¿Una placenta envejecida y/o calcificada es indicativa de cesárea?
El parto normal se desencadena por circunstancias que actualmente no son bien conocidas, pero parece que interactúan distintos factores, factores maternos, factores fetales y factores placentarios. No se podría poner una de parto si en cierta manera la placenta no empezara a "envejecer" al final de la gestación porque no se pondrían en marcha los mecanismos bioquímicos que propician la cadena de acontecimientos que desencadenan el mecanismo del parto.
Claro que la placenta al final del embarazo envejece, se calcifica (incluso se infarta) y proporciona menos alimento a los bebés, pero es que tiene que ser así y esto sigue entrando dentro de la normalidad. En principio una placenta al final de la gestación Grado I-II o III de Graam que es como se denomina no tiene la más mínima importancia, siempre que las reservas fetales sean buenas, es decir que no estemos ante un verdadero CIR o un verdadero problema placentario.
¿Por qué digo lo de verdadero? pues porque gracias a las nuevas tecnologías se pueden ver cosas que antes no se veían y esto tiene un doble matiz: por un lado es cierto que podemos detectar problemas con mayor facilidad pero por otro lado también podemos ver problemas donde no los hay.
Un verdadero CIR es aquel que tiene realmente comprometido el aporte sanguíneo (y por tanto de oxígeno y alimento). Actualmente se detectan demasiados CIR y placentas envejecidas porque se buscan y se encuentran más de lo que deberían. Es decir, que hay inducciones (que muchas veces fracasan) por sospecha de CIR con niños que pesan 3000 gr. (luego... no son CIR).