Por Candy Tejera Veo en la televisión del Metro de Madrid una noticia sobre un hospital que está realizando versiones cefálicas externas (VCE) a embarazadas cuyos bebés están en postura de nalgas.
Es una maniobra que busca dar la vuelta al bebé en el útero y ponerlo cabeza abajo, la postura más habitual, que no la única, y menos problemática para que los bebés nazcan. Por un lado es una buena noticia, pues es una práctica que había caído en desuso y que se está recuperando, pero a medida que avanza el reportaje la cosa se va poniendo fea. Para empezar, ponen imágenes de una de estas intervenciones en vivo y en directo, cuando se trata de una situación altamente delicada que precisa de mucha intimidad y tranquilidad para realizarse y que finalmente prospere, cosa que con varios desconocidos delante, cámara al hombro, es bastante difícil de conseguir. No se si precisamente por eso, al final no dio resultado. No consiguen darle la vuelta al bebé, y la noticia termina diciendo que la mujer sale de la consulta con cita para una cesárea programada. Se me revuelve el estómago… ¿Cuántas mujeres habrán visto al igual que yo esa noticia, sin querer, cuando utilizaron ese medio de transporte? Me da vértigo pensar en una cifra, con la cantidad de viajeros que lo utilizan cada día. ¿A cuántas de ellas se les quedará grabado en el subconsciente que si el bebé está de nalgas, la cesárea es segura y encima hay que programarla? De nuevo me pongo mala al imaginármelo. ¿Cómo se puede luchar contra una cosa así? ¿Cómo puede mi asociación, como puedo yo misma paliar el efecto de esta contaminación informativa y formativa, por llamarlo de alguna manera? La única manera que se me ocurre es escribir esto y publicarlo. Decir a quien se encuentre esta entrada, que la cesárea no es obligatoria, no es la única opción, ni la mejor siempre, en caso de que el bebé esté de nalgas. Que el problema real es que la mayoría de los ginecólogos no pueden atender partos vaginales de este tipo, sencillamente porque no saben, no porque no se pueda o se deba. Que si aprendieron a hacerlo en su día, se les ha olvidado a fuerza de programar cesáreas y no practicar partos de nalgas. Que muchos otros jamás han presenciado un parto de este tipo porque todos terminan en la susodicha cesárea. Hay quién sabe atender este tipo de partos, pero son pocos y hay que esforzarse en buscarlos. Y lo malo, no es tanto la cesárea en sí, sino que sea programada. Si quien va a estar en el parto no sabe actuar en esta situación, probablemente sea más seguro para la madre y el bebé que se practique una cesárea, pero no es necesario programarla, no hay problema en esperar y que el parto se desencadene espontáneamente, porque además el bebé puede darse la vuelta el solo en cualquier momento, incluido durante el mismo parto. Hay muchos trucos que pueden ayudar a que esto ocurra, más allá de la mencionada versión externa y en mi opinión merece la pena intentarlo hasta el final, en lugar de resignarse tempranamente a una cesárea segura. Tenemos que empezar a exigir cada vez más mejoras en la atención al parto. Que vuelven a hacerse versiones externas, bien. Ahora, el siguiente paso es que vuelvan a aprender a atender partos de nalgas.
Nuria (unverified)
10 Mar 2011
Bravo Marian, asi se hace.
Ha calado tan hondo lo malo y arriesgado de un parto de nalgas que se nos ha olvidado que antes, era otra forma de nacer, sin más.
He pasado reciientemente por una situación en que mi bebé se puso de nalgas en la 32, después de haber estado de cabeza antes de la 26. Esto fue fruto de una situación de preocupación que no supe manejar.
Tras 3 semanas en las que sabía que lo que tenía que hacer era relajarme pero en las que me resultaba muy difícil, de hacer mil ejercicios, posturas, natación, etc, por fin en la 35 mi bebé se ha vuelto a poner en cefálica. Pudo haber sido en la 37, y pudo haber sido después incluso.
Reconozco que el miedo a enfrentarme a un parto de nalgas era casi mayor al de enfrentarme a una nueva cesárea, y hubiera pasado por la versión externa y lo que hubiera hecho falta antes.
Todo menos una cesárea programada.
Animo a todas las embarazadas que tienen a su bebé de nalgas que rechacen de entrada una cesárea programada, y menos aún en la 37 ó 38. Que confíen en que hasta el último momento hay tiempo, y que el bebé dicte cuándo nacer, que se inicie un trabajo de parto espontáneo, y en último extremo si el parto es inviable por la postura en sí, por la falta de personal experimientado o por los miedos insuperables de la mamá, entonces bienvenida la cesárea.
Por otro lado, estoy segura de que si ver partos de nalgas a nuestro alrededor fuera habitual, yo no habría creado este miedo atroz, incrementado por la huella de mi cesárea programada anterior y el parto que se me negó.
Hace 10 años yo estaba de 36 semanas y mi hijo Nacho nació de nalgas en un parto vaginal en el Hospital Costa del Sol de Marbella; fue un parto muy corto y muy bien atendido...
No tuve ningún inconveniente y agradezco al personal sanitario del hospital el que no me hayan practicado una cesarea....
Hola, Candy! Justo ayer fui a una eco, estoy de 33 semanas y tiene presentación podálica. Me dicen que aún hay tiempo de que se de la vuelta, que tiene espacio suficiente, y me citan para la 36, a ver que ha pasado. Si siguera en podálica, se haría la versión externa, que me comentan que les está funcionando en un 50% de los casos. Mi hospital (Manises, en Valencia) en teoría atiende partos de nalgas, y ni se inducen ni se programa cesárea por ese motivo, así que estoy tranquila en este sentido, pues busco un parto natural, no intervenido.
En tu artículo hablas que hay "trucos" para ir intentando que el bebé se de la vuelta... cuales son? He leído sobre la moxibustión, la homeopatía, ejercicios... pero no tengo muy claro cuando hay que hacerlos, si debería empezar ya o esperar.
Muchas gracias por tu atención, por tu tiempo.
Un saludo!
Hola, veo que este artículo y sus reacciones son de hace bastantes años, así que no sé si tiene sentido publicar el mensaje, pero en fin... Tengo una pregunta para las que habéis tenido un bebé de nalgas: en mi hospital (en Barbastro, público, que por lo demás pretende atender a los partos lo más naturales posibles) sólo hacen cesárea programada cuando esté el bebé de nalgas. ¿A qué sitio me puedo dirigir para que esperen a que me ponga de parto para practicar la cesárea? ¿Centros privados, otro hospital público? ¿Tendría que recorrer todos para averiguar su política? ¿O sería sencillamente cuestión de no aceptar la programación, esperar a que me ponga de parto y acudir en ese momento a mi hospital mismo? (me van a mirar mal, seguro, que es un hospital pequeño y conocen a sus pacientes, pero en fin, todo tiene su precio...) ¿Esperar hasta ponerse de parto tiene algún riesgo asociado? ¿O por cuál motivo es que programan las cesáreas?
Gracias de antemano, un saludo,
Nina
