Hay ocasiones en las que la protesta es inevitable. Es un acto de sanación necesario.
Hay ocasiones en las que la violencia obstétrica nos llega y necesitamos ponerlo por escrito, en una reclamación formal.
En este artículo incluimos algunos testimonios reales de reclamación o queja.
<<Con la esperanza de que mi experiencia pueda servir a otras personas en la toma de sus decisiones y que mejore el trato humano recibido en los hospitales me atrevo a compartir un parte de mi intimidad y mis vivencias personales (¡gracias a todas esas valientes que se han atrevido a hablar de violencia y agresividad en sus partos y pospartos antes que yo!).>> Extraido del artículo Carta a la Paz, cedido a El Parto es Nuestro desde el blog La casita de algodonales.
<<En este momento mucha gente alrededor te va a decir que “no sirve para nada”, que “se tapan entre ellos” o cualquier otro argumento. Tienes que pensar en tu pequeño y en ti, en las secuelas que os han dejado.
Yo tuve miedo de iniciar el proceso, pero creo que tomé la decisión correcta. A día de hoy me siento en paz conmigo misma. He logrado canalizar la rabia en forma de energía para acometer esta ardua tarea.>> Extraido del artículo Qué hacer cuando ocurre un incidente tras el parto.
<<Hablando (escribiendo) tenemos el potencial de cambiar conductas o de perpetuarlas si son adecuadas. Si callamos, no. Si pensamos que no va a servir de nada, estamos ciegas. Sirve para ayudarnos a sanar, para enseñarles que no somos mujeres sumisas, que no aceptamos sus criterios por imposición, que no aceptamos sus modos y maneras si vulneran nuestra dignidad. Sirve para hacerlos pensar, recapacitar. Sirve para iniciar un cambio. Y, sobretodo, sirve para intentar que nuestra historia no sea la historia de nadie más.>> Extraido del artículo Para que la historia no se repita.
<<Fue un antes y un después. Ya no me callo si veo algo injusto. Tenemos que usar nuestras energías en una queja que permita el cambio.>> Extraido del artículo Cambiar para nosotras... y para las que vienen detrás.
<<Con su reclamación, Irene consiguió que su hospital cambie los protocolos de asistencia al parto y al puerperio, para que no se realicen inducciones sin indicación médica y si los riesgos de la inducción no compensan los posibles beneficios.
Irene logró hacer escuchar su voz.>> Extraido del artículo Cuando se escucha nuestra voz.
<<Me gustaría pensar que las vivencias de las mujeres que paren en su hospital cuenten con la empatía y el respeto por parte del personal sanitario. En medicina es algo fundamental. Me consta que es el caso de la mayoría de profesionales, pero queda camino por recorrer en la atención al parto.>> Extraido del artículo Luces y sombras.
<<Le invito a reconsiderar su forma de atender a las mujeres que depositamos en usted tanto, y de tanto valor. Las consecuencias de su actuación no sólo tienen efectos en lo físico, sino también en lo psicológico, y de ninguna manera se concibe que la confianza brindada sirva para arrebatar la dignidad y el bienestar de sus pacientes. Sus decisiones, especialmente las arbitrarias, tienen un impacto en las vidas que pasan por sus manos.>> Extraído del artículo Invitación a la reflexión.
Puedes encontrar más ejemplos en el Área Legal de la web, dentro del artículo de información Ejemplos de reclamaciones extrajudiciales y también en nuestra sección de relatos sobre reclamaciones y agradecimientos.