A partir de la sexta semana, tu bebé comienza a desarrollar la semilla de lo que serán sus órganos. En poco tiempo se ha formado la cabeza. El interior del oído es, curiosamente, uno de los primeros indicios orgánicos aunque aún no pueda oír (pero tu hijo/a reconocerá tu voz, la de su madre, desde antes de su nacimiento y querrá escucharte en todo momento).
El corazón ya bombea la sangre del embrión al cerebro y al cuerpo. Ya están presentes las cuatro cavidades del corazón. También aparecen dos pares de formas sobresalientes en los lados y en la parte inferior, que seguirán desarrollándose hasta convertirse en sus brazos y sus piernas en las semanas siguientes. El tamaño del bebé en esta semana es de entre 4 y 6 milímetros
En la séptima semana el cerebro es el órgano que más se desarrolla, lo que hace que la cabeza del bebé crezca rápidamente. Mientras, sus extremidades siguen alargándose y preparándose para su forma humana. Dos pequeños “botones” oscuros que serán sus ojos van creciendo en la parte superior de su cuerpo. En apenas una semana ha doblado su tamaño, por lo que ahora oscila entre los 8 y los 12 milímetros.
Durante la octava semana es posible ver el codo y la muñeca en una ecografía. También en sus pies podemos observar los tobillos, y el principio de la oreja se deja ver en la parte externa de la cabeza. El hígado ha comenzado a crear glóbulos rojos. Su tamaño ha aumentado y ahora mide entre 15 y 20 milímetros. Su peso es de un gramo.
Estamos en la novena semana de gestación y pueden verse las curvas en las manos que continuarán desarrollándose hasta ser los deditos de tu bebé (sí, esos minúsculos que te cogen el tuyo y te hacen pensar que no habías vivido todo, como creías). También es posible distinguir la nariz y los labios. El corazón está casi completamente formado. Ahora mide unos 3 centímetros y pesa entre 2,5 y 3 gramos.
Al final de la décima semana el bebé tiene características humanas incuestionables, se calcula que tiene el 90 % de las 4.500 partes del cuerpo adulto, los riñones comienzan a producir y liberar orina. El niño/a ya tiene intestino y sus ojos, que han estado abiertos la mayor parte del tiempo, pueden empezar a usar los párpados. También la oreja se parece mucho a la de cualquier persona. Los genitales empiezan a tomar la forma determinada genéticamente, pero aún es difícil diferenciarlos realmente, así que predecir el sexo del bebé es jugar a la ruleta de la suerte (que si es sólo por diversión, ¡adelante!). Tu hijo/a es sensible al tacto y reacciona a él con movimientos reflejos. En esta semana ha crecido otro centímetro, por lo que ya mide 4 y su peso es de entre 4 y 5 gramos.