Informe Doulas: sesgado, manipulador, sin rigor científico e irrespetuoso con la mujer
El Parto es Nuestro y DONA LLUM-Associació Catalana per un Part Respectat hemos elaborado un documento (puedes leerlo aquí) que critica el Informe Doulas del Consejo General de Enfermería, dado a conocer el pasado 16 de febrero, a la luz de la evidencia científica y de los derechos de las usuarias. A continuación presentamos el texto de la nota de prensa que resume nuestro trabajo.
Imagen cedida por Silvia Solabre Suárez
El Parto es Nuestro y DONA LLUM, debido a la decepción causada por el Consejo General de Enfermería al publicar después de 3 años de trabajo un Informe Doulas plagado de errores y carente de evidencia científica, nos hemos visto en la necesidad de elaborar un documento que desmonta tal compendio de informaciones sesgadas y manipuladas.
Como asociaciones de usuarias, usuarios y profesionales sanitarios, queremos dejar claro que la motivación de este contrainforme no es la defensa de las doulas, pues no representamos a este colectivo, sino de las mujeres, las verdaderas afectadas por el Informe Doulas, a las que el Consejo General de Enfermería trata como a seres incapaces de informarse y tomar decisiones sobre su propia salud, desconociendo el derecho que por ley tienen a estar acompañadas (no “atendidas”: conocemos la diferencia) durante el parto por la persona o personas de su elección.
Son tantos y tan variados los errores de forma y de fondo que contiene el Informe Doulas que hemos decidido centrarnos en la crítica de los aspectos que consideramos más importantes por sus implicaciones legales, por el desconocimiento de la evidencia científica que manifiestan y por la falta de respeto a la mujer que da a luz y su bebé.
1. Sobre la metodología de recogida de información y presentación de los resultados
El trabajo realizado por el Consejo General de Enfermería no tiene voluntad de investigar de forma objetiva o imparcial. La metodología que emplean carece de rigurosidad científica al basarse sólo en una revisión de contenidos de Internet y sin tomarse la molestia de ni siquiera entrevistar a doulas o a mujeres que hayan contratado sus servicios. La manipulación de quienes elaboraron el Informe Doulas llega a tal extremo que presentan capturas de pantalla de páginas web pertenecientes a matronas colegiadas, asociaciones de usuarias u otro tipo de profesionales, como si fuesen de la autoría de doulas.
2. Sobre la Violencia Obstétrica
En la página 14 del dossier de prensa del Informe Doulas se critican dos artículos (escritos por matronas, no por doulas) porque animan a las mujeres a no dejarse realizar tactos vaginales sin consentimiento y por equiparar la episiotomía no autorizada a una mutilación genital.
En este punto lo que más nos preocupa es que el órgano representante de la enfermería española considere tales consejos como erróneos, mostrando abiertamente su desconocimiento tanto de los derechos de las usuarias como del hecho de que estas prácticas, habituales en la sanidad española, constituyen ejemplos de violencia obstétrica, como reconoce la Organización Mundial de la Salud.
Aunque en España la violencia obstétrica aún no está tipificada penalmente, este tipo de praxis sanitaria se encuentra prohibida en nuestro país, al suponer la vulneración de derechos fundamentales reconocidos en nuestra Constitución: a la integridad física y moral (artículo 15), a la libertad personal (artículo 17) y a la intimidad (artículo 18).
Así pues, la realización de una maniobra de Hamilton o de un tacto vaginal con vulneración del consentimiento informado de la mujer, suponen una violación al derecho de libertad sexual y del artículo 8 de la Ley 41/2002 básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. Que tales prácticas constitutivas de violencia obstétrica se recojan como correctas en el Informe Doulas nos parece particularmente preocupante y esperamos que el Consejo General de Enfermería reflexione y rectifique a la mayor brevedad posible.
3. Sobre la placentofagia y el canibalismo
El Consejo General de Enfermería relaciona ciertas prácticas controvertidas como el consumo de partes o la totalidad de la placenta con el papel de las doulas, a quienes acusan, sin pruebas, de presionar a las madres para que lo hagan, y advirtiendo del posible riesgo para la salud pública. ¿Se justifica tal alarma social?
No hay nada en el informe que pruebe este hecho: ni encuestas a doulas, madres y familiares ni a otros testigos, como profesionales sanitarios; ni recogida de datos referentes al consumo de placenta. La única prueba que se aporta son citas de páginas web, y sólo una de ellas corresponde a una doula que ejerza en España, lo cual únicamente puede evidenciar que una persona que se ofrece como doula ha escrito sobre esto, pero nada más.
Que abunden en Internet recetas para consumir placenta está lejos de demostrar que las doulas inciten a ello, ni que esas recetas se estén preparando en España. Pero lo que de verdad preocupa es que un grupo multidisciplinar de profesionales sanitarios presente hallazgos de "lo que abunda por Internet" como si de investigación científica se tratara, sin seleccionar siquiera si la muestra corresponde a la figura investigada o al ámbito territorial de investigación.
Ante la escasa evidencia científica actual acerca de la placentofagia, la información que cabe dar es que, a día de hoy, no hay estudios suficientemente contundentes para recomendar o rechazar el consumo de placenta, y menos para afirmar que supone un peligro, y así se debería transmitir a las mujeres y a la sociedad. En todo caso, como recomienda la OMS, se debe respetar el destino que la mujer decida dar a su placenta.
4. Sobre el plan de parto
Las páginas 46 y 67-68 del Informe Doulas concluyen que el apoyo a la madre por parte de la doula en la elaboración del plan de parto supone "un riesgo grave de salud para la madre y su hijo", debido a "los intereses personales de la doula" y a su "falta de formación". Asimismo, se afirma que el personal sanitario es el competente "para tomar las decisiones pertinentes e informar a la mujer y pareja de aquello que más beneficios proporciona a la madre y al hijo".
En estas afirmaciones se trasluce una confusión en cuanto al modelo de toma de decisiones en materia de salud. Si bien tradicionalmente en España se ha seguido un modelo paternalista, en el que el profesional sanitario toma "las decisiones pertinentes", la Ley General de Sanidad (1986) optó, en consonancia con la legislación internacional en materia de derechos humanos, por un modelo autonomista, en el que el personal médico informa, basándose exclusivamente en la evidencia científica, y ofrece alternativas, que el o la paciente valora con la finalidad de tomar una decisión libre.
Solo se prescinde del consentimiento en casos de “riesgo para la salud pública” o de “riesgo inmediato grave para la integridad física o psíquica” de la usuaria (artículo 9.2 de la Ley básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica). Y aún en este caso, “no todo vale”: las órdenes médicas en situaciones de urgencia deben ser acordes a la evidencia científica, estar indicadas y respetar los derechos de las usuarias.
En cuanto a la elaboración del plan de parto, vale recordar que este es un documento en el que la usuaria plasma su derecho a prestar o no consentimiento informado a las intervenciones sanitarias que se practiquen durante el parto (contenido esencial), si bien también suele contener otras menciones, como la relativa al acompañamiento (contenido accesorio).
La elaboración de tal documento corresponde exclusivamente a la gestante. Y si elige que la acompañe una doula es parte de su derecho a tomar decisiones sobre las circunstancias de su parto, según sentencia del Tribunal europeo de derechos humanos Caso Ternovsky vs Hungría (2010).
5. Sobre la presencia del padre
En la página 17 del dossier de prensa del Informe Doulas se refleja como uno de los riesgos de esta figura el hecho de privar al padre de sus derechos. Queremos señalar que nadie, ni doula ni ninguna otra persona, puede privar al padre de sus derechos, excepto la mujer, en virtud de su propio derecho a decidir quién la va a acompañar en el momento del parto.
Lo que a día de hoy vulnera el derecho de las mujeres a decidir el acompañamiento durante el parto es el protocolo de la mayoría de los hospitales de España, que limita a 1 el número de personas que pueden estar junto a la mujer, y muchas veces incluso a ninguna, como en el caso de las cesáreas.
Si una mujer decide contratar a una doula, y acude a un hospital donde se establece el número de acompañantes a 1 persona, es plenamente consciente de que el padre, que no siempre es la compañía más adecuada, no podrá estar presente en el parto. En este caso, el Consejo de Enfermería no debe emitir juicios sobre las decisiones libres de la mujer y su familia.
Además, la evidencia científica refleja que el acompañamiento continuo de una mujer entrenada para ofrecer apoyo físico y emocional durante el parto ha demostrado múltiples beneficios: reducción en la duración del trabajo de parto; disminución en más del 50% de la necesidad de cesárea; disminución del uso de fórceps; disminución del uso de oxitocina; minimización de episiotomías, y disminución del uso de fármacos destinados al alivio del dolor; una mejor compresión de la información que se les facilita y un aumento de la sensación de control de la situación durante el trabajo de parto, entre otros muchos beneficios.
6. Sobre la lactancia materna y el contacto precoz
En las páginas 70 y 71 del Informe Doulas se dice que estas personas invaden competencias de las matronas en cuanto a favorecer el contacto precoz madre-hijo y la lactancia materna y se advierte sobre posibles riesgos para la salud.
Favorecer y apoyar el contacto precoz y la lactancia materna no implican riesgo alguno para la madre o el bebé. Todo lo contrario, se trata de factores de prevención en materia de salud, y así lo recomiendan tanto organismos nacionales como internacionales, incluyendo al Ministerio de Sanidad en la Estrategia de Atención al Parto Normal o a la Asociación Española de Pediatría.
La promoción del contacto precoz y la lactancia materna no puede ser jamás una competencia exclusiva de los profesionales sanitarios, sino una preocupación de los gobiernos, el sistema sanitario en su conjunto y de la sociedad en general. Sin embargo, son muchos los hospitales españoles que no fomentan ni favorecen, e incluso dificultan, el contacto precoz entre la madre y el bebé y la lactancia materna.
A modo de conclusión, queremos hacer hincapié en que dentro de las competencias de las matronas en nuestro país no se encuentra “acompañar" a la mujer (sabemos distinguir entre asistencia y acompañamiento). Sí encontramos menciones a educar, ayudar, apoyar, asistir, controlar, etc., pero ninguna que haga referencia al acompañamiento, y, mucho menos, al acompañamiento emocional.
De igual forma que tenemos derecho a elegir al profesional sanitario que queremos que nos asista, cambiarnos cuando no nos satisface o solicitar información más detallada, también tenemos derecho a elegir a la persona o personas que queremos que nos ofrezcan acompañamiento emocional, sean de nuestra familia o no, paguemos dinero por ello o no.
Documento Nuestra crítica al Informe Doulas a la luz de la evidencia científica y de los derechos de las usuarias
Nota de prensa
Una vez pasada la locura inicial de este informe, el amarillismo, de la desinformación y los comentarios jocosos, me alegra oir la voz de asociaciones de usuarias. Esta critica es, sin ningun genero de dudas, una visión basada en la legalidad y en la evidencia científica que el Consejo General de Enfermería deberia leerse en profundidad. Tal vez así, su próximo informe no sea tan falto de profesionalidad.
gracias por este gran trabajo, compañeras. esta es la esencia de la libertad de la mujer: libre para decidir sobre su cuerpo, sobre quién la asiste en su parto y cómo. que ninguna manipulación patriarcal ose usurparnos nuestra autonomía como mujeres adultas y con autonomía.
Un gran trabajo, donde se pone la evidencia científica sobre la mesa y donde se validan las decisiones de las mujeres sin que se nos infantilice o se nos ningunee.
Muchas gracias, compañeras.
En la clínica donde atendieron mi PVDC, las doulas son personal fijo. En mi caso, el trabajo que hicieron (traerme infusiones, darme masajes, ponerme toallas calientes, medir la temperatura del agua, limpiar el vómito) no lo habrían hecho ni el gineco-obstetra ni la pediatra que también me asistieron. Eso sí, la mejor doula, con diferencia, fue mi marido.
Al respecto de mis derechos sexuales y reproductivos, de quien participa o no en mi parto y en el nacimiento de mis hijos, decido yo.
Gracias a las matronas que os esforzais, que estáis ahí, que nos dais vuestro cariño y vuestra mano. Gracias a las enfermeras que os habéis indignado al leer el informe. A las doulas que conoceis casos de mala práctica de vuestras compañeras, denunciadlos. Nosotras las mujeres, nuestros hijos y nuestras familias os necesitamos y os queremos a todas.
Termino con la incredulidad de que el Consejo General de Enfermería desconozca la Violencia Obstétrica como lo ha hecho. Por favor, que se informe de las declaraciones de la OMS y la CIDH, o de la legislación y Programas ministeriales que existen en algunos países al respecto (todo ello disponible en la web).
Me temo que este debate es estéril... Las competencias enumeradas en el artículo 55 del Real Decreto 1837/2008, de 8 de noviembre, tantas veces citado, son las siguientes:
"a) Prestar información y asesoramiento adecuados
sobre planificación familiar.
b) Diagnosticar el embarazo y supervisar el embarazo
normal; realizar los exámenes necesarios para la
supervisión del desarrollo de los embarazos normales.
c) Prescribir o asesorar sobre los exámenes necesarios
para el diagnóstico precoz de los embarazos de alto
riesgo.
d) Facilitar programas de preparación parental y preparación
completa al parto, incluida la información relacionada
con la higiene y la nutrición.
e) Prestar cuidados y asistencia a la madre durante
el parto y supervisar la condición del feto en el útero
mediante los métodos clínicos y técnicos apropiados.
f) Atender el parto normal, cuando se trate de una
presentación de vértice, incluyendo, si es necesario, la
episiotomía y, en caso de urgencia, atender el parto en
presentación de nalgas.
g) Reconocer en la madre o en el niño los signos
indicadores de anomalías que precisen la intervención de
un médico y, en su caso, asistir a éste; adoptar las medidas
necesarias en ausencia del médico, en particular la
extracción manual de la placenta, seguida, en su caso, del
reconocimiento manual del útero.
h) Reconocer y prestar cuidados al recién nacido;
adoptar todas las iniciativas precisas en caso de necesidad
y practicar, si llega el caso, la reanimación inmediata.
i) Asistir y supervisar los progresos de la madre después
del parto y prestarle el asesoramiento necesario en
relación con los cuidados al niño para que pueda garantizar
el progreso óptimo del recién nacido.
j) Realizar el tratamiento prescrito por el médico.
k) Redactar los informes que sean necesarios."
Acompañar no aparece y, por tanto, jurídicamente no puede atribuirse a las matronas, y mucho menos con carácter exclusivo.
La clave de este informe elaborado por las asociaciones de usuarias es que sea la mujer quien decida la persona que ejercerá esa función en su parto. En libertad absoluta. Algo que me consta que las matronas que realmente apoyan la autonomía de las madres entienden perfectamente.
Saludos
Hace ya unos 5 años que oí hablar de "el puerto es nuestro", fue a través de un profesora de sociología Isabel Aller Gay, estábamos viendo en clase el precioso parto de Azuzena y partes del documental de documentos TV. En aquel momento la idea de quedarme embarazada no estaba entres mis planes a corto plazo, pero hoy 5 años después con 32 años, me encuentro preparando mi cuerpo y mi mente para esta bella aventura. Me fastidio enormente cuando el enlace al artículo de las doblas me llego a mi what's up y precisamente la persona que lo envío era matrona y al parecer de acuerdo estaba con el. No me puedo creer que hayamos avanzado tan poquito en este tiempo de espera, mi entorno se ríe de mi cuando hablo de mi parto respetado y consciente, me dicen que estoy loca porque quiero tener la ayuda de una acupuntura, pero me mantendré fuerte con la ayuda de mi pareja que apoya mis decisiones y respeta que ese momento, que aunque es de los tres, los protagonistas solo esa personita y yo.
Con respecto al informe, lo cierto es que creo que hay mucha gente a la que no le conviene la figura de la dobla solo por interés economico, sobretodo a los enfermeros y en particular al colegio de enfermería, he de decir que mi marido es enfermero y estudiante de medicina, por lo que quiero dejar claro que respeto enormemente al colectivo, pero no estoy de acuerdo con muchas de sus opiniones. Me parece totalmente sensacionalista el informe y sigo diciendo que detrás de el solo hay interés economico.
Es cierto que no estoy de acuerdo con todo lo que en estos foros se dice, pero respeto la opinión de todos, como dijo Montesquiev " no creo en lo que usted dice, pero lucharía por que pudiera decirlo", hay muchos interesado en que desconozcamos lo mas posible porque así su tarea es más fácil. El apoyo emocional es mucho más importante que la medica ligación extrema, señores no se esta enferma por estar embarazada!!!!! Parece que no se enteran.
Lo siento, se que es Doula no dobla, pero escribo desde un iPad y el autocorrector hace lo que le place a el, mil disculpas !!