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Malditos puntos o “cuando se le escapa el pipí”
Por Ángeles Cano
Me gustaría comentaros hoy una noticia que salió en el telediario hace unos días y que comenzó con la siguiente frase:
“Un 10% de las mujeres que tienen un parto vaginal padecen incontinencia severa y, de no tratarse bien, el problema puede agudizar con los años.”
Podeis ver la noticia aquí:
Nos alegra que por fin se hable de una adecuada atención posparto al suelo pélvico, a su recuperación y rehabilitación, ya que el propio embarazo lo debilita, independientemente de si el bebé nace por vía vaginal o por cesárea.
Entre los principales factores de riesgo que pueden provocar lesiones del suelo pélvico, nombran el “parto difícil” – un término algo difuso-, la edad de la madre- las “añosas" tenemos riesgos de todo- y el peso del feto, lo cual convierte de nuevo directamente a la madre en la principal culpable por “comer mucho” o “tener sobrepeso”.
Pero en el caso de los partos vaginales, lo curioso de este reportaje es que no hablan en ningún momento de los tres factores que influyen de forma absolutamente determinante sobre nuestro suelo pélvico en el parto:
- Las posturas durante el periodo del expulsivo, en la mayoría inadecuadas, ya que, en vez de ayudar a abrir la pelvis y dejar actuar a la gravedad, hacen todo lo contrario. Estar tumbada sobre la espalda (peor incluso con las piernas sobre estribos) o semi- sentada es contraproductivo y fomenta los desgarros y la necesidad de recurrir al bisturí y las tijeras.
- Los pujos dirigidos, aunque la madre no esté anestesiada y tenga suficiente sensibilidad como para notar los pujos. Los pujos dirigidos son contraproducentes, incómodos y alteran el proceso fisiológico del expulsivo. Incluso, muchas veces el personal sanitario no respeta el descanso que busca el cuerpo de forma instintiva entre la dilatación completa y el inicio de las pujos del expulsivo. Todo esto aumenta mucho la posibilidad de sufrir desgarros, ya que la madre empuja “contracorriente”.
- La episiotomía, que no solo es una intervención quirúrgica dolorosa (dolorosa en el posparto), sino que es la principal causa en España de las lesiones del suelo pélvico de las madres. Pienso que el principal riesgo para el suelo pélvico es tener en tu parto una persona con un bisturí o unas tijeras en la mano y que las usa de forma rutinaria, es decir, indiscriminada, sobre tus genitales.
Sobre todo, vemos de nuevo que la episiotomía es un tema absolutamente banalizado, bueno, en ese contexto ni siquiera aparece. Buceando por internet en una guía para embarazadas, me encuentro la siguiente frase:
"Los puntos son una consecuencia habitual del parto. Sí, es verdad que resultan muy molestos, pero no te preocupes: con los cuidados adecuados curarán pronto", "En unos días te habrás olvidado de este corte que te han dado."
No pasa nada por cortar la vagina, ¿verdad? "Te cortaré solo un poquito" es la frase que cada vez se escucha más en las consultas cuando una mujer pregunta sobre esta polémica práctica, porque las mujeres se empiezan a dar cuenta de que la realización de este corte depende más del hospital donde van a parir que de sus perinés.
¿Por qué entonces no empezamos a hacerlo mejor? ¿Evitamos, por pudor, las mujeres en el hospital a adoptar las posturas que nos pide el cuerpo y, por lo tanto, suelen favorecer a nuestro suelo pélvico (casi nunca nos pide tumbarnos boca arriba con las piernas en los estribos y calladitas...)? ¿Hemos visto demasiadas series de televisión donde siguen fomentando los tópicos sobre partos? ¿Será porque a algunos ginecólogos les parece "fuera de lugar" o “debajo de su estatus” tener que ponerse de rodillas para recibir un bebé -insisto, hablo de recibir, no de extraer-…? ¿Por qué seguimos subiéndonos al potro aunque no nos apetezca nada en este momento y además sabemos que esto pone en riesgo nuestro suelo pélvico? Nuestra educación nos frena tanto en estos momentos como para no hacer lo que nos apetecería ni lo que sería lo más lógico y lo más seguro para nuestro hijo, lo que más favorece un expulsivo. ¿Son algunos profesionales incapaces de atender una parturienta cuando no está "donde tiene que estar", en la famosa mesa de parto?
Siempre me pareció curioso que las estadísticas de profesionales que atienden partos sólo con las intervenciones realmente necesarias demuestren tan pocos desgarros, a pesar de que estos mismos profesionales no suelen practicar episiotomías.
España sigue siendo el país europeo donde más episiotomías se realizan. ¿Pura rutina? Estoy convencida de que nuestros perineos no son muy distintos de los de otras mujeres europeas, pero sí me parece que son más “sufridores” y aguantan calladitos.
A mí lo que me parece increíble es que estudiemos todos los músculos habidos y por haber en el cuerpo humano en el colegio, excepto el suelo pélvico, que ni sabemos donde está, ni qué hace, ni para qué sirve. Casi todo lo que se refiere a la mujer, se obvia o los conocimientos que se imparten están obsoletos o incompletos.
Cuantas menos mujeres comportándose como la "Señorita Pepis" en los consultorios de ginecología y en los paritorios, más perinés y menos desgarros habrán.
Decir bien claro y alto: "Yo me pongo como me dé la gana, empujo a mi ritmo y guárdate las tijeras si no quieres un nuevo corte de pelo".
Menos modositas y más concentradas en el nacimiento de el ser más maravilloso del mundo: nuestr@ hij@.
Cortar la vagina a una mujer sin que lo necesite es ablación.
En otras culturas lo criticamos duramente, nos parece una salvajada cultural, pero entre nosotros, ante más de la mitad de las mujeres con sus vaginas cortadas (literalmente), tan sólo nos permitimos pensar que por algo será.
Mujeres: despertemos, dejemos de permitir que la ablación institucional de nuestras vaginas siga cargándose la vida sexual de muchas mujeres.
Con todo lo que nos ha costado a las mujeres conseguir poder disfrutar del sexo... para perder ahora la capacidad de disfrutar por prácticas anticuadas y machistas, incapaces de concebir que las mujeres saben parir sin necesidad de ayudas extras del bisturí.
Completamente de acuerdo con María y Susana. Lo que tiene narices es que si no vas de modosita, en algunos sitios estás ya sentenciada. Y lo triste es que ya no son sólo los profesionales, sino a veces otras mujeres las que dicen "claro, es que vas de lista y...", justificando prácticas obsoletas sin siquiera saber si alguna vez sirvieron para algo.
Pues me parece que la pobre mujer del reportaje, si a los resultados nos atenemos, tuvo que ir de lista a tope ¿o más bien no sería lo contrario?
Pobre de la que va al parto a recibir órdenes, pareciéndole normal todo tipo de barbaridades y hostilidades (estamos bien domesticadas) y con la disposición a que le extraigan un feto a como dé lugar...
Si no atienden a planes de parto, ni a un educado "no, gracias", una significativa mirada "de perro" (me estoy imaginando las de mi hermana cuando está cabreada ;) ) podría funcionar, que no estamos en esos momentos para mucho más... Y si nada funciona... no hacerles caso, ni a ruegos ni a amenazas...caminar si nos da la gana, no ofrecerles nuestras partes íntimas para que las urguen sin necesidad, no subir al potro, etc. No pueden atacarte y obligarte físicamente sin una orden judicial. Y si te dicen que firmes lo que sea, ni caso.
Si necesitas algo, lo pides y como no te hagan caso, pues ya os vereis las caras después.
Normalmente no hace falta tanto, ya está cambiando algo el panorama, pero hoy por hoy, si lo necesito, eso es lo que haré.
Yo también creo que el mayor escarnio se realiza sobre las mujeres modositas, es decir esas que vamos confiadas que obedecemos todas las ordenes que nos dan que hemos ido a un hospital pensando que ibamos a encontrar "buena gente", que nos ayudaria y cuando te dás cuenta estas drogada incapacitada para defenderte y a mercé de alguien donde el bienestar tuyo y de tu hijo no es lo prioritario.
Las consecuencias de esta triste realidad las sufrirás de por vida
Por eso me parece tan importante esta página, las mujeres deben conocer esta realidad y la única defensa es no hacerles ni caso, griten o te amenacen, tu a lo tuyo.
El parto no es el mejor momento para discutir, pero si es el mejor momento para no obedecer, para hacer lo que te pida el cuerpo y para PASAR OLIMPICAMENTE de esa gente que te rodea.
Cierto, Anabel. Y sobre todo para tener esperanza, conectando con el bebé que cambiará tu vida (siempre para bien, porque un hijo lo pone todo en su sitio si sabes entregarte como sólo las madres sabemos).
Les deseo a todas las embarazadas que lean este blog que no se pierdan, que vayan en busca de su bebé, que tienen más posibilidades de salud los bebés y ellas cuando confían en su propio instinto, que busquen ayuda cuando éste les avise y no el miedo que tengan o que les hayan metido.
Hablando de no perderse, la canción de Diego Torres, en estos casos, es muy sugerente...