Son muy escasas las situaciones que contraindican la lactancia materna. La gran mayoría de las enfermedades maternas y sus tratamientos son perfectamente compatibles con amamantar. Y solo hay alguna rara alteración metabólica en los bebés que contraindique la leche materna para su nutrición (por ejemplo, galactosemia).
La decisión de amamantar o no corresponde de forma exclusiva a la madre. Corresponde al profesional sanitario la obligación de ofrecerle información clara y exhaustiva de los riesgos de no amamantar para la salud de su hijo y la suya propia. Esta información deberá comprender asimismo los posibles efectos secundarios de la medicación para inhibir la lactancia.
En caso de que la madre decida no iniciar la lactancia tras el parto, es eficaz la administración de cabergolina como fármaco inhibidor. El mecanismo de acción de este principio activo, aunque no es conocido del todo, consiste en disminuir la producción de prolactina en la hipófisis. Si durante la fase de instauración de la producción de leche (las primeras semanas) no aparece el pico de prolactina, no se produce la síntesis láctea. De modo que este tratamiento es eficaz justo en el momento inicial de la lactancia, especialmente si se acompaña de la ausencia de succión sobre el pecho (el estímulo natural para la secreción de prolactina y para el funcionamiento de la lactancia).
Después de la fase de instauración (pasadas las primeras semanas), esta medicación resulta casi siempre totalmente ineficaz para cortar la producción de leche. Esto se debe a que el nivel de prolactina ya ha subido y la producción de leche se regula por la succión del bebé y por factores locales del pecho, siendo mucho menos dependiente de la producción en la hipófisis. Por lo tanto, es importante resaltar que las pastillas "para cortar la leche" en lactancias instauradas de varias semanas es casi siempre ineficaz.
Si pasada la fase de instauración de la lactancia la madre decide interrumpir la lactancia materna, es preferible que recurra a medios no farmacológicos y progresivos de disminución de la producción de leche.
El efecto del fármaco inhibidor de la lactancia no es irreversible. Si con posterioridad a su administración la madre decide relactar, puede hacerlo ofreciendo el pecho al niño con gran frecuencia, y estimulando el pecho con otros medios como la extracción manual o mediante sacaleches.
La leche que produce la madre después de haber tomado cabergolina es perfectamente apta para ser consumida por el niño.
BIBLIOGRAFÍA
- "Lactancia materna. Una guía para la profesión médica" 6ª Edición. Editorial ELSEVIER-MOSBY (traducción al castellano de 2007, de la edición en Inglés de 2005) Ruth A. Lawrence, Robert M. Lawrence.
- www.e-lactancia.org.
- “Manual de Lactancia Materna. De la Teoría a la Práctica”. Asociación Española de Pediatría. Editorial Médica Panamericana.
- “Manual práctico de lactancia materna”. Carlos González. Editado por ACPAM (Associació Catalana pro Lactancia Materna).
- “Un regalo para toda la vida. Guía de la lactancia materna”. Editorial Temas de hoy. Carlos González.