A los loquios se llama el sangrado vaginal posparto, producida por la expulsión de la placenta.
Al principio serán rojos como una menstruación y generalmente más abundante que una regla, durarán unos 3-4 días. Posteriormente los loquios se tornan sonrosados y son similares a la cantidad de una regla; a partir del sexto día suelen ser marronáceos, desapareciendo generalmente en los quince días siguientes.
Estas pérdidas varían mucho de unas mujeres a otras, lo habitual es tener un manchado irregular durante un periodo de hasta cuarenta días, de ahí el término cuarentena.
Aunque en cada mujer los loquios son diferentes, de manera clásica se hablaba de:
- Loquios rojos o “loquia rubra”: 2-3 primeros días. Compuestos principalmente de hematíes, vermix, lanugo, restos de membranas.
- Loquios marrones o “loquia fusca”: 4-5 días siguientes. Compuestos por hematíes, leucocitos, células deciduales y exudado rico en proteínas.
- Loquios amarillos o “loquia flava”: 3-4 días siguientes (piocitos).
- Loquios blancos o “loquia alba”: hasta el día 20, serosidad blanquecina.
La máxima eliminación se produce entre las 17-90 horas postparto, por la caída de estrógenos.
Debe controlarse la cantidad de los loquios así como su color y olor. La presencia de una hemorragia demasiado abundante continua, o de un olor demasiado intenso deben alertar para una revisión por una posible infección. Habría que valorar si puede existir retención de restos de placenta, una involución imperfecta de la región placentaria o ambos.