Compartir nuestra leche con otros bebés es algo que se hace desde tiempo inmemorial.
Antiguamente era una forma de vida de muchas mujeres: Las nodrizas: Madres que se dedicaban a prolongar sus lactancias amamantando a hijos de otras mujeres a cambio de una remuneración. Lo que se solía llamar "lactancia mercenaria". Hoy en día esto ha caído en desuso, principalmente por la generalización de la lactancia artificial, y también en parte ha sido sustituido por la donación altruista de leche o "lactancia solidaria".
En la actualidad, la donación de leche materna es realizada de forma similar a la donación de sangre, casi siempre en el medio hospitalario-en los Bancos de leche humana- y con un estricto control sanitario.
Nuestra leche es prácticamente un tejido vivo, llena de células y con incontables propiedades inmunológicas y terapéuticas, que la hacen de incalculable valor para bebés prematuros o muy enfermos, que no pueden acceder a la leche de sus madres; que sería siempre la primera opción.
Pero al mismo tiempo existe la posibilidad de transmisión de algunos patógenos, como el VIH y algún otro virus, y también la de contaminación microbiológica en el procedimiento de extracción, transporte y almacenamiento. Por ello la leche es analizada y tratada con calor (pasteurizada) antes de ser envasada y congelada para su perfecta conservación hasta su posterior utilización.
Casi cualquier madre lactante puede hacerse donante de leche, para ello pasará una revisión médica y una analítica de control, y tan solo necesita llevar un estilo de vida saludable, además de tener la capacidad y disponibilidad de extraerse leche para donar, sea de forma regular o puntual. Esta leche la puede ir guardando en pequeños envases congelados, perfectamente identificados que luego son llevados al banco, donde ayudarán a vivir y estar más sanos a los pequeños que especialmente la necesiten, bajo prescripción médica.
Por otro lado, hay más formas de compartir lactancia, sin recurrir a los bancos de leche. Por ejemplo haciendo donación altruista -en ocasiones también venta directa entre madres, conocidas o desconocidas con mayor o menor cercanía, física y emocional.
En la era de internet y las redes sociales este fenómeno se ha extendido mucho y es ya algo global (aunque aun se encuentra principalmente en el ámbito anglosajón y las páginas webs son en inglés) no exento de controversia; ya que puede conllevar riesgos sanitarios al carecer de un control médico reglado.
Es conveniente que las familias que deseen recurrir a este tipo de leche lo hagan siempre correctamente informadas de sus posibles problemas y ventajas frente a otros tipos de alimentación infantil.
Para finalizar, mencionaremos la lactancia compartida directamente, poniendo al pecho a otros bebés y niños de madres familiares, amigas o conocidas, en el contexto de una relación social. Al mismo tiempo que amamantamos a nuestro propio hijo, que también podría mamar de otras madres con nuestro mutuo acuerdo, desarrollándose en este caso un nuevo parentesco que serían los: "hermanos de leche".
Algunas madres donantes también llegan a sentir que sus hijos tienen muchos hermanos de leche: los bebés que han recibido sus aportaciones del banco.
Enlaces relacionados:
- AEBLH - Asociación Española de Bancos de Leche Humana - MilkShare: http://milkshare.birthingforlife.com - Only the breast: www.onlythebreast.com - Libro Hermanos de Leche/ Aquí puedes leer la reseña en el blog sobre este libro.