Ya estás en la semana 13. La placenta se ha desarrollado y proporciona al bebé el oxígeno y los nutrientes que necesita, eliminando los deshechos que va generando y produciendo las hormonas que ayudarán a que el embarazo siga adelante.
La placenta sintetiza estrógenos (hormonas sexuales femeninas) que son muy importantes para que tu bebé se quede bien pegadito a tu tripa durante el resto del embarazo, y prepara el desarrollo de tus pechos para la lactancia. Otra de las sustancias vitales es el lactógeno placentario que controla el metabolismo materno y estimula el crecimiento del bebé. Estas hormonas también aseguran que tu cuerpo vaya atravesando los cambios adecuados en el embarazo. A partir de esta semana empiezas a sentirte menos cansada disminuyendo las nauseas, si es que las tenías.
El bebé, él o ella, sigue desarrollándose paso a paso. Sus labios y nariz ya se han formado completamente, en esta semana ya es capaz de desarrollar expresiones faciales complejas. Aproximadamente mide 8 cm y pesa 25gr.
En la semana 14 entramos en el segundo trimestre del embarazo. Ya están presentes las papilas gustativas de la boca y la lengua. Todas las estructuras básicas de su cuerpo están ya formadas, aunque en miniatura, y a partir de ahora su cuerpo empieza a crecer más rápidamente que la cabeza; al final de esta semana sus brazos se habrán alargado y se verán proporcionados. Ahora mide unos 10 cm y pesa unos 30 gramos (más o menos el tamaño de un limón y en tan sólo una semana 2 cm y 5 gramos más)
Llegando a la semana 15, ya está en marcha el desarrollo de los dientes, el bebé crece muy rápidamente y empieza a enderezarse de su posición encorvada. Ahora ya está todo en su sitio y debidamente formado, por lo que durante el resto del embarazo los órganos del cuerpo sólo les queda madurar. Ahora mide aproximadamente 12 cm y pesa unos 70 gr.
Alrededor de esta semana es cuando se empezaran a hacer evidentes los cambios en tu cuerpo, por lo que con alta probabilidad la ropa comenzará a quedarte algo estrecha.