opinión, se moja, esto facilita que haya preguntas, intercambio de experiencias y que no seamos un rebaño silencioso frente al oráculo-matrona que nos va a desvelar los misterios de los dos primeros trimestres de embarazo.

Misterios que, en su mayoría, ya están resueltos en revistas y páginas de Internet sobre embarazo, o sencillamente son de sentido común, a saber: hábitos saludables, cambios físicos, náuseas, sueño, cambios de humor, recomendaciones para el ámbito laboral (para quienes trabajan en comercio de pie) y consejos para los viajes (que se acerca el veranito…).

No somos enfermas pero debemos cuidarnos.

En cuanto a los hábitos saludables, no faltan las consabidas preguntas sobre el café, los refrescos y, por supuesto, la gran estrella prohibida y, por ello, aún más deseada para las que dan negativo en toxoplasmosis: el jamón y los embutidos en general, fundamentales en nuestras dietas ibéricas. Morcilla bien hecha, sí. Chorizo en guiso o frito, sí. Jamón serrano, no. ¿Y si lo congelo? «No hay consenso así que mejor te abstienes, que no te vas a morir».

En el apartado drogas, se comenta que el alcohol de alta gradación está prohibido pero que, pasadas las 19 semanas en las que el embrión se está formando y que ya se convierte en feto, una cervecita (aunque siempre es mejor sin alcohol) o media copita de vino, no pasa nada. Para las fumadoras empedernidas, cuyo síndrome de abstinencia les produce un nivel de ansiedad inaguantable, se pueden permitir hasta cinco cigarrillos diarios; eso sí, que no se engañen, aún así es nocivo para el bebé.

Gran parte de las dudas que surgen vienen de embarazadas de riesgo (por amenaza de aborto, por enfermedades de la madre, por ser gemelar). Resulta alarmante que el resto de preguntas solo giran entorno a los cambios físicos: peso, estrías, manchas en la piel. Es increíble la ansiedad originada por las temidas broncas de los ginecólogos por el aumento de peso. Aunque no es de extrañar, si lo primero que hacen, antes de que pases a la primera consulta con el ginecólogo, estando de unas ocho semanas, es darte la hoja de la dieta (para que te la vayas estudiando).

De entre las gracias de la matrona, cabe destacar el inesperado comentario sobre las relaciones sexuales, por gracioso en un primer tiempo, pero chocante, una vez que lo piensas: «Claro que se puede, relaciones normales… normales, sí… nada de cosas raras… ya sabéis…». Como parece que va a tener que explayarse, suelta: «Nada de artilugios» (y pasa a otra cosa). ¿Qué grado de confianza puedes tener con una matrona que parece ser abierta en su forma de hablar y que emite un juicio de valor así? Quiero decir que si la matrona es el profesional, supuestamente, más próximo a ti durante el embarazo, para resolver cualquier tipo de dudas, y estamos hablando de un profesional que acompaña la vida sexual de la mujer, ¿cómo puede enjuiciar e inhibir comportamientos sexuales libres? No me hubiese chirriado tanto este comentario si hubiese argumentado por qué conviene evitar ciertas prácticas: ¿hay riesgos de infección, tal vez? ¿lubricantes desaconsejados? Eché en falta razones médicas, más que morales.

Hasta aquí, una hora y cuarto de risas y recomendaciones básicas para los dos primeros trimestres de embarazo. «¿Alguna pregunta?» Lactancia. «De eso ya se hablará en la preparación al parto del tercer trimestre» (pero sí que resuelve dudas concretas que se plantean). «Bueno, pues como sobra tiempo, os voy a hablar de la epidural».

¿Qué? ¿A qué viene esto? No es que esté hablando de parto y surja el tema… No entiendo nada. De lactancia hay tiempo de hablar en el tercer trimestre, pero la epidural, ¿hay que hablar de ella ya? ¿Por qué no nos habla de más molestias que pueden surgir en el embarazo, como las hemorroides, la ciática, los picores vaginales…? Me estoy empezando a indignar. ¿Qué pasa aquí?

Lo primero que anuncia es que hay que firmar un consentimiento porque la epidural entraña riesgos (como dolores persistentes en la espalda en el postparto o dolores de cabeza). El parto duele y hay que pasar por ello –gran verdad–, la epidural no significa que no te vayas a enterar de nada. Bien, pero ¿y las consecuencias para el bebé?

«Quien no quiera epidural, es decir, quien quiera un parto natural, debe prepararse antes». «¿Cómo?», preguntan. «Con relajación y con las pautas de respiración que se enseñan en las clases de preparación al parto del último trimestre» (un poco tarde para coger el hábito, ¿no?). «Si te decantas por un parto natural, pero al final, quieres la epidural, no pasa nada, no se castiga por arrepentirse». ¿Por qué no se habla de las alternativas para aliviar el dolor: el gas, las bolsas de calor, el agua, los masajes…?

La matrona emprende una oda al enema: cuenta que el bebé puede no bajar por no usarlo, cuenta su experiencia, asqueada cuando no se tiene a mano, es tan explícita que se levanta un murmullo dándole la razón. Lo ha conseguido: todas llevarán uno en el bolsito para la maternidad, por si no tuvieran en el hospital.

Una embarazada tiene pensado visitar el Hospital Gregorio Marañón, pregunta si en las clases del tercer trimestre se contempla una visita a un paritorio (la verdad, no estaría mal). No, no va incluido en el kit de las clases, pero si quieres, ella te concierta una cita en el de La Paz, que es el que nos corresponde, es con un anestesista que te habla –cómo no– de la epidural y luego te muestra un paritorio. «Pero, vamos, visto un paritorio, vistos todos». De eso nada. No es lo mismo estar en una sala para la fase de dilatación y que luego te cambien de ambiente para parir que estar en un módulo integrado en el que dilatas y pares sin desplazamientos.

Hay una mamá interesada en el parto sin epidural que ahora pregunta por los llamados «hospitales respetuosos». Respuesta: «En lo privado, hay de todo, en lo público, todos atienden igual». Aunque sí que destaca el Gregorio Marañón, que empieza a atender de nuevo partos de nalgas y donde se aboga por una vuelta a menos intervención para reducir las cesáreas –vaya, vaya, y ¿por qué será?–. «En Torrejón tienen bañera y esas cosas…». ¿Qué serán esas cosas? ¿Cosas raras?

Aflora otro de los fantasmas de las embarazadas: la temida episiotomía. «¿Se puede evitar?», preguntan. Va a ser que no. No da muchas opciones…

Surge la gran pregunta, por fin: «¿Puedo pedir que no me hagan algo?». Viene de una mamá embarazada del segundo… ¿por qué será? Contestación: «Por pedir… Tú al entrar puedes decirlo, pero luego quien decide no eres tú. La vía hay que ponérosla, hay que hidrataros con suero» (¿y por qué no me dejan beber?).

Los últimos 20 minutos son, por momentos, un despropósito, se llega a decir que el profesional reconoce a las que no saben parir o paren mal, o algo así de aberrante, porque prefiero no recordar las palabras textuales.

«Las embarazadas asustáis» (a los dentistas, que no os quieren atender, a las compañías aéreas y a los spa, que piden certificados médicos y descargas de responsabilidad). Ni que fuéramos bombas de relojería…Pero, ojo, que lo más grave es que nos asustan a nosotras… No nos dejemos amedrentar.

Leer también:

Irene Iglesias
2 Jul 2014

Por "alusiones", si al dentista le da miedo la embarazada, y el señor con patología cardiaca, y el menor de 3 años, y el chaval con crisis de ansiedad, que se dedique a otra cosa. Esta misma mañana le hecho una reconstrucción a una embarazada que sale de cuentas en quince días.

Pero no era eso de lo que quería hablar...

¿COMO QUE "LUEGO QUIEN DECIDE NO ERES TU"? ¿Pero cómo no vas a decidir de las cosas que quieres que hagan sobre tu cuerpo, que va afectar directamente sobre tu bebé? ¿Quién carga luego con las consecuencias de las decisiones? ¿Quién tiene luego prolapsos, dolores, inflamaciones, no poder levantarse, hemorragias...? ¿Quién ve la cabecita del bebé con una herida por una monitorización interna y se le cae el alma a los pies?

Claro que la que decides eres tú.

Por eso existimos, por eso estoy en EPEN:

INFORMATE Y DECIDE, y que nadie se apropie de ese derecho.

Caridad (unverified)
2 Jul 2014
Hola Laura, soy matrona de Atención Primaria desde hace 5 años, en Madrid, y me siento, leyendo tu post, un poco preocupada y también un poco dolida. No se refiere a mí la historia, pero en algunas cosas podría serlo. Me imagino que la opinión que tienes de la clase a la que acudiste la habrás comentado personalmente con la matrona en cuestión. Lo habrás hablado con ella para que sepa cuáles son los temas que a tí más te preocupan y cuales consideras innecesarios. Desde mi experiencia profesional te digo que dar clase no es fácil. Nos encontramos con grupos muy heterogéneos, con formación e información previa muy diversa y cada pareja tiene unas expectativas del curso diferentes. Me he encontrado con parejas que sólo quieren informarse de la epidural, y que acaban interesadas y aprendiendo sobre muchos otros temas, y parejas que vienen con una idea ya muy formada de cómo quieren vivir la experiencia de la maternidad y la crianza. Hay que dar clase para todos y procurar que la información que demos sea veraz, probada y también, en parte, adecuada a los deseos de los asistentes...y esto último, como comprenderás, no siempre es fácil. A veces hay tiempo de hablar de muchos temas, y a veces tienes que empezar explicando por dónde va a salir el bebé (suena gracioso, pero literalmente lo he visto). Con esto sólo quiero decirte que las matronas siempre estamos abiertas a aprender más, a corregir nuestros errores y a evolucionar en nuestra atención a las mujeres. Pero creo que la mejor manera de hacer las cosas siempre es de manera positiva, hablando directamente con las personas afectadas (como me imagino que habrás hecho) y cuidando mucho lo que se publica en internet, porque me imagino que tu matrona dio la clase con toda su buena intención, con toda su formación y tratando de hacerla lo más amena posible a los asistentes. Espero que tus próximas experiencias en las clases de Educación Maternal sean más positivas y nos las cuentes por aquí. Un saludo para ti y tu bebé, Caridad
MCarmen (unverified)
2 Jul 2014
Pues qué quieres que te diga, Caridad, las buenas intenciones NO son suficiente. Hay que dar las clases con conocimientos actualizados y en este caso, la matrona pinchaba por todas partes. El enema es una de las prácticas que la OMS, basada en la evidencia científica, recomienda abandonar. Y la Guía del Ministerio de Sanidad para la atención al parto normal, también recomienda lo mismo. La episiotomía, idem de lienzo. Y la vía. Y un largo etcétera de cosas, que a mí también me habrían dejado claro que esa matrona no tenía mucha idea de asistir partos normales, ni de asesorar a embarazadas respondiendo sus dudas como es debido, sino que se limitaba a recitar el protocolo del hospital para que vienieran las parturientas bien modositas a dejarse hacer de todo. Te lo digo porque las entrevistas PERSONALES que yo tuve con mi matrona (británica, no vivo en España), eran muy pero que muy diferentes. Por suerte.
Lucía Norris (unverified)
2 Jul 2014

Enviado por Lucía Norris (no verificado) el

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Qué indignación siento, este artículo recoje muy bien lo que son esas clases amaestradoras de madres!!! en Ecuador es igual o peor!!! En Ecuador estamos dando pasos importantes con El Parto es Nuestro pero tenemos tanto camino que recorrer, tantos espacios a los cuáles llegar, pero cada vez somos más, más manos para construir, más pies para alcanzar y más mentes para crear... nos falta mucho pero leer cosas como este artículo y recordar estas experiencias sólo me hace saber que no podemos desmayar!!!
Silvergirl (unverified)
3 Jul 2014

Enviado por Silvergirl (no verificado) el

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En una de mis clases de preparación al parto, la matrona, conocida por ser de lo más respetuoso de por aquí, nos dijo literalmente: "Os voy a explicar en qué consiste la epidural, porque como todas os la vais a poner"... y acto seguido nos ilustró diciéndonos que a causa de la epidural, muchas mujeres no podíamos pujar, e incluso nos mostró una ventosa (conocida coloquialmente como "kiwi") para que "no nos asustáramos" si oíamos que nos la iban a aplicar...
Joana (unverified)
3 Jul 2014
ups... telita..mamis, entrenaros para parir queridas, no para un parto en singular. Respirad, relajaros, meditad, ejercicios de yoga, todo para sincronizaros con vuestro bebé, y cuando las hormonas desencadenen el parto estareis preparadas, porque todas lo estamos, dispuestas y disponibles para traer vidas al mundo. Este mundo que nuestros hijos mejoraran con nuestro amor por compañero. En todas las profesiones hay de todo, y los protocolos son ferreos en muchas ocasiones, pero recordad que vayais donde vayais a parir, sentiros libres, autonomas, ADULTAS, ...TODAS SABEMOS PARIR, ... si nos dejan...Un abrazo, feliz nacimiento.
Caridad (unverified)
3 Jul 2014
M Carmen, yo no puedo valorar si la matrona estaba mucho o poco preparada, si su clase fue de una manera o de otra porque no estuve allí. Por lo que comentas, si vives fuera, tampoco lo estuviste tú, por lo que sólo tenemos el testimonio de Laura para conocer como fue la clase. En mi comentario, sobre todo insisto en que cuando algo no gusta, hay que hacérselo saber en persona al interesado, aunque imagino que Laura lo habrá hecho. Al menos es lo que me gustaría que hicieran conmigo si pasara con una de mis clases, no que lo publicaran por internet. Por supuesto que la práctica de la episiotomía, el enema, el rasurado y un largo etcétera, son prácticas que deberían estar ya abandonadas por su ineficacia, eso no lo pongo en duda. Pero creo que hay muchas maneras de hacer las cosas, y lo que suele funcionar mejor es en positivo y en persona. Si la matrona afectada no sabe esta opinión de su clase, difícilmente podrá cambiar nada... saludos
MCarmen (unverified)
4 Jul 2014

Enviado por MCarmen (no verificado) el

In reply to by Caridad (no verificado)

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La autocrítica es absolutamente necesaria para mejorar. La negación, buscar excusas y sobre todo el corporativismo sanitario no sirven para nada. Echarle la bronca a una mujer que no está satisfecha con la atención recibida es absurdo, habrá que preguntarse por qué esa insatisfacción. Arrojar dudas sobre su testimonio y descalificar otras opiniones porque "no estábamos allí" dice mucho (y no bueno) de la persona que lanza esa duda. Miedo, alguien? Parece que la matrona que dio la clase ha respondido, y eso es lo importante. Seguimos todas atentamente el desenlace.
Ilarile (unverified)
12 Dic 2016

Enviado por Ilarile (no verificado) el

In reply to by Caridad (no verificado)

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Ojalá fuese tan fácil como dices. Ir al la matrona en cuestión decirle lo que dice mal y que te diga"Sí, guapa tienes razón "
MATRONA ALUDIDA (unverified)
3 Jul 2014

Enviado por MATRONA ALUDIDA (no verificado) el

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Hola, Soy la matrona del centro de salud del que hacéis mención en el blog. Es obvio que por alusiones y por el disgustazo que tengo porque creo que no he conseguido hacerme entender os escribo una respuesta. Soy consciente de que no a todo el mundo tienen que gustarle mis comentarios "jocosos" y mis chistes. Incluso he valorado en varias ocasiones hacer las clases más serias y planas, pero dar clase no es tarea fácil y mi manera de conseguir que las parejas mantengan la atención en lo que os explico es que resulte divertido. Intento ser cercana y es mi manera de conseguirlo. Como la clase a la que haces referencia es la primera, de toma de contacto , intento que las mujeres y sus parejas continúen viniendo porque les resulten amenas... Efectivamente llevas razón cuando dices que todo lo que cuento vienen en los libros, en internet... Es cierto no hay nada inventado. Lo único que durante el rato de la clase podéis resolver dudas que es más difícil hacerlo por internet y conocéis a otras parejas con inquietudes comunes. Para mí, este es uno de los objetivos más importantes de las clases, conseguir una red de apoyo de personas que están en vuestra misma situación. Como comprobarías en el curso, los conocimientos de las parejas son de distinta índole y es muy difícil adaptarse a grupos tan heterogéneos. Todos los años reviso mis clases para intentar adaptarlas a lo que demandáis, para que los conocimientos estén actualizados. Me encantaría que me propusieses nuevos temas para las clases o que cosas echaste de menos, aunque eso podrás comentármelo mejor cuando realices las 8 clases restantes y puedas valorar de que conocimientos se ha quedado el curso más escaso. No quiero olvidarme de especificar que el alcohol está totalmente desaconsejado en la embarazada, ya que parece por lo que leo que eso no quedo muy claro, yo creo que con el murmullo que se formo en clase no se entendió mi postura. Dije que no se podía beber alcohol. Una mujer embarazada del grupo, explico que su ginecólogo le dejaba beber alguna copa de vino o alguna cerveza pasada las semanas de formación del embrión. Explique que no estaba de acuerdo, que no hay dosis mínima de seguridad según los estudios. Aquí quiero pedirte disculpas por mi comentario sobre las relaciones sexuales, ya que al usar la palabra “normal” da la sensación de que hay cosas normales y cosas que no lo son. En una pareja, mientras las dos estén de acuerdo, lo que es placentero para la pareja lo deciden ellos y lo que es normal también. Quizá tenía que haber explicado que durante el embarazo, debido al riesgo de infección, era mejor no introducir objetos dentro de la vagina,(tales como matriuskas rusas o vegetales) . Preferí llamarlos artilugios porque ro no quería entrar en ejemplos concretos que he vivido durante mi experiencia laboral, me parecen que era muy íntimo para contarlos en público. De todas formas aquí echo de menos, que si te quedaste con la duda de si eran razones médicas o razones morales no me preguntaras en clase o en la consulta el motivo de mi afirmación. En principio la clase trataba solo de autocuidados en el embarazo y cambios físicos. La lactancia la explico en otra clase y contar todo lo que es referente a la lactancia en 10 minutos es imposible. Para que estés tranquila quiero decirte que cuando empieces las clases de educación maternal , la clase de lactancia la considero una de las más importantes. Además en el centro de salud tenemos todas las semanas un grupo de apoyo de lactancia. Y como responsable de lactancia de mi centro también te informo de que hemos iniciado los trámites para conseguir la acreditación IHAN (iniciativa para la humanización de la asistencia al nacimiento y lactancia). Efectivamente resuelvo dudas que me fuisteis preguntando aunque no fueran del tema de autocuidados porque a veces no se decir que no (otro fallito que tengo) Si hablé de la epidural es porque alguna de las embarazadas me estuvo preguntando sobre ella y decidí resolver dudas, quedaba tiempo y al igual que contesto dudas de lactancia pues también tengo que resolver dudas de la epidural (un porcentaje bastante importante de las preguntas que recibo de las embarazadas tratan sobre este tema) .De las ventajas y desventajas de ponerse una epidural hablamos en otra de las clases. El título de esa charla es métodos para el control de dolor en el parto: epidural versus métodos alternativos. Así que cuando vengas al resto de clases verás que hablo de inyecciones de agua bidestilada en el rombo de michaelis, de masajes, de técnicas de respiración, de balón de bobath, etc. Aquí si te digo, sinceramente , que creo que no has esperado al resto de clases para valorar cual es mi postura con respecto a la epidural. Y siempre empiezo la clase de la epidural diciendo: os voy a contar las cosas buenas y las cosas malas de la epidural para que decidáis si os la ponéis sabiendo que estáis escogiendo y sabiendo las consecuencias de las decisiones que tomáis, porque una epidural puede acarrear que os cambie el tipo de parto que queréis tener. Con respecto al enema, me pongo sería, ¿Tan mal me expliqué para que pensarás que es bueno ponerse el enema? ¿No supe transmitiros que el enema no vale para nada? ¿No dije que el ministerio de sanidad ha dicho en su estrategia al parto normal que no vale para nada? Mi única oda es a que vosotras decidáis si lo queréis o no. Al fin y al cabo el parto es vuestro. Y de esto hablamos en la clase del parto, no sé porque saldría en esta clase de introducción... Mi respuesta fue: lo que vosotras queráis. Una embarazada insiste de nuevo es que a mí me dijeron que si no se pone el enema el niño no puede salir. Mi respuesta: los niños salen por la vagina no por el ano. Qué pena, y que disgusto que con mis comentarios haya dado a entender justo lo contrario a lo que pienso. No sabes cómo me siento de descorazonada. Entre medias de las clases, que son en el tercer trimestre, porque así lo estipulan los protocolos sanitarios, no porque yo quiera hacerlas en ese momento, pregunto quién quiere hacer una visita a la Paz. Normalmente pregunto quién está interesada y llamo y concierto un día para que vayáis todas las del centro de salud. La charla la da un anestesista y habla de la epidural, después una matrona os hace una visita al paritorio y podéis preguntar dudas. Intento que sea en medio del curso por si os surgen dudas y no os atrevéis a preguntarlas allí. Mi hospital de referencia es la Paz., así que efectivamente si queréis visitar otros paritorios os tenéis vosotras que poner en contacto con el hospital en cuestión. Me parece estupendo si queréis visitar varios hospitales, pero no por ver sus paritorios, que efectivamente visto uno, visto todos, sino para que captéis la filosofía de su forma de trabajar. Si son más respetuosos con el parto normal o si son más intervencionistas. Aunque, no te engañes, que las visitas en los hospitales son como los anuncios, a veces solo publicidad, q os dicen lo que queréis oír para captar potenciales” clientes”. Obviamente no todos los hospitales son iguales, ni públicos ni privados. Tal vez, en eso se me vio el plumero, respeto la decisión de cada mujer de parir en privado o en público, pero el día que hablamos de cesáreas no me canso de decir que la OMS nos tira de las orejas porque hacemos demasiadas y de criticar los hospitales privados porque su número de cesáreas es de vergüenza. Cuando una mujer pregunta ¿ Se puede evitar siempre las episiotomías? Tengo que decir la verdad, siempre no. Pero casi siempre. Por eso tal y como vemos en la clase masaje perineal os intento "convencer" de lo importante de hacerse un buen masaje, de prepararse el suelo pélvico y de encargaros de repetirle a la matrona que os atienda que os habéis trabajado el suelo pélvico porque no queréis una episiotomía. Claro que puedes pedir cosas, pero desde mi punto de vista os tengo que decir en que cosas no van a ser flexibles ¿os miento? . La vía en el hospital de la Paz no es negociable. Se pone por muchos motivos y el principal no es la hidratación, porque se puede beber líquidos tanto con epidural como sin ella. El principal motivo de poner una vía es tener una canalización por si hay una urgencia vital. A veces no digo lo de la urgencia vital y hablo de rehidratar, de antibioticos, etc... porque hay mujeres que se asustan si digo la palabra urgencia. Con respecto al hospital de Torrejón, tienen bañeras y esas cosas... Nuevamente ¿ Por que supones que esas cosas,.. es despectivo? ¿ Porque asocias que son cosas raras? y sobre todo ¿ Por qué no me preguntaste en la clase que eran esas cosas? Me refería a bañeras, a balones de bobath, a arcos de pujos hipopresivos, etc. Normalmente el día del parto os comento que la que quiera parir en el agua hable conmigo en consulta para que me pongan en contacto directamente con la supervisora de Torrejón y os hagan la entrevista personal que os realizan para ver si cumplís los criterios. Eso lo gestiono para evitaros mover papeles, visitas innecesarias y porque siempre que lo hago y volvéis con un parto en el agua y o veo la cara de satisfacción me siento un poquito mejor profesional. Yo nunca he dicho que el profesional sabe quien va a parir y quien no. Eso lo dijo una embarazada. No tenemos una bola de cristal. Según está escrito en el texto cosas que dijeron mujeres se me atribuyen a mi, o no queda claro que lo decían otras embarazadas. Podríamos seguir durante horas hablando por aquí, pero como somos adultas te pido que pases por mi consulta y lo hablemos en persona. Desde que ayer lo leí me llevo sintiendo fatal por no haberte sabido transmitir lo que realmente pienso, a veces en público tenemos que ser más "políticamente" correctos y está claro que no he cubierto tus necesidades. Espero cubrirlas en las 8 clases restantes. Dentro de lo mal que me siento, espero sacar algo positivo de todos este baño de realidad. Para empezar ,cuando hable en el postparto de la sexualidad y de las relaciones dejaré de hacer bromas. Las hago por cubrir mi propia vergüenza al hablar de estos temas que no son fáciles en público. Solo una última cosa como reflexión: ¿De verdad creéis que una matrona pro- intervencionismo lee de forma habitual la página del parto es nuestro? Un saludo. Tu matrona.
MCarmen (unverified)
5 Jul 2014
"La vía en el hospital de la Paz no es negociable". El protocolo del hospital es una guía de actuación, no una ley vinculante. La Ley del Paciente sí. Esta ley permite a un paciente/usuario negarse a cualquier intervención o procedimiento médico si choca con sus intereses personales (sí, la vía también). El consentimiento informado no es un papel que, una vez firmado, permite al hospital hacer lo que quiera con sus pacientes/usuarios, sino que es la expresión de la voluntad del paciente una vez que haya valorado sus opciones, en cualquier momento y sea verbal o por escrito. Eso quiere decir que, una vez informada la mujer de los pros y los contras de ponerse y no ponerse la vía, es ella la que decide. El hospital debe respetar esta decisión. No me parece bien que se diga que es "para hidratar" para "no asustar" a las mujeres con el motivo real. Es tratar a las embarazadas como menores de edad incapaces de tomar decisiones, así que se les miente por omisión, viciando esa capacidad de decidir en base a la verdad. Si se asustan, que se des-asusten, que en eso consiste hacerse adulta. Por una parte, en vuestra rama de trabajo os quejais constantemente de que os exigen muchas responsabilidades y os culpan de todo, pero tampoco estais dispuestos a ceder el poder que acumulais, seguís agarrados a esa posición de "esto se hace así porque la que sabe soy yo". Pues nada, tendreis que aceptar que ser todopoderosos y tomar todas las decisiones lleva aparejada asumir toda la responsabilidad si algo sale mal. Es culpa vuestra, también. Por otra parte, a mí un enfermero de obstetricia me dijo que en realidad lo de la vía es para poder poner medicación con más facilidad (oxitocina, sueros en caso de pedir la epidural, etc). Es decir, para facilitar el intervencionismo. Pero poner una vía lleva apenas unos segundos, se puede poner en cualquier momento si es necesario. Y si hay una urgencia vital? Su respuesta fue contundente: si un sanitario no es capaz de poner una vía rápidamente en condiciones difíciles, mejor que se vuelva a la facultad o repita la residencia, porque está claro que se ha perdido algo importante en su formación. Yo me he negado a ponerme una vía en un hospital (nada que ver con un parto). No era necesaria, yo podía beber para hidratarme y pedí medicación analgésica vía oral. Por qué me negué? Mis venas son diminutas y frágiles, una vía me causa mucho dolor y molestia, me hace desgarros y hematomas. Si no es absolutamente necesaria, no me la pongo. Hablé con quien tenía que hablar, me informaron de los riesgos posibles, firmé lo que tenía que firmar, y no me puse la vía. Los "por si acaso" suelen ser una excusa para medicalizar sin necesidad (alguien se dejaría quitar una muela solo porque el dentista le dice "por si acaso en el futuro se caria y te produce una septicemia"?)