Equipo Blog
2 Mar 2013
  •  
7 comentarios

Sobre la Jornada en el hospital El Escorial de Madrid, el pasado 16 de febrero de 2013

Hoy hemos recogido algunas reflexiones sobre la jornada en el Hospital El Escorial de Madrid, a la que os invitamos también en este blog, y sobre la que nos llegaron muchas reacciones después.

Por Francisca Fernández

Siguiendo la evolución de cerca

El grupo de crianza del Escorial me había propuesto dar una charla en el pequeño espacio que les cede el Ayuntamiento para sus reuniones, porque una pareja del grupo iba a tener pronto a su bebé y les interesaba. Pensé que quizás en los pueblos de alrededor hubiese otras parejas con la misma inquietud y les propuse hacer una pequeña jornada, invitar a otras personas y darle la mayor difusión que pudiéramos.

Luego se me ocurrió pedir a una matrona de El Escorial que nos acompañase. No la conocía personalmente, pero habíamos hablado alguna vez por teléfono de sus deseos de cambiar la atención al parto y nacimiento y avanzar en las recomendaciones de la Estrategia de Atención al Parto Normal. Le encantó la idea y nos ofreció hacerlo en el propio hospital.

De esta manera bastante accidental me encontré dando una charla en el hospital de mi propio pueblo, que siempre nos había dado la espalda, con un montón de familias y compañeras de El Parto es Nuestro delante y a mi derecha las preciosas vistas al Monte Abantos de ese viejo-nuevo hospital, con aspecto de antiguo sanatorio de tuberculosos ampliado con una flamante ala nueva panelada y pulimentada. ¡Me sentí tan feliz de estar allí por primera vez no como paciente o acompañante, sino para hablar de la atención al parto! Qué bueno estar allí rodeada de parejas jóvenes, embarazadas, bebés, de amigas, con algún sanitario curioso y hasta gente que vino de Valdepeñas… La sala se llenó tanto que el flamante nuevo jefe de servicio de Ginecología nos ofreció el Salón de Actos (al tiempo que se palpaba el bolsillo de la bata para asegurarse de que la chuletilla que tenía preparada para cantarnos las cuarenta seguía en su bolsillo).

He visto cómo ha evolucionado la atención al parto en este pequeño hospital comarcal muy de cerca y actualmente, a pesar de los desafortunados comentarios del jefe de servicio, me quedo con que abrieron las puertas a la gente, con la buena voluntad de Charo, la matrona, con su bajísima tasa de episiotomías y con el testimonio de esa mujer que había parido allí, de pie, tras una inducción a la semana 42 en la que no había recibido presiones de ningún tipo (¿en dónde hoy por hoy no te presionan para inducir en la semana 41?) con apoyo emocional, sin episiotomía, con apoyo a la lactancia… Nos lo contó a todas y dio las gracias a la auxiliar, a la comadrona y al equipo que la acompañaron.

A pesar del ala nueva, la filosofía asistencial sigue anclada en el viejo hospital de tuberculosos, pero al mismo tiempo, yo sé que la mujer que quiera va allí y pare como a ella le dé la gana y el jefe de servicio no se mete en el paritorio si no es a la fuerza. A diferencia de otros sitios que conozco, con mejor nombre, no veo en el equipo ese dañino cinismo que he visto en las direcciones del Puerta de Hierro, del Gregorio Marañón…

Por Diana Montero

Mucho ruido y pocas nueces

El pasado sábado acudí, junto con varias amigas y socias de El Parto es Nuestro, a la jornada que el grupo de crianza de El Escorial organizaba en el hospital de su zona. El evento me interesaba, en primer lugar, porque escuchar a Francisca Fernández es siempre un placer y porque quería enterarme de los cambios que –se dice- ha implementado el hospital de El Escorial en la atención al parto.

La primera parte de la jornada, como ya intuía, no me decepcionó. Francisca desgranó la Estrategia de Atención al Parto Normal y habló de la validez jurídica de los planes de parto, entre otros temas. El auditorio permanecía en silencio, asimilando la información que, con claridad y sencillez, nos transmitía la ponente.

A continuación, habló una matrona del hospital y ahí mi sentido arácnido se activó. Hubo frases que quedarán para la posteridad en mi memoria, como:

  • “Sí, nosotros hacemos todo eso que tú dices –dirigiéndose a Francisca- siempre que el parto sea normal”. Es decir, que si una mujer no tiene un parto normal, ya no debe esperar que se le pida su consentimiento antes de una intervención, sino someterse a los profesionales.
  • “Todos los partos llega un momento en que se tuercen”. Estadística francamente preocupante. ¿Qué entiende esta señora por un parto torcido? ¿Aquél que tiene lugar con la madre encorvada? ¿De verdad se le tuercen todos? Todos los partos tienen en común que nace –como mínimo- un bebé, ¿será eso lo que le sorprende a la matrona?
  • “No hay evidencia de que la episiotomía afecte al suelo pélvico”. A continuación, se dirigió al jefe de servicio de ginecología para corroborar su osada afirmación (y él dijo lo mismo. Ole). La episiotomía, afirmo yo, es tan inocua para el suelo pélvico como un sartenazo en la boca lo es para la estética dental.
  • “Para nosotros, un parto es una situación estresante, estamos estresados y lo que queremos es una mamá sana y un bebé sano y que se termine prontito y a casita”. ¿Esto va en serio? Señora, si se pone nerviosa, gestióneselo o tómese una tila, pero yo en mi parto quiero una matrona alerta y atenta, no una persona estresada que posiblemente verá como una bendición cualquier atajo, sea una episiotomía o una Kristeller…

Estas declaraciones se completaron con la pregunta que nos hizo, sinceramente interesado, el jefe de servicio, que dijo no entender por qué “algunas mujeres” se “empeñan” en parir sin epidural, porque él mismo, si fuese mujer, se la pondría desde que viese el positivo en el test de embarazo.

Escuchamos allí mucho “yo, yo, yo”, muchas declaraciones sobre sus miedos, sus actitudes y sus egos, pero eché en falta que se hablara de la mujer, de qué necesita una mujer de parto y de qué medios se pondrán a su servicio para que su experiencia sea satisfactoria si decide parir en ese hospital.

Las afirmaciones de estos profesionales dejan meridianamente claro que existe un abismo entre la implementación técnica de la Estrategia y su aplicación real. Queda muy bien decir “aquí hacemos partos naturales” (es un decir; suena horrible, porque ellos no “hacen” partos, la que pare es la mujer; y un parto tiene que ser normal, sin intervenciones innecesarias. La palabra “natural” está muy de moda y en este contexto no nos aporta demasiado), pero ¿qué ocurre en la práctica? ¿De verdad tienen claro estos profesionales cómo atender un parto con respeto, sin intervenir, sin “distociarlo”? ¿Saben respetar el proceso sin dejar traslucir sus miedos, sin meter prisa a la mujer para poder respirar tranquilos?

Únicamente cuando los profesionales asuman que las mujeres sabemos parir y que solo necesitamos que ellos estén atentos para intervenir en los escasos casos en que realmente es necesario, podremos hablar de parto respetado y recuperar la relación de confianza médico-paciente que tan beneficiosa sería para ambas partes.

No es oro todo lo que reluce.

Por Eva B.

Una tarde intensa

Allí estuvimos reunidas unas cuarenta personas, entre niños, bebés, madres, padres, matronas, sanitarios y un ginecólogo- el jefe de ginecología de dicho hospital-. La conferencia- reunión- debate pintaba bien y faltó tiempo para el intercambio de ideas. Pero debo decir que aprendí mucho más sobre parto, sobre todo desde todos los enfoques, que en toda mi femenina vida. Enhorabuena a quien lo organizó porque, como formadora y pedagoga, opino que para entender a las personas lo primordial es escuchar y dialogar los puntos de vista.

Fran nos habló de la asociación El Parto es Nuestro y de su porqué. De la ideal libertad de cada mujer para elegir su parto. Nos habló del plan de parto y de lo que significa. De las diferencias entre un plan de parto en países como Inglaterra, en el que el respeto a la DIGNIDAD de la mujer está por encima de la superioridad profesional, y España, en el que es necesario decir “no” a la episiotomía, “no” a la oxitocina, “no” a la separación de tu bebé, etc. Nos recordó que los protocolos no son NORMAS, sino pautas generalizadas, y que por tanto siempre son opcionales y mejorables.

Nos habló de la EMPATÍA, y se habló de la COMUNICACIÓN. De cómo un gesto, una sencilla presentación antes del parto entre la mujer y el profesional puede cambiar mucho, mucho las cosas.

Como muchos hombres, el hombre, jefe ginecólogo, dijo no entender cómo últimamente "nos hacíamos las valientes muchas mujeres" tratando de evitar la epidural (palabras textuales). A lo mejor es porque dicha epidural tiene unos efectos negativos que provocan un parto poco deseable (monitorización, estar tumbadas, sufrimiento fetal, no sentir las contracciones y por ende no dirigir NUESTRO PARTO). En fin, este punto se quedó ahí, por el momento. O yo lo entendí mal o no podía estar creyendo que un ginecólogo no tuviera en cuenta semejante evidencia científica.

Fui a la reunión porque, en teoría, es el hospital que me correspondería por zona y de aquí a dos tres años deseamos ser padres por tercera vez. El personal me resultó agradable, pero no su protocolo. Sobre todo el de las cesáreas (piel con piel únicamente con el padre y luego a la REA), igualito que en la Paz pero con habitaciones con vistas a los pinos balsam de la sierra madrileña.

Después de esta reunión, quise preguntar a la matrona jefa (creo) qué política tenían respecto a los pvdc. Yo no le dije nada, pero en mi caso seria “pvdcdpv” (parto vaginal después de cesárea después de parto vaginal). Tampoco preguntó. Tan solo se limitó a decirme que es un riesgo de rotura uterina, que tendría que ir ya casi pariendo etc., etc.

Lo que ya conocemos...

Cheli Blasco (unverified)
2 Mar 2013

Enviado por Cheli Blasco (no verificado) el

Enlace permanente
yo también fui a la charla. me causó gracia q uno de los puntos q más se destacaban de la atención al parto en el hospital era q estaba en pleno monte, q las vistas eran preciosas. si, si, todo muy lindo. el "flamante jefe de servicios", como dice fran, a ver... q está bueno el cristiano. se acuerdan de marc, el doctor buenmosón de anatomía de grey? bueno, igualito. a ver, mujeres, si alguien nos va a decir que no entiende como hay mujeres q eligen parir sin epidural, que cuál es el problema, que si para sacrse una muela te pones anestecia, linda... viene bien q te lo diga alguien con carita bonita. creo que igual prefiero parir respetada que en un lugar precioso atendida por un flaco guapetón. la matrona charo, con su mejor intención, comentó orgullosísima como en el hospi dejan q las embarazadas anden y paseen por los pasillos. oh! maravilla! ah, no, claro, hasta q rompa aguas... ahí ya... bueno... ahí ya cambia la historia... ahí mejor q no andes, mami, a ver si alguna bacteria pega un salto, entra ahí, se cae el niño, vaya uno a saber, esto de los partos no es broma, todos se tuercen, todos nos ponemos muy nerviosos... el ginechuli, terminando, comentó sobre el cambio que está sucediendo en la atención al parto. como los profesionales tiene q ir cambiando costumbres (gracias) y como las usuarias también tenemos q poner de nuestra parte, tenemos q tenerles paciencia. si, si, te tengo paciencia, mientras te gestionas no hacer episiotomías de rutina, yo me llevo la mía, mientras tú te vayas a casa contento, mientras vayas haciendo tu aprendizage, tranqui, lo dejamos en una episiotomía a cambio de una no kristeller? te parece un buen punto intermedio? te parece q te tuve paciencia y respeté tus tiempos de adaptación al cambio, ginechuli? para terminar y no ceder a la sangre roja y furiosa q me está subiendo por el cuerpo, yo diría: cuidado! estos son los q nos abrieron las puertas! los q invitaron a q hablara fran, los q están intentando cambiar, los q se dicen respetuosos, los q saben del epen. (que, por cierto, ginechuli quedó muy confundio por el nombre de nuestra asociación, no lo entiende... flaquito, eso y alguna otra cosilla más se te escapan). si esto es de lo mejorcito que hay... nos queda camino pero vamos andando se oyen los pasos los oyen nos oyen el parto es nuestro, carajo!
Adriana
2 Mar 2013
Me alegro muchísimo de leer esto. Salí de allí con miedo de que se pudiera pensar que hay una buena atención al parto en este hospital porque abriese sus puertas a una asociación como El Parto es Nuestro. La parte de Francisca estuvo genial, todo lo demás ya lo han dicho las compañeras... Cuando te abren las puertas para seguir hablando contigo en condición de "Yo Tarzán tú Chita", tampoco se avanza nada. Mucha demagogia, mucho paternalismo, mucha falta de información por parte de los informadores, mucho egoísmo y autobombo y sobre todo mucho miedo...Han oído campanas y no saben por donde. Pero bueno, todavía tenemos que dar las gracias porque en la condición que sea, nos abren las puertas y se molestan en estar allí dos horas. ¿Qué pasará en los lugar que no pasa ni esto? Espero de verdad que pronto se cumpla la estrategia de atención al parto normal que tanto ha costado y entiendan que querer que se cumpla no implica renunciar a la seguridad como tantas veces escuché allí.
Lorena Lofiego (unverified)
2 Mar 2013

Enviado por Lorena Lofiego (no verificado) el

Enlace permanente
16 de Febrero de 2013 Estos eran los temas propuestos para tratar en la jornada que asistí hoy: .Estrategia de Atención al Parto Normal del Sistema Nacional de Salud .Derechos de las madres y del niño hospitalizado .Validez jurídica de los planes de parto .Consentimiento informado en la atención perinatal .Relaciones interprofesionales médico –matrona Decidí asistir a la Jornada sobre la atención al parto que organizaba un grupo de crianza de El Escorial, junto con la participación de Fran de Epen que se llevó a cabo en el hospital de El Escorial. La jornada duro más de 2 horas. Se presentó la matrona y Fran hizo una presentación apoyada por un PowerPoint que decía muy clarito y sencillito cuál es nuestra lucha y por de la importancia de tantos años defendiendo nuestros derechos. La presentación de Fran fue clara, directa, sencilla y firme. Impecable y muy fácil de captar cuál era el mensaje. Cuando termina la charla de Fran la matrona (Charo) dice que todo lo que se había dicho “lo hacían”, luego fueron apareciendo comentarios como: “con bolsa rota, monitorización sí o sí…etc. Luego habló de los bajos índices de episiotomía que tenían en el hospital, que hacían el piel con piel, que si se le hace una cesárea a la madre, el bebé hace el piel con piel con el papá, que si el lavado del niño lo hacen para que las mamás “aprendamos a hacerlo”, que tiene una tasa bastante alta de lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, que el Nido casi no se usa. La matrona repitió varias veces que el hospital es de 3er nivel ¿? Su manera de referirse a los partos fue: “Los partos se hacen, los hacemos…” Luego comento que tenían bastantes mujeres árabes que parían allí y que ellas valoraban muchísimo la tecnología que se utilizaba en la atención al parto…La matrona hablaba de los partos en términos de estrés, miedo, que acabe prontito…se notaba en su lenguaje corporal el miedo al parto…que lo único que quieren es tener una mamá sana y un bebé sanos, rapidito y a casita. Cabe señalar que llevan un año intentando implementar la estrategia en este hospital… y que sólo llevan un mes con adecuaciones espaciales para que, por ejemplo, la dilatación no se haga en una sola sala con varias mamás a la vez… Las frases de:”cuando todo va bien…..” ó “hasta que los partos se tuercen…” salieron a la luz como no podría ser de otra manera…. El Jefe de Servicio, Jesús no sé cuantos, permaneció callado hasta que tuvo la palabra…casi al final… empezó hablando de la “seguridad”, hacía mucho hincapié en la seguridad aquí, la seguridad allá, hasta que de pronto me di cuenta de que no estaba hablando de la seguridad de madre y bebé, sino de la suya, de cuidarse sus espaldas, de sus miedos. La vena ginesauria salió a la luz…con textuales palabras dijo que no entendía como las mujeres no paríamos todas con la epidural, que era algo que no podía entender…dejó caer, también, con risitas y un desliz de sorna, que le sorprendía el nombre de nuestra Asociación, dejando caer que era una obviedad que el parto era nuestro…Dijo que los partos sí se tuercen (cuando Juanjo antes había dicho que los partos no se tuercen así como así) y que él (el gran Dios todo poderoso y patriarcal) “vela” por la seguridad, mejor dicho por “su” seguridad) que él se había formado, que había estudiado, que también tiene una familia y niños pequeños, que también sus hijos le piden ir aquí o allá y comprarse no sé qué zapatillas de tal marca¿? Pero dé que estamos hablando o yo me estoy volviendo una marciana o no estamos hablando de lo mismo…señores, que estamos hablando de que seguís sin tener ninguna confianza en nuestra capacidad de parir, de que no queréis que nos empoderemos de nuestros cuerpos y de nuestra salud y la de nuestros hijos, estamos hablando de que como puede ser que un jefe de servicio termine la reunión poniendo un ejemplo, según él de seguridad, hablando de Caroline Lowel???, activista australiana pro parto en casa que falleció..Fran ha sido clara y le ha dicho:”eso es jugar una carta muy sucia” a estas alturas yo ya estaba más que incendiada, levantando mi mano para que me dieran la palabra, dispersión total, voces por todos los lados y así terminó la Jornada. Me vine a casa llamé Marta, mande wasap a Candy, hablé con Ángela, con Anabel, en fin que os necesitaba para corroborar que no me he vuelto loca y que no estamos hablando desde los mismos paradigmas. El jefe de servicio siguió hablando del control exhaustivo en el embarazo, luego hablo de clientes (me acorde del programa Salvados de la semana pasada acerca de la sanidad pública española en donde una de las frases que salían era: “de paciente a cliente”..en fin…sigo….que si no saco todo, hoy no duermo. No me sentí del todo sola cuando oí alguna intervención de Diana Montero, por ejemplo o de Paula… Me gustaría saber su opinión, también para ver si mis hipótesis son incorrectas o corroborar que he enloquecido definitivamente. En un momento el jefe de servicio expresa, muy sinceramente hay que decirlo, lo difícil que era cambiar las cosas, que eran muchos años de intervenir todo el tiempo y que bajar ahora un poquito la guardia y no intervenir tanto, ains…que cosilla no? Se habló de la relación de empatía entre usuarios y profesionales, del poder de los ginecólogos frente a las matronas, de tantas cosas…yo siento y pienso que Fran y el grupo de crianza han tenido una intención buena, productiva y fructífera pero pienso que este hospital no sabe cómo hacer para atraer a las mujeres para que vayan a parir allí, que les habrán dado un ultimátum de:”O aumentáis la cantidad de partos o la maternidad se cierra” y abrir sus puertas forma parte de captar a un público muy concreto y preciso… estamos hablando de lo sutil, de la intimidad, del silencio, de las hormonas del amor, de la confianza, del empoderamiento, de la llegada de un ser a este mundo, del amor…no estamos hablando del miedo que tenéis de ver a una mujer empoderada parir, no estamos hablando de que somos masoquistas porque no queremos parir y recibir a nuestros hijos drogados, no estamos hablando de “mejor un cortesito que no un desgarro de 2do o 3er grado (frase del jefe de servicio que encima lleva todo el tema de suelo pélvicooo) estamos hablando de que no os enteráis de nuestro mensaje porque seguís en un pedestal de poder, interés económico, miedo e inseguridad extrema… estamos hablando de cambios tan gratuitos e imprescindibles como tocar la puerta antes de entrar, por poner un ejemplo.. estamos hablando de que un jefe de servicio debe dar el ejemplo y no tirar de la muerte de una mujer que paría en casa para corroborar su tesis de seguridad…eso sí de lo que estoy “segura” es unas cuantas cosas: Jamás pariría en su “seguro hospital, Jesús….” Gracias, pero no”. Que entiendo su miedo de quedarse en la calle si le cierran “su” maternidad y no poderle comprar a su hijos las deportivas de Nike. Que prefiero un desgarro de segundo, tercero o quinto grado que “no” su cortesito bien intencionado… Que no me extraña que la matrona viva con tanto estrés el asistir los partos si es que, en definitiva, los vivís como algo patológico y enfermizo que hay que controlar. Que queréis vender algo que no sois pero se nota en vuestra mirada, en vuestros gestos, en vuestras palabras y en todo!!! Que prefiero ser una madre que elige parir en libertad (aunque creáis que soy una mala madre que pare en casa y no quiero la seguridad para mí y para mis hijos”) Gracias por leerme, a las que hayáis llegado hasta el final, espero un feedback de las que habéis estado allí presentes… Lorena Lofiego Febrero 2013
Anónimo (unverified)
3 Mar 2013
Asisití a la charla de marras, y tras leer los comentarios que se han publicado aquí y en otros foros siento la necesidad de matizar algunas cosas. Aunque me expreso a título personal, como parte del grupo de crianza de El Escorial, debo manifestar que ninguna de las actividades que desarrolla este grupo responden a fines espurios, interesados, "comerciales" o ajenos a los propios intereses del grupo de crinaza (si alguien tiene curiosidad en conocer en qué consiten esos intereses puede hacerse una idea aquí: http://www.tobeefree.com/que-es-un-grupo-de-crianza/). Esta ha sido una iniciativa que partió incialmente del grupo de crianza para la que ha contado con El Parto es Nuestro y con el hospital de El Escorial, y no a la inversa, por tanto no obedece a intereses externos por publicitar o mejorar la imagen de colectivos o insituciones a las que no nos une ningún vínculo, al margen de la simpatía que podamos sentir cada unx de los miembros a nivel individual por dichos colectivos. Entrando en materia: el objetivo de este acto era, por un lado hablar de la validez jurídica de los planes de parto y de los derechos de las madres en el parto (ver cartel), por otro dar a conocer los cambios que se están produciendo en el hospital de El Escorial (los hay) y por último romper la barrera entre profesionales y usuarios de los servicios públicos. Creo, personalemente que el primero se consiguió, gracias a Fran que efectivamente estuvo muy coherente y acertada y con un disurso muy sólido. El tercero, a mi parecer, también se consiguió. Nuestra presencia en el hospital es signo de ello.Se abrió un debate dónde cada quien pudo exponer y defender lo que le pareció oportuno. Cada cual argumentó su postura con mayor o menor acierto. Se escucharon y se respetaron todas las opiniones. Cómo debe ser un debate. Que se diera este debate entre posturas tradicionalemente alejadas seguramente fue lo más positivo de esta convocatoria. Pero además salió un compromiso del hospital de continuar escuchando a lxs usuarixs y pedirnos consejo a la hora de valorar propuestas de mejora en cuanto a la atención al parto. Me parece que esto no es poca cosa... El objetivo de conocer las "cosas buenas" que se están haciendo en el hospital creo que no se consiguió. Sin extenderme demasiado, creo que la matrona equivocádamente se situó en una postura defensiva frente a lo expuesto por Fran e incomprensiblemente se puso a defender el cuándo y el porqué de las "cosas malas" que se hacen en algunas situaciones. Eso condiciónó las posteriores intervenciones, incluyendo la del ginecólogo. Una oportunidad de oro desperdiciada para dar a conocer el camino que está iniciando el hospital de El Escorial. Sobre las posturas en el debate no voy a entrar, para eso estaba el debate. Simplemente, puesto que se habla de él y de su intervención tan enconádamente, diré que el ginecólogo participaba a nivel particular, no era un ponente y sus intervenciones tuvieron lugar dentro de ese debate. Si diré que me parece de agradecer su presencia allí, aunque acaparase demasiado el turno de palabra y no fuera para decir lo que nos hubiera gustado escuchar. Al margen de su postura (al margen de algún sonado y desafortunado comentario, a mi modo de ver fue bastante moderada y desde luego nada sorprendente) comenzó algo así como haciendonos ver que él se había formado a través de los canales habituales de la medicina y por tanto había recibido una visión muy concreta de ciertas cuestiones pero que hacía un esfuerzo por revisarlas y por conocer otras posturas. Esto me parece destacable.Y otra cosa muy importante: habló de un cambio de paradigma en la atención al parto hospitalario en el que se refirió a las mujeres como pioneras en este momento de ese cambio, apelando a la paciencia pero también a la importancia de seguir empujando en esa dirección. En fin, desde mi ignorancia respecto a muchas de las cuestiones que se abordaron y al margen de algunas discrepancias, me pareció una intervención bastante moderada. En cuanto a los cambios y al funcionamiento quiero aportar nuestra experiencia personal, que me parece importante y puede aportar otra visión distina sobre el hospital de la sensación negativa (posiblemente con motivo) que pudo llevarse cualquier persona que asistiese a la charla. Nosotros sí quisimos parir allí en dos ocasiones. Según lo que se dice en las anteriores entradas no sé en que lugar nos deja eso a quienes hemos optado por este hospital , pero lo que sí puedo garantizar es que elegimos esta alternativa buscando la mejor opción para nuestros hijos y para nosotros. Y fue una elección madurada, contrastada y responsable, después de valorar otras opciones entre las que se encontraban hospitales IHAN (para nosotros la opción de parir en casa por motivos económicos no era posible), siempre buscando partos lo más humanos y respetuosos posibles. Creemos que en ambos partos, fue así. Se aceptó nuestro plan de parto y se tuvo en consideración nuestra sensibilidad y nuestra voluntad en todo momento. El trato, salvo una destacable excepción por parte de una persona indeseable (una auxiliar) que por fortuna tuvo un papel secundario en todo esto, fue inmejorable, sensible y afectuoso. Cercano y familiar como solo puede serlo en una maternidad del tamaño de El Escorial. Los detalles de ambos partos me los reservo porque pertenece al ámbito de nuestra intimidad pero os copio nuestro plan de parto para que os hagais una idea. Lo aceptaron sin objeciones. En el segundo,que tenemos muy reciente, aunque no aparece en el plan de parto, solicitamos y tuvimos nuestra propia música durante todo el proceso, pudimos beber lo que nos pareció y de haber querido comer no creo que hubiera habido problemas. Estuvimos prácticamente solos todo el tiempo y no entraron en la habitación más que para lo estrictamente necesario. La nota negativa la puso la auxiliar con algún comentario inoportuno y desabrido sobre los partos sin epidural. Nos quejamos y no la volvimos a ver más que al final, que acudió para asisitir a la matrona, Creemos que su "desaparición" se la debemos a la matrona. El piel con piel duró lo que pedimos y a las pocas horas le pedimos a una matrona formada en la materia un masaje craneosacral para nuestra niña (en al anterior parto también tuvimos esa suerte), Tuvimos un parto ideal? No. Seguramente en casa hubiera sido mejor. Fue un parto respetuoso? Bastante, según nuestro criterio. Mejorable? Claro que sí. Ojalá que sigan esforzándose en esa dirección. Les hace falta, aún les queda mucho. Ojalá cambien la manera de entender cierta cosas y terminen de creerse otras que ya defienden.Y que la información fluya con más naturalidad. Y de paso que empleen más "pedagogía" a la hora de transmitirla. Y que sean capaces de que todo el equipo vaya a una y se sacudan de encima a los que no tragan. Y que acaben (acabemos, esto es cosa de todxs) de derribar las barreras que separan a profesionales y usuarios. Y ojalá el concepto "persona" sustituya a "paciente" (y a "matrona", "ginecólogo", "enfermera". En definitva, que hay que mejorar, cómo no, pero en lineas generales creemos que en el hospital de El Escorial es posible un parto bastante respetuoso. De hecho,después de nuestra primera experiencia allí, nosotros nos vinimos a vivir a San Lorenzo desde lejos, entre otros motivos, para que nuestra niña pudiera nacer allí. Somo conscientes de que hay hospitales mucho mas respetuosos, pero nosotros entendemos que un parto va más allá del paritorio, y en ese sentido creemos que, aunque pueden ser difíciles de comprender para quien ha vivido toda su vida en una ciudad como Madrid. las ventajas de El Escorial son muchas: un hospital pequeño, en medio de la naturaleza, en el que el personal en su mayoría es de la zona y se conocen y conocen a los pacientes. Poder mirar por la ventana y ver la sierra, los árboles, el sol naciendo desde la explanada madrileña o la espectacular nevada que cayó la semana pasada, sin edificios, carreteras, aeropuertos o autovías a la vista. Personalmente no me hubiera gustado que mis hijos hubieran nacido en uno de esos megahospitales abominables producto de las masificaciones urbanas post-industriales, de tropecientas alturas con interminables pasillos, salas de espera con los mismos asientos y monitores que un aeropuerto (en nuestra última visita a Puerta de Hierro nuestro hijo de año y medio nos preguntaba por los aviones. Cierto como la vida misma), en medio de asentamientos periféricos, polígonos, circunvalaciones, autovias... Tener que coger la A-nosecuantos para desplazarnos hasta nosedonde, en medio de atascos, retenciones, contracciones. Ser un paciente entre centenares… En El Escorial había quien se acordaba de nosotros después de casi dos años. En el momento del parto eramos los únicos en la planta. La matrona que nos ayudó en este parto fue la misma que nos atendió en el anterior (es bonito que la persona con la que compartimos dos momentos como esos fuese sea la misma). Todo eso, para nosotros, también forma parte de un parto humano y respetuoso. Para ir terminando: hemos visto muchas cosas mejorables, algunas muy importantes (tenemos una cita pendiente con la matrona para comentárselo) no es necesario que redunde en ello tras lo expresado en las anteriores entradas, pero también, tras casi dos años hemos notado muchas mejoras, y sobre todo voluntad de seguir evolucionando (como anécdota: todo el mundo, a excepción de la auxiliar de marras, llama a la puerta). Por último y sin desviar la atención de lo importante, no puedo dejar de apuntar que me desagrada que se reduzca a cualquier persona a la categoría de tio/a bueno/a, o que se haga referencia a alguien en función de su apariencia, su estética o sus atributos físicos. Aquí va nuestro plan de parto: San Lorenzo de El Escorial a 10 de febrero del 2013 Asunto: preferencias para dar a luz Me llamo ……………. y estoy embarazada por segunda vez. A raíz del embarazo he acudido regularmente a la cita con mi ginecóloga, ……………..y, excepto la prueba de la amniocentesis he realizado las pruebas habituales, como refleja mi historial de embarazo. Éste ha trascurrido dentro de la normalidad. La fecha probable de parto es el 22 de febrero. Me gustaría dar a luz en el Hospital El Escorial porque mi primer hijo nació aquí. El trato humano que recibimos fue muy bueno y el parto respetuoso. Además, porque es aquí dónde he estado realizando todas mis revisiones, por cercanía, comodidad y porque entiendo que como ciudadana es mi derecho y mi deber el optar por la red pública de mi comunidad a fin de contribuir a su subsistencia y a su vez demandar que lo haga cumpliendo con los niveles de calidad que los ciudadanos y ciudadanas merecemos. El principal motivo de escribir este plan de parto es manifestar mi confianza en una asistencia comprensiva y sensible a mis sentimientos y necesidades en un momento vital en mi vida y en la de mi bebé. Ante posibles alteraciones, complicaciones que se puedan producir, estoy abierta a variaciones y, en ese caso, deseo que se me consulte a mí y a mi acompañante. De esta manera me dirijo a ustedes para mostrarles así mi cordialidad –nunca una injerencia en su labor- y la certidumbre de que con su colaboración tendré un parto respetuoso con mi voluntad en su hospital, en donde lo sienta y donde lo viva como un proceso natural. En general deseo: Ser acompañada por mi pareja,………………... Poder beber algo si la fase de dilatación dura mucho. Tener libertad de movimientos en la dilatación. Reducir la intensidad de luz al mínimo posible durante la dilatación y, sobre todo en el expulsivo. EN LA DILATACIÓN/EXPULSIVO Evitar la práctica rutinaria del enema. Me gustaría que el monitoreo se practicara de manera NO continuada. En principio no deseo la administración de oxitocina y/o antibióticos u otra sustancia. Del mismo modo, tampoco deseo la administración de la anestesia epidural. Permitirme caminar durante la dilatación y buscar la posición de parto que me resulte más cómoda. No romper la bolsa amniótica. Realizarme episiotomía sólo si fuera absolutamente necesario. No realizar la maniobra de Kristeller. TRAS EL NACIMIENTO Tener contacto inmediato con el bebé piel con piel y permanecer así al menos las 2 primeras horas antes de cualquier prueba o rutina (peso, talla, vitamina K...) No realizar el pinzamiento o corte del cordón umbilical hasta que cesen los latidos. Dar la oportunidad a mi pareja para que sea él quién realice el corte. Si se necesitaran maniobras de reanimación desearía que fueran dentro del paritorio y si el bebé debe separarse de mí para recibir tratamiento médico, quisiera que mi pareja acompañe al bebé en todo momento. Dejar que sea el bebé el que se agarre al pecho espontáneamente. Consultar la vía por la que se administre al bebé la vitamina K. No aplicar ningún colirio oftálmico ni pomada nada más nacer. Esperar como mínimo 2 horas. Deseo que NO se le administre la primera dosis de la vacuna de la hepatitis B. No realizar al bebé análisis o prueba alguna sin ser informada y admitirlo. Que no le aspiren las mucosidades si el inicio de la respiración es espontáneo, y no le introduzcan sondas rectales o lavados gástricos si no es necesario. No deseo que se le administre ningún tipo de alimento, biberón o chupete sin nuestro consentimiento expreso. Durante la estancia en el hospital desearía que mi hija permaneciera conmigo en todo momento. De nuevo, expresarles gratitud y confianza. Atentamente,
Anónimo (unverified)
14 Mar 2013
Yo también asistí a la Jornada. Y mi sensación días después es de tristeza… Gracias Fran por tu resumen, me parece de lo más acertado. Y gracias también a personas como las del último comentario que saben que las cosas no son blancas o negras, y que si pides respeto mejor empieza tú mismo a actuar con respeto. En este y otros foros leo sobre todo opiniones negativas, alarmantes sobre una Jornada desastrosa y un hospital mentiroso al que en resumen, mejor ni te acerques. De acuerdo, no oímos lo que esperábamos oír, pero me pregunto ¿no hubo nada positivo? Y otra cosa que me llama muchísimo la atención. En el debate escuché algunas intervenciones en contra de la matrona y el ginecólogo que eran de todo menos respetuosas. De hecho me parecieron agresivas y rozando la mala educación. Sí, puedes tener razón en lo que expones, pero las formas a veces desacreditan a quien habla. Es curioso, pero no veo que nadie critique estas actitudes, que no ayudan nunca al entendimiento. Pero a mí tampoco me gustan. ¿Y lo positivo? Fran lo ha sabido explicar perfectamente (gracias Fran). Y comentarios como este último que he leído ayudan a la reflexión, a avanzar en nuestros objetivos. Pero los comentarios ofensivos, muchos de ellos infantiles… Me entristecen. Y no porque no pueda estar de acuerdo en muchas de esas cosas, sino porque estamos tratando un tema tan delicado, tan importante y que puede tener tantas consecuencias que hay que tener cuidado de qué se dice y cómo se dice. Después de leer en general lo publicado sobre la jornada, si yo fuese parte de esas personas que quieren cambiar la atención al parto en el hospital de El Escorial, ahora estaría totalmente frustrada y desanimada. Si fuera uno de los que tienen que dar permisos para actos como el que vivimos se celebren (y son muy necesarios) no volvería a dar el visto bueno. Tampoco volvería a organizar nada ¿para qué? Hay veces que las cosas no cambian dándose la vuelta, sino que se van haciendo paso a paso. Y todos necesitamos una oportunidad de hacerlo, una muestra de ánimo, de trabajar en el mismo sentido para llegar a los objetivos con entendimiento. No veo (en general) que se de esa oportunidad. El jurado ya ha emitido el veredicto: suspenso, a otra cosa. De acuerdo, la matrona se enredó en sus propios argumentos. No conoce el lenguaje preciso que debe usar para que entre en consonancia con discursos como los de EPEN. Pero también hubo historias reales que hablaban de esos cambios. Hagamos una reflexión algo más positiva, más constructiva. Para que Hospitales como el de El Escorial no nos vean como “las radicales” que están siempre a la defensiva y en su contra. El parto es nuestro, por supuesto, pero busquemos la forma más eficaz de conseguirlo, puesto que no creo que con ataques se vaya a conseguir nada (excepto externalizar la propia rabieta). Hagamos que sigan trabajando en esa dirección, no creo que sirva de nada ponerle la cruz a la primera de cambio (más que abandonen el proyecto humanizador). Pidamos respeto, pero siendo respetuosos.
Diana Montero
14 Mar 2013

Yo no vi que la gente se dirigiese a los profesionales con mala educación, pero quizá mis propias maneras, que son muy directas, a ti puedan resultarte ofensivas, y hablo de mí en concreto porque estuve allí, intervine y pregunté. En cualquier caso, creo que hasta las personas más maleducadas del mundo siguen teniendo derecho a una atención excelente y con sus impuestos la costean.

Me parece que preguntar, cuestionar, poner en duda y criticar son ejercicios muy sanos que debemos poner en práctica siempre que tengamos ocasión, pues para eso estamos en democracia y así es como se consiguen las mejoras. El respeto bilateral, ¡por supuesto!, pero lo de la rabieta... No termino de verlo. Vuelvo a repetir, incluso los usuarios más desagradables y que peor nos puedan caer tienen derecho a ser respetados, escuchados y atendidos.

Anónimo (unverified)
14 Mar 2013
Hola, yo también asistí a la reunión aunque creo que no debió de ser la misma. Se acuerda cuando increpó a Juanjo Juanas y a una matrona de un centro de salud por cuestionar el uso de la episiotomía o aquella afirmación brillante "el parto siempre se tuerce?". Bueno, usted no, el ginecólogo :) Se acuerda cuando se burló de las mujeres con prolapso de útero? Sí, esas que se morían porque se lo pisaban... del nombre de esta asociación? o cuando hizo aquella broma buenísima sobre si la familia que esperaba fuera con flores era o no para enterrar a alguien. Yo no abrí el pico, no podía, pero ninguna mujer subió el tono ni se puso agresiva. Tampoco se puso "graciosa". No sé qué verá usted en los foros, pero supongo que cuando muchas mujeres no quieren ver a algunos profesionales ni en pintura es porque ya están bastante escarmentadas. La buena intención es estupenda, pero dejar mi vagina en manos de gente bien intencionada pero poco actualizada no me deja muy tranquila. Me alegra las ganas de cambiar y las buenas intenciones, pero ya eso a muchas no nos vale... queremos algo más que buenas intenciones porque hemos sufrido mucho. Dice "la matrona se enredó en sus propios argumentos. No conoce el lenguaje preciso que debe usar para que entre en consonancia con discursos como los de EPEN.". Ese es el problema... no esperábamos ir a que nos contasen lo que queríamos escuchar, no esperábamos ningún discurso en consonancia con nada, íbamos para que nos contasen la verdad. Y sí, a día de hoy, suspenso. Pero vamos, como en todo... todavía no he aprobado nada por las buenas intenciones o las ganas de cambiar. Hay que hacer algo más. Se ve que eso en obstetricia no se da, debemos de seguir siendo niñas buenas o sino seremos unas radicales