La de comadrona es, tradicionalmente, una profesión de mujeres. La historia de esta profesión va unida a la lucha de las mujeres por la autonomía en el cuidado de la salud. Los obstáculos que impiden a las comadronas trabajar con plena autonomía son los mismos que impiden a las mujeres acceder a unos servicios de salud maternoinfantil adecuados:
- El imperativo tecnológico: creer que, por el mero hecho de que existan, tenemos que usar todos y cada uno de los recursos tecnológicos de los que disponemos.
- El imperio de “los hechos” frente al mundo de los valores
- La “impermeabilidad” del mundo sanitario a disciplinas como la filosofía, la sociología, la psicología, el derecho...
- El sistema patriarcal y la tardía emancipación de la mujer en España
- El paternalismo
- La desigualdad, ignorancia y falta de poder de las mujeres: en España no hay ni una sola mujer ocupando un puesto de catedrática de... ¡Ginecología y Obstetricia!
- El sesgo de género en la atención y la investigación
- La medicina defensiva
- Confusión jurídica
- Los intereses económicos
- La masificación y la fatiga profesional
Pedimos a las comadronas que estén, por encima de todo, al lado de las mujeres y de los niños y conquisten las jerarquías académicas, técnico-cinetíficas y políticas que sea necesario conquistar para conseguirlo.
Francisca Fernández Guillén, abogada
www.franciscafernandezguillen.com