¿Hasta cuándo tendremos que escuchar estas historias?
Por Ángeles Cano
Hace ya unos meses que fui a una gran superficie a comprar las cosas para un regalo para una amiga: un kit de parto en casa.
Pues me encuentro en la sección de perfumería-parafarmacia buscando cosas que no he comprado en mi vida, como los empapadores, y como iba con prisas, me acerqué a la dependienta de esta sección. Me preguntó para qué era y, claro, con una sonrisa, le digo: “para el parto en casa de mi amiga”. La primera respuesta era la de siempre: “¡Qué valiente tu amiga!” y entonces vino mi respuesta de siempre: “¡Qué valientes las mujeres que no tienen ningún problema de salud y se van al hospital a parir!”, a lo que dice ella:
- Es que yo casi me quedé en el hospital, y mi hija también. De no estar allí, no sé lo que habría pasado con nosotras.
- Sí, pero ¿no crees que muchas veces las complicaciones en el parto pasan por todo lo que te hacen en el hospital…? Te alteran el parto y ya se tuerce todo, y luego te salvan.
- Sí, seguramente sí- Y en este momento su cara se desencaja y me empieza a contar cómo nació su hija. Una inducción-. No me puse de parto, así me dejaron dos días, fue horrible. Ingresé un día y mi hija no nació hasta dos días más tarde. Me hicieron una cesárea vaginal, así lo llamaban. ¿Sabes qué es eso?- (Sí, lo sé, y solo con escuchar las dos palabras se me remueve el estómago. Cuántas se habrán hecho para que esta carnicería tenga término propio...)- Me salió el útero, y me metieron trapos de quirófano para sustituir el cuello del útero y taparlo todo, que se quedó tan destrozado que no supieron qué hacer. Me abrieron abajo y me volvieron a meter el útero. Luego me cosieron, más de cuatro horas me estuvieron cosiendo. Luego estuve un mes y medio ingresada. ¡Un mes y medio por un parto! Me tuvieron que reconstruir todo abajo. Estuve más de un año entre médicos, fisioterapeutas, psicólogos, y claro, fue imposible tener relaciones. Esto fue hace quince años, en una de las grandes maternidades de Madrid. Todavía, cuando miro a mi hija, recuerdo todo aquello. Esto no se olvida nunca. No he tenido más hijos, ni me lo planteaba.
La miro y veo a una mujer joven y sana y me cuesta mucho encajar esto.
Luego me cuenta que tiene una vecina con cuatro hijos que cada vez que se acercaba el parto, unos quince días antes, se iba con la familia a una clínica “por el sur”, donde paría en el agua, y cada vez volvió entera y felíz de este lugar.
Y en este momento recuerdo una entrevista con un pediatra alemán que me quedó grabada porque él decía que si un país quiere fomentar la natalidad no puede machacar así a las mujeres en el parto, porque lo único que se consigue es que estas mujeres se vayan a su casa rotas y sin ganas de tener más hijos. Para él hay una relación directa entre como una mujer sea atendida durante el proceso del parto y el número de hijos que tiene.
Lo que se necesita para un "kit de parto" básico:
Para la madre:
- Una pelota (Suele ser muy útil para la fase de dilatación), cuesta unos 10€ en tiendas de deporte.
- 1 funda de plástico para la cama (...las mujeres raras veces paren en la cama, pero para después viene de lujo)
- 1 paquete de Empapadores. (El tamaño bueno es de 70x90cm)
- 1 paquete de Compresas de celulosa. ("Maternity" las llaman)
- 1 paquete de Braguitas desechables.
- Un espejo de mano.
- Una toalla (roja o naranja), para recibir y tapar/ envolver el bebé.
- Una vela y una caja de cerillas. (...porque apetece, por si se va la luz. Para algunas mujeres es un pequeño rito encender una vela cuando se ponen de parto)
Para el bebé:
- 1 paquete de primeros pañales (desechables o de tela, según el gusto de los padres, aunque para el primer momento siempre viene muy bien un paquete de pañales desechables)
- 1 primera puesta: body/ camiseta, calcetines, 1 pequeño gorro, etc. (Todo lavado, para poder usarlo directamente)
Además:
- Unos calcetines gordos calentitos para la dilatación- tipo esquí o montaña...¡No hay nada peor para parir como tener los pies fríos!
- Si la madre lleva el pelo largo: Horquillas y gomas para recoger el pelo. (Lo metí todo en una caja bonita que tenía por casa)
- Naranjas de zumo u otra fruta (para un batido de placenta, o para tomarlo tal cual el zumo) Cuidado con otras piezas de frutas, manzanas están bien, pero peras o plátanos se estropeen con facilidad, por si el parto se retrasa más y la caja se queda cerrada durante unas semanas...
- Algo para comer para la madre y los demás- según la época del año. En mi caso metí un Panettone, por ser las fiestas navideñas. Suele estar bien meter también algo salado.
- 1 frasco de aceite de almendras dulces (o cualquier aceite suave y sin aditivos, para que se pueda usar tanto para el bebé como para la madre)
…y, además, un calefactor eléctrico (siempre hay alguién que lo puede prestar). Es muy importante que en el lugar del parto haya una buena temperatura, especialmente cuando haya nacido el bebé a veces la madre tiene frío.
Yo intenté envolver todas las cosas- o en papel de regalo, o también en gasas de algodón o tela que luego se podrían usar. En tiendas especializadas venden paquetes de estas gasas de algodón de muchos colores (que además son trapos muy prácticos). Así queda más bonito y hay más sorpresa cuando se abre la caja...
Con respecto al color rojo de la toalla: en algunos lugares, como por ejemplo en Alemania o Austria (mi segundo hijo nació en un hospital en Austria y me pedían una toalla roja desde casa para el parto :-)), suelen tapar al bebé con una toalla naranja o roja precalentada porque dicen que es el color que más tranquiliza a los bebés, es el color que más reconocen, ya que al parecer es el color del útero desde dentro.
Mai,
empapadores son una especie de "enormes pañuelos ultra- absorbentes" que se pueden poner en cualquier sitio- en el suelo, en la cama, etc. ¡muy prácticos!
Mari, completamente de acuerdo contigo , y qué razón tiene el pediatra alemán. Conozco a más de una que no tiene más hijos por el hecho de que no quiere parirlo.