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¿Realmente estamos bien?
Ostras, Nuria, qué fuerte...
Mi marido no lo vió, pero dice que sí recuerda el sonido del corte. Y yo cuando lo recuerdo, me quiero cagar en san pito palo.
¡Que identificada me siento con todo esto!,solo que yo si quería hablar pero no me dejaban,mi madre me decía que dejara de hablar de eso que cuando ella había parido no decía nada,cuando empezó a llegar la avalancha de visitas al hospital(a ver al niño,hasta ellos lo decían,porque por mi no se interesó nadie),comenté que me habían cortado mucho y tenía muchas molestias,dolor...,me contestá una mujer:eso es normal,a todas las mujeres les pasa...(sin comentarios).Esa "normalidad" me costó una rotura de esfínter anal que a pesar de haber tenido una operación me está dando problemas cinco años después,no puedo sacar a mi hijo al parque ni caminar después de comer,porque corro el riesgo de no llegar al baño como ya me ha pasado,claro que dan ganas de gritar,pero ¿dónde?,¿quién hace caso?.Cuando en otro momento en una conversación me dice mi cuñada:lo normal es 6puntos por dentro y 6 por fuera(los que le habían dado a ella),sino vaya agujero(perdón la expresión) tienes que tener para que te den menos,me quedé sin palabras.
Me ha gustado mucho esta reflexión, es una pasada el torrente de emociones, angustia y dolor que sale disparado en cuanto alguien rasca un poquito la superficie y te pregunta: "¿Y tú, cómo te sientes? Qué duro lo que os ha pasado, ¿verdad?". Generalmente, solo preguntando esto las madres recientes no pueden contener las lágrimas, se les cae la máscara. Creo que todas agradecemos muchísimo que alguien nos dé permiso para sentir lo que sentimos, sin juzgarnos y solo escuchándonos. Qué sencillo y qué pocas veces ocurre...
Candy, mejor no se puede expresar. Yo al principio siempre decía que "cesárea, pero ya bien" por eso, por no dar explicaciones a gente que no le interesa escuchar verdades pero ya no me callo y, en cuanto se descuidan, explico todo con pelos y señales y me explayo que no veas, je,je. Me da mucha rabia que se sigan haciendo estas cosas en el siglo que vivimos.
¡NO A LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA!
Bravo por esta reflexión: tenemos que empezar a decir cómo nos sentimos, aunque lo primero es darnos permiso a nosotras mismas para aceptarlo.
Gracias Candy, has tocado un tema muy muy especial
Cuánta razón tienes en lo que has escrito, compañera...
Recuerdo cuando dí a luz cuando me preguntaban decia muy bien, con una sonrisa de oreja a oreja, tengo una foto con mi hija meses más tarde, yo muy sonriente, en mis ojos solo veo dolor.
En el hospital, cuando me preguntaban en mi primer hijo, yo respondia: "bien, lo único que ha sido cesarea y el niño esta en neo, pero vamos que solo ha tenido un poquito de meconio.." Mi pareja miraba con ojos desencajados y era él, el que terminaba contando las 8 horas de oxitocina a chorro, el dolor atada a la cama, los miles de tactos, la cesarea de urgencia con anestesia general y el pánico que sintieron (yo estaba dormida) cuando empezaron a gritar pidiendo que bajaran incubadora de neo y que viniera el jefe de pediatria porque no le reanimaban. El estaba en la puerta de quirofano y lo vivio todo de primera mano.
Con la segunda cesarea, mi cara ya lo decia todo. Preferian preguntar directamente por la niña. Asi, se evitaban el discurso. Al menos, hasta que nos dimos cuenta que en la operación habian lacerado su cabecita. De esos dias tengo muy pocas fotos y todas ellas me dan miedo.
Jo, Nuria, qué duro... Y todas las demás. Os admiro, porque a pesar de todo seguís dispuestas a luchar, a aprender de vuestra experiencia, a acompañar a otras mujeres en su camino. Vuestras experiencias os han hecho fuertes, y la primera prueba que tuvisteis que superar para llegar a esa fortaleza fue enfrentaros a lo que sentíais y aceptarlo. Sois unas valientes. Un besos para todas las madres, las que ya admitieron sus emociones y las que están en proceso.
Es que cuesta aceptar que todo ha salido al revés de como tú habías soñado y que, además, no había motivos para que saliera así.
En mi parto, tardé dos días en darme cuenta de que me habían engañado, maltratado y manipulado. Durante esos dos días, a pesar de que llevaba plan de parto y mi parto fue, punto por punto (más de 10 puntos escribí) hecho al revés, pensaba que todo lo que hicieron fue necesario porque mi bebé estaba sufriendo.
No fue hasta después de dos días que empecé a hilar algunas conversaciones sueltas entre los médicos, que empecé a abrir los ojos a cosas que pasaron pero que yo no percibí en ese momento porque estaba asustada, cansada, dolorida, todo era nuevo y temía por la vida de mi hija.
Así fue conmigo, primero me metieron el miedo en el cuerpo, poco a poco y luego hicieron "su parto soñado" no el mío. Y cuando despiertas y te das cuenta de que fuiste una estúpida y los creíste, cuando te das cuenta de que meses buscando información, oyendo y leyendo los casos de otras mamás que pasaron por experiencias así no te sirvieron de nada, te sientes como una idiota incapaz de velar por su bebé. Así es como empecé yo mi maternidad, sintiéndome mal por haberle fallado a mi hija nada más nacer.
Aún hoy me duele pensarlo, aunque ya he hablado de esto con ella, con mi marido, conmigo misma y con cuantas amigas y conocidas han querido escucharme.
bueno, pues mi marido hablando con un compañero del trabajo los dos se sinceraron y se contaron como sus mujeres estaban de mal mal mal por las maltidas episiotomías, el dolor al caminar y al vivir, en fin, todo. y oh sorpresa, en el siguiente parto que hubo en su trabajo, lo primero que explicó el abuelo de la criatura es que su hija estaba muy bien, que no había necesitado ni epidural, y que esto si era un parto de verdad y la habían tratado con humanidad, no como la vez anterior que su hija estuvo una semana reventada por los puntos aunque parió con epidural.
me sorprende que los hombres hablen de estas cosas, y creo que al mío en concreto le hacía falta dejar de esconderlo y ver que hay otros hombres que también saben de esto.
eso sí, luego hay otro compañero de "a mi mujer la hicieron, zas, zas, un corte a cada lado y sacaron al bebe, oye, dos minutos de parto". y te pones verde.
Angeles tu comentario me ha recordado una conversación con un amigo y su mujer. Estabamos de boda y este amigo estaba un poco contentillo. Su mujer nos conto que estaba de nuevo embarazada y ya sabes, comenzó el tema partos. Ella estaba feliz por el parto. Hasta que su marido contó que durante casi 1 año habia sido incapaz de mantener relaciones sexuales completas. Contaba como por muy excitado que estuviera, en el momento de la penetración oia con claridad el ruido de las tijeras y veia como el gine le hacia una enorme episiotomia a su mujer. Contaba como durante esos meses, le aterrorizaba acercarse a su mujer por el miedo ha hacerla daño y que habia llegado a llorar de impotencia ante su cobardia. Su mujer bromeaba, quitandole hierro al asunto. Le dijeron mira
¿quieres ver nacer a tu hijo? y en ese momento ZAS!!!!.....
Me he sentido muy identificada con el texto. Yo no estoy bien! Me cuesta decirlo. Desde que me quedé embarazada estaba segura que quería parir en casa... al final llegué a la semana 42 y de contracciones nada.
Fué un parto inducido con todo lo que conlleva. No hago mas que darle las vueltas a lo que pasamos mi niña y yo. Lo mas duro fué el verla apenas unos segundos y que se la llevaran si mas... Segun ellas no podía quedarce conmigo.
Hasta ahora cuando me preguntaban por el parto siempre decía estamos bien, no era lo que tenía pensado, pero estamos bien...
Me identifico con todos vuestros comentarios, mi hija tiene 21 meses y yo todavía no estoy bien, mi parto no fue para nada como yo esperaba, yo era primeriza y en una visita rutinaria en la semana 38, sin ningún motivo ni explicación el ginecólogo Eric Saucedo(al cual odiaré el resto de mi vida) me hizo un tacto tan bestial que me fisuró la bolsa, yo no lo supe en ese momento, pero meses después del parto fui atando cabos de todo lo que me hicieron, incluso antes de realizarme el tacto nos dijo que si queríamos me podían ingresar esa misma tarde para inducirme el parto. Después de decirle que no fue cuando él pensó que haría lo que le viniera en gana, al día siguiente por la tarde ingresé con la bolsa rota y por la mañana me inflaron a oxitocina para inducirme el parto como él quería, y por el miedo y al inexperiencia dejé que me pusieran epidural y me rajaran el periné, en cuanto mi niña salió se la llevaron a una mesa y no nos la enseñaron hasta que terminaron de coserme, cuando me la dieron quisieron quitarmela de nuevo para llevarla durante 2 horas al nido, pero después de pelearme con varias personas del hospital conseguí ponérmela al pecho y que se la llevaran "solo" 45 minutos. Al día siguiente aprovechando que estábamos todos dormidos y agotados entró una enfermera en nuestra habitación y se llevó a mi hija para que la viera el pediatra y otra vez la inexperiencia hizo que la separaran de mi durante 2 horas, me arrepiento y me siento culpable todos los días desde entonces, y no me encuentro nada bien...
Es verdad, los hombres hablan de esto. Entre mis compañeros cuando alguno tiene familia siempre se piden los teléfonos para hablar, imagino que sobre el parto de sus mujeres. Respecto a mi madre que nos tuvo en la década de los 70 de una manera violenta, que no quisiera para mí, lo único que me dice es que fue a parir al mejor sitio; seguro que fue su mejor intención pero no lla envidio, ni nunca me habla cómo se sintió.
Lo que más me soprende es que todo esto lo sufren en su carne las matronas, ginecólogas,enfermeras,otras facultativas y parejas de ginecólogos y de otros médicos y nadie le da importancia a esto ni se lo cuestionan,ni le ponen remedio ni se buscan otras opciones. Eso sí del hijo único no pasan muchas. Me parece una postura no muy valiente.