Al sacar el parto del ámbito doméstico y confinarlo al medio hospitalario, las mujeres actualmente no solemos presenciar ningún nacimiento hasta que no nos llega el momento de parir a nosotras mismas. Esto explica en parte el miedo que podemos tener ante una situación nueva, que nunca hemos visto ni experimentado. Es lógico por tanto intentar averiguar de alguna forma que es lo que va a pasar ese día, cómo podremos llegar a sentirnos, o qué podemos nosotras hacer para que todo salga bien. Aparte de asistir a una “buena clase” de las que desafortunadamente, de momento, todavía no hay muchas, hay otras cosas que puedes hacer tú misma, desde tu casa, para prepararte mental y emocionalmente para el día de tu parto.
- La primera cosa que puedes hacer para lograr una “aproximación” al parto es intentar ver uno. La mejor manera para comprender cómo se produce el milagro de la llegada de una nueva vida al mundo de un modo respetuoso y saludable, es aprovechando la oportunidad de presenciar un nacimiento, bien en directo o en diferido. Si no tienes la suerte de poder acompañar a ninguna amiga o familiar en su parto, puedes encontrar muchos videos de este tipo en Internet.
- También nos enseñan mucho los RELATOS DE PARTO. Ya no presenciamos partos en vivo, pero podemos saber de ellos a través de las comunidades virtuales que transmiten generosamente su sabiduría de mujer por medio de la narración de su experiencia. Leer historias de parto, tanto si han sido experiencias positivas como si no lo han sido tanto, es algo muy instructivo que nos ayuda a las futuras madres, pues aprendemos de esas experiencias y nos preparamos para transitar este camino sin tanta incertidumbre e inseguridad.
- Puedes “aprender sobre” el parto, a través de la lectura de bibliografía veraz: aquella basada en la evidencia científica más actual. En nuestra web recomendamos muchos libros interesantes.
Esta preparación además de calmar tu curiosidad, te ayudará también a tomar las decisiones más adecuadas en cualquier circunstancia. Cuando estamos bien informadas, estamos en condiciones de tomar decisiones conscientes sobre nuestro parto. Sólo una decisión informada es una decisión "libre".
Por otra parte, cualquier actividad que te haga sentir bien y te relaje es una buena preparación al parto. Puedes practicar ejercicio físico moderado, aquel al que estés acostumbrada y puedas desarrollar con facilidad. La natación es ideal para las embarazadas, existen cursos de yoga específicos para gestantes,… Todo aquello que te permita liberar tensiones es ideal para que el embarazo llegue a buen término y ese día te sientas fuerte y capaz de dar a luz a tu hijo.