Varices y hemorroides

El volumen de sangre durante el embarazo aumenta entre 4 y 4,5 litros a las 20 semanas y unos 5,2 litros a las 40 semanas; lo que asegura un adecuado suministro para el feto y para la madre.

La aparición de varices o venas varicosas durante el embarazo puede deberse a muchas razones diferentes:

  • Cambios hormonales: los cambios hormonales pronunciados durante el embarazo crean un aumento en el tamaño de las venas. Esto se debe principalmente a la hormona progesterona , que se produce en grandes cantidades desde la implantación, y luego en la placenta. Esto puede generar más presión dentro de las venas, lo que conduce a un retorno venoso más lento. Las venas superficiales se hacen visibles debajo de la piel, brillan y aparecen de color azulado o púrpura.
  • El útero : a medida que el bebé crece, el útero crece en volumen y altura y, en consecuencia, aumenta la presión sobre las venas pélvicas. También en este caso el flujo sanguíneo disminuye, el retorno venoso se ralentiza con la consiguiente aparición de várices.
  • Falta de ejercicio: se sabe que el ejercicio es muy importante para el cuerpo incluso durante el embarazo. Con el ejercicio, se estimula el sistema cardiovascular y, en consecuencia, se puede acelerar el flujo en las venas. También la compresión muscular es fundamental para mejorar el retorno venoso. Es por eso que el ejercicio regular es especialmente importante como medida preventiva para la aparición de venas varicosas. Pero incluso si las primeras várices ya han surgido, el movimiento puede mejorar la condición y evitar el desarrollo de más varices.
  • Tejido conjuntivo: el tejido conjuntivo también llamado conectivo, juega un papel importante. Si hay tejido conectivo débil, las várices pueden hacerse visibles antes. La piel se expande rápida y fácilmente, y surgen las venas superficiales. Una debilidad del tejido conectivo a menudo es genética. Por lo tanto, las medidas preventivas como los ejercicios también son particularmente importantes en estos casos.

A partir del segundo trimestre suele haber una tendencia a que la sangre se acumule en los miembros inferiores, provocando unas venas hinchadas e incluso dolorosas. El aumento progresivo del útero va a ir comprimiendo cada vez más las venas a su paso por la pelvis. Debido a ese obstáculo, la sangre a veces no puede llegar adecuadamente al corazón y aumenta el grosor de las venas en las que se queda retenida, pudiendo provocar varices.

Queremos también hacernos eco de otra teoría, la del doctor inglés Dennis Burkitt, quien afirmó en su día, en el Medical Journal que la principal causa de las varices es una dieta incorrecta y no el embarazo.

Generalmente sucede en las piernas pero también puede surgir en la vulva y el ano, siendo más probable que aparezcan si hay antecedentes de varices en la familia, lo que puede relacionarse con una debilidad genética del tejido conjuntivo.

Las varices son venas tortuosas y agrandadas que se pueden observar en la piel, sobre todo en las pantorrillas. Puedes notar las piernas pesadas y doloridas al final del día, especialmente si has estado mucho tiempo de pie. Las varices pueden ir acompañadas de tobillos hinchados y dolorosos al caminar, incluso de calambres, hormigueo o picor.

Las varices en el ano se llaman hemorroides.

¿Qué puedo hacer contra las varices?

Casi siempre desaparecen tras el parto o cesárea en pocas semanas por lo que mientras estás embarazada lo mejor es controlar aquellos factores que contribuyen a la aparición de varices.

  • Realiza ejercicios de flexión y rotación de los tobillos con las piernas al aire.
  • Eleva las extremidades inferiores cuando puedas, incluso en por la noche durante el descanso nocturno. Para ello puedes utilizar cojines grandes. Así se evita la acumulación de sangre en la piernas.
  • Descansa sobre el lado izquierdo cuando estés acostada.
  • Utiliza medias elásticas especiales para las varices. El ginecólogo puede recomendarte la mejor opción para tu caso.
  • Evita estar de pie durante largos periodos (y menos, de manera estática). Se ha demostrado que estar de pie mucho tiempo aumenta claramente no solo problemas de circulación sino también el riesgo de dolores de espalda que pueden hacer muy difícil llevar la gestación.
  • Cuando estés sentada, no cruces las piernas para evitar la compresión.
  • Procura no estar sentada mucho tiempo en la misma posición, levántate, camina y cambia de postura.
  • Camina con frecuencia, mover pies y piernas ayuda a la circulación.

Practica habitualmente ejercicios suaves a apropiados para el embarazo como la natación, yoga, método pilates... También puedes buscar ejercicios que movilicen los músculos de las piernas para mejorar el retorno venoso: https://www.cuidatusvenas.org/algunos-ejercicios-eficaces-para-mejorar-la-circulacion-venosa/

  • No utilices ropa ajustada que comprima las piernas, la pelvis o la cintura.
  • No cargues con exceso de peso.
  • No lleves zapatos apretados, de tacón alto o fino. Puede que necesites aumentar un par de números de pie en estos meses.
  • Aplícate duchas de agua fresca en las piernas para mejorar la circulación.
  • Los masajes suaves, relajantes y circulatorios, en sentido ascendente también ayudan a mejorar la circulación y el descanso.
  • Evita la exposición al humo del tabaco, ya que está relacionado con un empeoramiento de la circulación sanguínea.

• Evita los dulces y la sal refinada. La obesidad y la retención de líquidos son grandes aliados de las varices. Una dieta saludable, en la que se aumente la cantidad de fibra y agua, nos ayudará también a evitar el estreñimiento, que favorece la aparición de hemorroides.

• Para las hemorroides es recomendable dedicar unos minutos al día a realizar el ejercicio del “rezo mahometano” de tal forma que el ano y la vulva queden en la parte más elevada del cuerpo. Se puede hacer apoyada sobre tus rodillas (encima de la cama)

Bibliografía:

• “Embarazo y parto natural” Dra. Ortrud Lindemann y Adriana Ortembemberg.

Editorial: Océano/Ámbar.

• “Embarazo y parto: todo lo que necesitas saber para torpes” Emilio Santos Leal.

Editorial: Oberón.

• “Maternidad y parto: nuestras ancestras y nosotras” Ana Mateos Cachorro

https://www.bebesymas.com/embarazo/como-prevenir-o-reducir-las-varices-en-el-embarazo#:~:text=Las%20venas%20varicosas%20o%20varices,venas%20de%20las%20piernas%20y

https://www.historiadelamedicina.org/burkitt.html