En ocasiones, la lactancia se malogra por variados motivos: dificultades de lactancia reales o administración injustificada de leche artificial, por ejemplo.
Entonces, en un momento dado la madre desea recuperarla. Esto supone un proceso más o menos largo de estimulación de la producción de leche y de reinicio de la succión al pecho del bebé.
Esto es lo que conocemos por Relactación
Podemos distinguir dos partes:
1-Recuperación de la producción de leche; para ello la madre ha de iniciar un plan de extracción/estimulación del pecho. Idealmente con un buen extractor doble eléctrico (sacaleches hospitalario) combinado con masaje previo y extracción manual efectiva en cada sesión. Para maximizar la eficacia deberían realizarse entre 8 y 12 extracciones diarias. Aunque sean de corta duración.
Lo que más aumenta la producción de leche es la frecuencia de la estimulación, además de su efectividad. Es decir, de muy poco vale hacer dos o tres extracciones diarias aunque sean de 30 o 40 minutos. De hecho, extracciones demasiado prolongadas suelen ser contraproducentes y desmoralizantes para la madre; y en general es suficiente con sesiones de 10 a 20 minutos. La madre decide como combinar la estimulación mécanica y la manual; siendo esta última muy eficiente y necesaria.
Aumentar la producción de leche suele llevar varias semanas, se trata de una "carrera de fondo" y requiere un gran determinación, perseverencia y todo el apoyo posible para llevarla a cabo, ya que como mínimo consumirá una buena cantidad de tiempo y energía maternas.
2-Reinicio de la succión al pecho; que el bebé vuelva a mamar puede ser desde muy sencillo a todo un reto. Siempre dependerá de él/ella, y es literalmente imposible obligarle. Todo lo que se puede hacer es ofrecerle el pecho muy a menudo y en diferentes circunstancias. Intentar que sea algo relajante y placentero, buscando momentos de bienestar y tranquilidad, practicar mucho piel con piel, compartir el baño, la cama...dejando el pecho siempre libre y disponible. Pero sin atosigar al pequeño y sin intentar forzarlo a que lo agarre; ya que entonces el rechazo podría aumentar.
Esto también suele llevar su tiempo, y es normal que haya retrocesos y altibajos durante el proceso.
La lactancia inducida es empezar a producir leche y posteriormente amamantar a un bebé sin haber tenido embarazo previo.
Este procedimiento es más largo y suele ser más dificultoso que la relactación, aunque las bases fisiológicas son las mismas, y lo principal sigue siendo la estimulación del pecho mediante succión artificial del pezón de forma frecuente. También se puede acompañar por un tratamiento hormonal que simule el embarazo y el posparto; medicación prescrita y controlada por médicos competentes, por supuesto.
Para saber más :
Cómo relactar o inducir una lactancia. Alba Lactancia Materna