3.000 Euros

Por Andrea Treku 3.000 Euros es lo que viene a costar un parto vaginal respetado en un centro hospitalario español, atendido por un obstetra y matrona que sigan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Incluye además de los honorarios de la matrona, médico y neonatólogo, los gastos de la sala de dilatación-paritorio y una estancia de tres días en el hospital para la madre y el niño. Algunos profesionales ofrecen esta opción en algunos pocos centros de nuestro país. En el caso de que sea cesárea o se aplique una analgesia epidural, la factura se incrementa entre un 30 y un 50%. Dar a luz en el propio domicilio, con la atención de una matrona o ginecólogo, primer reconocimiento al recién nacido y al menos un par de visitas post parto en los tres días siguientes al alumbramiento, supone algo menos de 2.000 Euros. En la sanidad privada hay muy pocos ginecólogos que accedan a atender un parto según la OMS, ni siquiera pagando estas cantidades, pues ello les obliga a estar permanentemente de guardia, sin adelantar o parar los partos que les alteren su agenda. Por otro lado, los hospitales privados acostumbran a tener turnos establecidos de matronas, anestesistas, celadores y demás personal, con lo que tampoco se les suele consentir que no ordenen los nacimientos, ocasionando problemas en periodos vacacionales en los que literalmente se vacía el hospital. En la sanidad pública el problema suele ser la masificación y cada hora que le ganen a un parto supone menos ocupación de una sala de dilatación, de un paritorio o de una cama. Algunos sanitarios intentan trabajar de forma más humana, respetando los tiempos y particularizando para cada parturienta, pero no siempre es posible, dado que tienen que cumplir con los presupuestos, turnos y objetivos preestablecidos. Ahora me gustaría recordar las diferencias más substanciales de un parto según la OMS, frente a un parto protocolario en una típica maternidad española, para que podáis valorar si efectivamente resulta descabellado pagar la diferencia:

• No se romperá la bolsa por rutina, redundando en contracciones más efectivas y menos dolorosas, así como menor riesgo de infección para madre e hijo.
• No se obligará a la mujer a mantenerse quieta y en una determinada posición, lo que mejorará no sólo su comodidad, sino también el correcto progreso del parto.
• No se le pinchará la cabeza al bebé con el monitor interno, sobran los comentarios.
• No se le inducirá ni acelerará el parto con oxitocina artificial (gotero) sin un motivo de salud real, evitando sufrimientos innecesarios (que a veces obligan a realizar una cesárea y aumentan la posibilidad de un parto instrumental) a madre e hijo.
• No tendrá que estar sometida a distinto personal o prisas por los cambios de turno o periodos vacacionales, se le tratará con respeto, comunicándole antes de cada paso lo que se le va a realizar y por qué (esto parece obvio, pero lamentablemente no se cumple casi nunca).
• No se le cortará la vagina (episiotomía) por sistema, con lo que la madre podrá mantener su integridad física, además de la psíquica.

Cuando una pareja decide emplear un dinero ahorrado en su próximo parto, la reacción de la mayor parte de sus conocidos será el reprocharles abiertamente este gasto considerado excesivo, dado que “por la Seguridad Social no te cuesta un duro, y si lo que quieres es tener una habitación para ti sola, con el seguro ya lo tenías”. Sufrirán críticas y serán presionados por sus familiares, que les tacharán de bobos por no hacer uso del seguro médico o les hablarán de su otra nuera o hija que “los tuvo en La Paz sin ningún problema”. Siempre me ha resultado curioso que cuando se trata de asegurar el bienestar de una mujer y la de su hijo se encuentren estas resistencias y cuando se trate de invertir esta misma cantidad en extras para un automóvil nuevo, la reacción sea totalmente distinta. Algunos ejemplos: BMW serie 3: Pintura metalizada, llantas de aleación de 17”, CD con cargador para 6 discos y manos libres para el coche: 3.500 €. Audi A4: Pintura metalizada, llantas de aleación de 17” y techo solar corredizo: 3.000 €. Citroen C4: Pintura metalizada, aire acondicionado tapicería especial, aire acondicionado, radio CD: 2.900 €. Y ahora, una pregunta para el género masculino (sin tener en cuenta que un parto respetado también es lo mejor para vuestros hijos): ¿Cuánto pagaríais porque no os cortaran y volvieran a coser vuestros genitales (no siempre en la posición original) por protocolo?