Si amamantar a bebés a término es ya una pieza fundamental para su salud y normal desarrollo, amamantar a los que nacen antes de tiempo es aún más importante de cara a su salud.
Dar lactancia artificial a bebés prematuros aumenta en gran medida el riesgo de que padezcan múltiples infecciones, entre ellas la más conocida es la enterocolitis necrotizante; y en definitiva aumenta las probabilidades de que fallezcan o de que sufran secuelas de por vida.
Por eso es tan importante que se ponga todo el empeño y el apoyo posible en establecer la lactancia natural en estos casos.
La madre suele estar muy afectada por el nacimiento pre-término inesperado, muchas veces traumático y se encuentra mal, tanto física como emocionalmente.
Por eso es fundamental no aumentar las exigencias sobre ella, si no ofrecerle la lactancia como la vía de volver a vincularse con si hijo, como la forma de continuar de alguna manera ese embarazo tempranamente interrumpido.
Para ello hay que considerar la lactancia mucho más que un hecho mecánico de bombeo de leche periódico y posterior administración a tiempos definidos, se trata de una manera de relacionarse y vincularse madre e hijo; además de ser la forma de nutrición óptima para él.
Deberíamos conseguir la NO SEPARACIÓN madre-bebé y la realización de cuidados piel con piel o método madre canguro (MMC) lo antes posible y todo el tiempo posible; para TODOS los bebés. Para leer más: ¡Que no os separen!
Además de esto, que supondrá la reconciliación de la familia con la situación y un enorme alivio para el sufrimiento de todos.
Hay que tener en cuenta que la extracción de leche sigue siendo prioritaria. Ya que los bebés inmaduros en general no pueden realizar una succión fuerte y eficaz como para conseguir el estímulo suficiente para una buena producción de leche a posteriori.
Sin embargo no hay que olvidar que casi todos los bebés entorno a las 32-34 semanas ya pueden empezar a succionar directamente del pecho y que se han visto casos de bebés mamando incluso varias semanas antes, cuando se les ha dado la oportunidad estando piel con piel sobre el pecho de su madre.
No hay ninguna razón médica que contraindique la puesta del bebé prematuro al pecho desde el nacimiento. Si no al contrario:
El pecho materno es una forma muy eficaz de mejorar la salud y el bienestar de los bebés prematuros.
Las personas que apoyen a la madre en esta lactancia (tanto familiares como profesionales) han de ayudarla a establecer un plan de extracciones diarias lo más frecuentes posibles, pero preservando también el descanso necesario.
En general, se habla de un mínimo de 7-8 extracciones cada 24h. Con al menos una a lo largo de la noche. El tiempo que dure cada extracción depende de cuanta leche fluya cada vez, se recomienda prolongarlo como un minuto más desde que haya dejado de salir para maximizar la estimulación.
Pero si solo salen unas gotas durante toda la extracción, ya que no se ha logrado el reflejo de eyección (pico de oxitocina), es mejor dejarlo para más tarde y no prolongar demasiado la manipulación intensa del pecho, que puede resultar traumática y dolorosa.
Es muy importante que el método y sistema de extracción sea el apropiado, siendo la primera opción una bomba doble hospitalaria. Que tenga los embudos del tamaño apropiado al pecho de la madre y que esté bien calibrada en cuanto a intensidad y ritmo de succión.
Sin olvidar que es imprescindible una buena estimulación de la mama y masaje previos, y que la extracción manual (técnica de Marmet) es una parte más del proceso, que debería hacerse tanto antes como después de cada extracción mecánica.
Se ha demostrado que es la combinación de la extracción mecánica potente junto con la estimulación manual y el masaje personalizado con compresión mamaria son los que mejores resultados en cuanto a producción de leche final consiguen:
Es interesante saber que se considera seguro para la producción a largo plazo lograr al menos unos 500ml diarios en las primeras dos semanas de extracciones; idealmente unos 700 u 800ml al día.
Aunque los bebés prematuros al principio tomarán mucho menos cantidad, si la producción es menor al principio, posteriormente cae en picado. Y esto lleva a la angustiosa situación de que cuando el bebé por fin es dado de alta, la madre que hasta entonces cubría a duras penas su demanda, llega a casa prácticamente sin producción de leche, y con un pequeño acostumbrado a tomar biberones que fluyen rápido. Lo que le lleva rechazar el pecho en muchas ocasiones; para desconsuelo y desazón de la madre.
Los bebés prematuros tienen succión inmadura, lo que significa que hacen muchas pausas para respirar entre succión y succión; aunque está demostrado que tomar el biberón les causa mayor stress respiratorio y mayor fatiga que tomar el pecho.
Casi siempre les ayuda utilizar pezoneras, siempre que éstas sean adecuadas: de silicona ultrafina tipo contact, y del tamaño o talla oportuna. La pezonera mantiene la forma del pezón, ahorrando al bebé la fuerza necesaria para mantener el sello de succión y deja el pezón bien dentro de la boca, sin que se escape y resbale cada poco.
Aunque el aumento de peso de estos pequeños bebés ha de ser monitorizado con cuidado en pesadas diarias o a días alternos. Realizar doble pesada en cada toma no es seguro ni operativo casi nunca; ni mucho menos está justificado limitar el tiempo del bebé al pecho a X minutos cada X horas.
Si es necesario suplementar (por ejemplo con leche fortificada, según criterio médico) se hará mejor después de la toma de pecho y al ser posible con métodos diferentes al biberón, como el dedo jeringa, o la sonda.
Todas las tomas las puede y debería ofrecer la madre y/o el padre, con el fin de que ellos se familiaricen con la alimentación de su hijo desde el nacimiento y puedan llegar a casa con mayor experiencia y confianza en si mismos para cuidar de su bebé.
La succión no nutritiva es muy importante en estos bebés para su desarrollo neurológico ,y sería ideal que la pudieran realizar siempre al pecho materno.
Bibliografía sobre bebés prematuros :
“El gran libro del prematuro”Susan Madden
Ediciones Medici
Publicado en abril de 2005
ISBN: 978-84-9799-006-6
“Manual para padres con niños prematuros”
Editorial: Ibañez & Plaza Asociados S.L:
Depósito Legal: M-34302-2005
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