Se denomina efecto nocebo al empeoramiento de los síntomas o signos de una enfermedad por la expectativa, consciente o no por parte del paciente, de efectos negativos de una medida terapéutica.
Si este concepto lo llevamos al plano de las visitas o pruebas que se le realizan a una mujer a lo largo de todo su embarazo, podría decirse que muchas veces por el sólo hecho de acudir a una cita médica, a muchas mujeres les sube la tensión o aparecen signos de nerviosismo, ansiedad o miedo. En la medida en que se da la información adecuada, se explican las razones de cada prueba y se deja de considerar al embarazo como una enfermedad, las emociones negativas que nos invaden también podrán ir disminuyendo, y con ellas muchos de los síntomas que padecemos.
Es verdad que las pruebas y/o análisis pueden ser útiles. Lo que habría que preguntarse en realidad es si hace falta que a todas las mujeres embarazadas se le practiquen las mismas pruebas, en las mismas fechas o semanas como si todas las mujeres tuviéramos tendencia a tener la tensión alta o predisposición a la diabetes, por nombrar algunas.
El impacto emocional de las visitas prenatales así como de los estudios a realizar durante todo el embarazo debería cuidarse más. Durante el embarazo muchos cambios vienen determinados por la fisiología de la placenta, es decir, que muchas enfermedades "diagnosticadas" durante el embarazo, se revierten al final del mismo con lo cual habría que tener especial cuidado en proponer rápidamente a una mujer embarazada determinadas pruebas que no siempre son necesarias y que influirán en el estado anímico y físico de la mujer.