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25 Jul 2011
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5 comentarios

La pierna rota - sobre el ingreso conjunto

Por Ángeles Cano

Alucinada me he quedado. Resulta que el otro día me enteré de que en Madrid, y me temo que también en el resto de este país, todavía hay centros hospitalarios donde no es posible ingresar junto a un bebé, vaya, donde el término “ingreso conjunto” no forma parte de su vocabulario. No me refiero a cuando un bebé enferma, sino me refiero al caso en que la madre precisa ingreso por lo que sea. No hace falta que sea algo relacionado con el parto o nacimiento, escogemos un ejemplo simple como la famosa pierna rota.

Así que yo me rompo la pierna en la calle y, para empezar, me tocaría discutir con el SAMUR para que me lleven junto a mi bebé de dos meses al hospital. Luego resulta que, dependiendo del hospital, intentan convencerte de que saques a tu bebé de Urgencias, “esto no es un lugar para un bebé”.

- ¿No tienes algún familiar que te pueda recoger al niño?

- No, señor; para empezar, no es un niño, es un bebé, recién nacido prácticamente, y cuando le entra el hambre ¿qué hacemos?

No hace falta mencionar cuáles son las necesidades de un bebé de dos meses que toma pecho. Después te ingresan. Empiezan a hacer el papeleo de admisión y otra vez:

- ¿Y este bebé- lo recogerá tu madre, no?

- Mi madre vive en Alemania.

- Pues entonces el papá de este bebé- y ya toca hablar claro.

- No soy madre soltera, pero eso no quita que, aunque tengo marido, él no me pueda sustituir en estos primeros meses.

Tras explicar que no puedo- ni quiero, por cierto- dejar a mi hija con otra persona, pido que nos ingresen juntas, lo normal. Sí, lo normal para mí, pero parece que no es “uso” aquí, porque en un primer momento me ofrecen ingresar al bebé a la zona de neonatos. ¿Ingresar a un bebé sano en Neonatología? - ¿para que de paso le regalen alguna infección?

No me apetece justificarme… Hablarles de que sólo toma pecho, de que sin ella mis pechos revientan, que ninguna de las dos podría dormir bien, porque la realidad es que nos necesitamos la una a la otra (aunque a primera vista parece ser solo ella la que “tiene dependencia”). Es que depende físicamente de mí. No, que no me vengan con sacarla a ella del hospital y sacarme yo la leche a solas aquí… ¿Y quién se viene cada pocas horas al hospital a recogerla y dársela? Pero qué absurdo, ¿no? Insisto, no estamos hablando de que yo tenga la peste, tengo una pierna rota…

En mi caso, mi hija se alimentó de mi pecho de forma exclusiva hasta los ocho meses. Menos mal que no me he roto una pierna durante ocho meses…

Mónica A. (unverified)
25 Jul 2011
En mi caso no me rompí una pierna, pero tuve que ingresar en enero para una tiroidectomía. En principio no puesieron problemas para el ingreso con lactante pero el mismo día de la operación la cirujana se negó. Así que le tocó una vez más a mi marido pelearse con el sistema (a mí estas cosas me pillan siempre en quirófano y me las pierdo). El caso es que a regañadientes nos dejaron hacer el ingreso conjunto y sacaron a mi compañera de la habitación para que no le molestásemos a ella (cosa de la que nos beneficiamos porque así no nos molestó nadie a nosotros). Luego entendí que lo que la cirujana no quería (y no veía bien) era que una mujer en pleno posoperatorio se hiciera cargo del bebé de ocho meses. Lo que ella no sabía es que yo no estaba para hacerme cargo del bebé, para eso estaba mi marido o algún otro familiar que se quedaba por las tardes para que mi costillo pudiese librar unas horas. La niña "se portó" de cine. No la oyeron llorar (es que en cuanto se queja va a la teta y se calma, oye). Fue la alegría de todas las enfermeras y auxiliares que pasaron por allí. La misma cirujana al final le miraba con ojitos cariñosos. Mi otra hija de cuatro años que venía a visitarme por las tardes también hizo las delicias del personal. En la visita del posoperatoria, ya en consulta ambulatoria (consultas a las que vamos con las dos niñas) la cirujana (que todo hay que decirlo se portó como una madre) me regaló el oído con un "¡Qué bien se portan tus hijas!". Le faltó decir "así sí que se puede hacer un ingreso con lactante...!
MaGia dEL mOmEntO (unverified)
26 Jul 2011
Si partimos de la base que cuando ingresamos en un hospital no lo hacemos por gusto sino porque estamos enfermos y por lo tanto más vulnerables, es una lástima que en lugar de sentrirnos cuidados y reconfortados tengamos que pelearnos con uñas y dientes para conseguir un trato amable y HUMANO. Todo llegará... Abrazos esperanzados!
Adela (unverified)
26 Jul 2011
Pues sí, es muy habitual. Cuando mi niña tenía 17 días fui a urgencias del Infanta Leonor y tuve que decir "no, gracias, mi niña se queda conmigo" unas 5 ó 6 veces. Parece que los hospitales no ven necesario que un bebé esté con su madre y una madre esté con su bebé. Seguiremos trabajando en ello hasta que se den cuenta...
Diana (unverified)
26 Jul 2011
Hombre, teniendo en cuenta que ya cuando vamos a parir tampoco ven necesario que esté nuestro marido en todo momento... O que, una vez nacido el bebé, tampoco es imprescindible que lo tengamos con nosotras, sino que se puede ir al nido, o le pueden separar para pesarlo, medirlo y otras tantas historias, o que tampoco pasa nada por que no estemos acompañadas mientras nos anestesian, o mientras nos hacen una cesárea... ¿Por qué habría de importarles que no estén con nosotras si realmente estamos enfermas? Encima te vienen con la excusa de que en un hospital "hay muchos bichos", que a mí me parece estupendo, pero vamos, que me parece mucho peor separar a un bebé de su madre sólo por que la mamá esté enferma.