Pedimos a Osakidetza que rectifique y acate la resolución de Naciones Unidas
Desde El Parto es Nuestro queremos denunciar públicamente la nota informativa emitida por Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) el pasado 15 de julio de 2022. Dicha nota se emite en respuesta al dictamen emitido por el Naciones Unidas, en concreto por la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) el 13 de julio en relación a la denuncia presentada por nuestra compañera, socia de El Parto es Nuestro, N.A.E. Las siguientes frases están extraídas del informe del CEDAW:
“Me pusieron en la mesa de operaciones como si fuera una muñeca. Nadie se presenta, nadie me habla, nadie me mira a la cara. Nadie se preocupa en intentar calmarme. Lloro mucho. Me ponen los brazos en cruz. El quirófano está lleno de gente, parece una plaza pública, me ignoran y gritan entre ellos ‘falta el bote de la placenta’, ‘donde está la pulsera del niño’. Estoy allí sola y desnuda y la gente va y viene, la puerta no para de abrirse y cerrarse […]. Hablan entre ellos de sus cosas, qué hicieron el fin de semana, hablan sin importarles que estoy allí y que va a nacer mi hijo, él, que solo puede nacer esa vez, y no me dejan vivirlo.”
“Tras realizar la cesárea, se incumplió nuevamente el protocolo que indica que el neonato permanecerá con su madre durante las horas de reanimación inmediata, para iniciar la lactancia materna y el contacto madre-hijo. Sin embargo, el bebé fue separado de su madre para ser llevado al pediatra sin ninguna razón... Cuando lo volvieron a traer, limpio y vestido, se lo enseñaron a la altura de su mano, pero no pudo acariciarlo porque desde la operación seguía con los brazos atados. Le ordenaron que le diera un beso, acercándoselo a la cara, pero llevándoselo inmediatamente sin que le pudiera decir nada. Solicitó que le dieran el niño a su padre, a lo que se le respondió “tranquila, chavalilla, que ya está”. …Oyó cómo explicaban a los estudiantes la forma en la que había que coserla. Terminaron sin decirle nada. A lo largo de las siguientes horas solicitó que le trajeran al niño, pero no se lo trajeron. A esta separación materna se sumó la lactancia artificial, a pesar de que había manifestado su intención de amamantarlo”
En su informe el Comité CEDAW recomienda proporcionar a esta madre “una reparación apropiada, incluida una indemnización financiera adecuada a los daños de salud física y psicológica sufridos”.
En vez de ello, Osakidtetza muestra una absoluta falta de empatía con la mujer y su hijo, y obviando el informe de Naciones Unidas, probablemente sin haberlo leido siquiera (nos cuesta creer que tras leerlo se pueda escribir algo asi) se reafirma en negar la agresión y el daño, señalando que:
“Según esa sentencia (junio 2015), no existió ningún daño físico o psíquico causado a la paciente como consecuencia de la asistencia prestada en el Hospital Universitario de Donostia. Por otro lado, en la sentencia se dice que la asistencia prestada fue acorde a los protocolos médicos, quedando acreditado que la actuación de todos los profesionales intervienes en el proceso de parto de la paciente fue correcta y adecuada a las normas. El Departamento de Salud y Osakidetza trabajan por ofrecer todos los días, tanto en aquella ocasión como en el resto de actuaciones, una atención cercana y de calidad, adaptando la asistencia obstétrica a la evidencia científica y cambios sociales y culturales, buscando que el proceso de parto/ nacimiento sea una experiencia positiva e inolvidable, sin olvidar que debe salvaguardarse un marco de seguridad y excelencia.”
Esta nota informativa nos resulta ofensiva: denota falta de humanidad y respeto a todas las mujeres víctimas de violencia obstétrica (para las que este ensañamiento puede resultar retraumatizante); máxime habiendo una sentencia de Naciones Unidas de por medio, por lo que pedimos una rectificación.
Exigimos a Osakidetza respeto por la resolución de Naciones Unidas: que la acate, repare a nuestra compañera (punto 16.a del informe) y ejecute con celeridad los puntos 16.c:
iii. Proporcionar capacitación profesional adecuada a los trabajadores obstétricos y otros trabajadores de la salud en materia de derechos de salud reproductiva de la mujer;
iv) Asegurar el acceso a recursos eficaces en los casos en que los derechos de salud reproductiva de la mujer hayan sido violados, incluido en casos de violencia obstétrica, y proporcionar capacitación especializada al personal judicial y al personal encargado de velar por el cumplimiento de la ley;
y 17, publique los dictámenes y recomendaciones del Comité y los distribuya ampliamente a fin de llegar a todos los sectores pertinentes de la sociedad.
PD: Recordamos además que en los hospitales de Osakidetza se sigue administrando haloperidol a parturientas, como denunciamos recientemente, lo que supone otra forma grave de violencia obstétrica.
Como sanitaria siento TANTA VERGÜENZA... De que a ésta violencia, a ésta falta de humanidad y de empatía, se le considere no sólo una actuación sanitaria "normal", sino "adecuada"... Espero de corazón esa rectificación que es NECESARIA.
Osakidetza trata de la mism amanera o peor a sus trabajadores ,como va poder ofrecer un trato digno a los usuarios